Espectáculos

Entrevista

Natalia Pastorutti despide el año con un show virtual y gratuito para todos sus seguidores

La cantante adelantó detalles del concierto de este miércoles en el que cerrará un 2020 en el que estrenó el videoclip de “La canción de la alegría”, escribió temas para el disco solista que grabará el año próximo, y disfruta del avanzado embarazo de su segundo hijo, que nacerá en febrero


La cantante Natalia Pastorutti (hermana de La Sole), continúa a paso firme con su incipiente carrera solista y despedirá el año con un show virtual y gratuito para sus seguidores este miércoles, a las 22, a través del canal de YouTube de la productora Good Fun Entertainment (GFE). A modo de cierre de un año particular, atravesado por la pandemia, la cantante prepara junto a sus músicos un repertorio en el que no faltarán los clásicos del folclore como “Pedro canoero”, “Agitando pañuelos”, “Sapo cancionero” y “La canción de la alegría”, tema que estrenó el viernes en su canal de videos.

En medio de los ensayos para el show del 23, la cantante oriunda de Arequito expresó a El Ciudadano su alegría por volver a brindar un concierto, aunque sea mediante una pantalla: “Estamos muy contentos porque es un gran reencuentro después de muchos meses. No veía a los músicos desde marzo y se extrañan mucho los escenarios. Imaginate que desde los 13 años (ahora tiene 38) estoy recorriendo el país junto a mi hermana (es también su corista) y ahora con este nuevo proyecto solista, así que quedarnos en casa tanto tiempo fue raro al comienzo. Hoy tengo muchas ganas de viajar, de volver a comunicarme con el público y el medio que tenemos es este, así que estamos preparando un gran show”.

A Natalia la cuarentena la tomó por sorpresa, debió cancelar shows, y permaneció en su casa en Arequito, aunque, a diferencia de muchos argentinos, no estuvo distanciada de su familia ya que tanto sus padres como su hermana viven en un mismo predio, así que el gran patio fue el espacio común para almuerzos, juegos de los más chicos de la familia y algún que otro asado. Sus títulos de abogada y de escribana siguen en un rincón de la casa (“una nunca sabe”, dijo Natalia), y la paulatina apertura de shows con público presencial y la vuelta a una nueva normalidad la encuentran embarazada de su segundo hijo, con un puñado de canciones propias que esperan tomar formato de disco el año que viene.

“Desde chiquita le decía a mi mamá que quería ser ama de casa y escribana, así que siempre supe que estudiaba abogacía pero no lo iba a ejercer. De todas maneras fueron 10 años estudiando y trabajando en Buenos Aires, años que fueron muy positivos y a la escribanía, no la descarto, el conocimiento siempre sirve”, advirtió y compartió: “La cuarentena fue intensa, creo que sobre todas las cosas uno aprendió a manejar la ansiedad. Eso sí, no me enganché con el boom de la cocina porque no es mi fuerte, pero sí reacomode la casa como tres veces, descubrí cuántas cosas uno va acumulando y tiré de todo, muchas cosas las regalé. Fue un tiempo que me sirvió para redescubrir la tecnología. Con el Zoom y el Meet, de hecho, aproveché a intensificar mis clases de canto. Ya no tenía que organizar horarios y días para viajar a Buenos Aires, ahora en ojotas y una remera podía tener mi clase tranquila, en casa”.

En medio de las suspensiones de las actividades previstas para el verano, con público presencial, se conoció la noticia de la suspensión del Festival de folclore de Cosquín, donde ella y su hermana fueron reconocidas a nivel nacional en una de sus ediciones y al respecto Natalia manifestó: “Desde mayo o junio ya venía pensando en los festivales, quería pensar en positivo pero veía que las realizaciones iban a ser complicadas, porque esto no depende sólo de los productores y los artistas, sino también de un montón de gente que trabaja detrás de escena, como los vendedores de las entradas, de los puestos de comida, técnicos, ayudantes, qué se yo cuánto más. Un show aporta a la economía de muchísima gente pero, si bien lamento que se suspenda, entiendo que es por el bien de muchos de nosotros, y sobre todo del público, de muchísima gente que espera cada año poder ver a sus artistas favoritos, o bien que quieren disfrutar de la música en familia”.

Sin embargo no perdió las esperanzas: “Hay que saber que esta decisión es por nuestro bien y que el otro verano volverá con más fuerza, no sólo el Cosquín, sino tantos festivales que hay en todo el país”.

Entre proyectos y familia

Respecto a “La canción de la alegría”, un tema cuyo videoclip estrenó el pasado viernes en su canal de YouTube, la cantante aclaró que lo grabaron hace tiempo con sus músicos, pero que la situación ameritaba que tuviera otro formato, no sólo sonoro: “La verdad es que como todos, yo pasé por varios estados emocionales y entre ellos descubrí la importancia de reinventarse, amoldarse o adaptarse al hoy y seguir adelante. Creo que un videoclip de esta canción es una manera de enviar un mensaje de paz, de esperanza, o de buena onda a todos los que vivimos este año tan difícil. Debemos tomarlo a modo de balance, no odiar el año que se va, y pensar que el 2021, si bien no cambia todo de un día para otro, va a ser para mejor”.

Además, Natalia adelantó que espera que su primer disco solista se concrete en 2021 y compartió sus ansias de volver a los escenarios, dentro de sus posibilidades, ya que en febrero se espera que nazca su segundo hijo.

“Estamos trabajando para llegar a las diez canciones, así que el disco está cada vez más cerca. Sé que el que viene será un año muy especial, porque voy a grabar mi disco y mi hijo Pascual va a tener a su hermanito. Es como decía antes, creo que lo mejor es sacar lo positivo, lo importante, de cada situación (o año) difícil que atravesamos”, compartió y confesó que descubrió su instinto maternal cuando nació Antonia, la primera hija de Soledad: “Ahí descubrí que tener un hijo es maravilloso, más allá de la locura que una crianza representa (risas) y ahora se viene el segundo, así que voy a estar mucho más ocupada y feliz”.

Precisamente, fue su hermana quien la apoyó en la decisión de lanzar su carrera solista, más allá de la larga trayectoria que tienen juntas en los escenarios: “Vivimos muchas cosas juntas y en la decisión de tomar este camino ella me ayudó mucho, me alentó. Eso es lo que tiene Sole, esta siempre activa y generando cosas nuevas. La verdad que es una gran alegría y satisfacción que podamos tener esa relación tanto profesional como personal”.

Y agregó: “La verdad que con los años y cada concierto fuimos aprendiendo mucho, porque dentro de la ignorancia que teníamos en el rubro, tanto mi papá como nosotras nos fuimos acompañado y aprendiendo a ubicarnos cada uno en su rol. Ni hablar del carisma de Sole que nos hizo estar unidos siempre. Yo agradezco el carácter de mi padre, que fue toda su vida mecánico, sin tantos estudios, que venía de una familia muy temerosa a los cambios y que él se animara a hacer algo diferente fue para nosotras un aprendizaje y una bendición”.

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