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Navidad diferente para los vecinos del club Albariño

Lejos de conseguir una respuesta positiva en cuanto al desalojo de ocupantes ilegales, los vecinos del club Albariño de Villa Lugano pasaron la Nochebuena en sus casas junto a sus familiares, con el fin de "evitar que los ocupas se metan en otros terrenos linderos", y compartieron el brindis en plena calle, en otro gesto de unión. Otro sospechoso detenido por la toma del Club Albariño

Familias completas cenaron en los alrededores de ese predio, situado entre la calle Santander y la Avenida Argentina, y al momento de levantar la copa por la Navidad muchas de ellas salieron de sus casas para estrecharse en un cálido saludo.

En general pudo verse a hombres y mujeres con sentimientos encontrados, ya que se percibió una mezcla de alegría por la celebración navideña y de tristeza por ver que la situación no cambió desde que se produjo la toma, el 13 de diciembre a la madrugada, e incluso que las construcciones de los ocupantes ilegales avanzan día a día sin que nadie las frene.

La toma de ese club provocó también que decenas de policías federales afectados a la custodia del lugar para evitar desmanes tuvieran que pasar allí esta fiesta navideña.

La decisión de pasar la Navidad en sus casas había sido tomada por los vecinos desde hacía algunos días y en un momento se evaluó ir hasta el cordón policial para brindar en la zona del “conclicto” y pedir “que desalojen el club de inmediato”.

Los “ocupas”, por su parte, permanecieron dentro de Albariño, aunque en un grupo menor, ya que se turnaron para cuidarlo mientras el resto pasaba por el paredón ya destruido cuando tomaron el predio para ir a brindar con sus familiares o vecinos de Ciudad Oculta.

De continuar sin una respuesta, los festejos por la llegada del Año Nuevo podrán mostrar una postal similar a la que se vivió este 24 de diciembre a la noche. Lugano no fue el mismo, vivió una Navidad diferente.

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