Ciudad

Naranpol tampoco abrió sus puertas

Disgrabel, la nueva dueña, no pagó la deuda ni abrió la planta como se había comprometido el 14 de mayo.


Apenas 20 días duró la esperanza. Los nuevos dueños de la firma Naranpol hicieron caso omiso a los dos principales ítems del acuerdo firmado el 14 del pasado mes con los trabajadores de la fábrica de jugos, gaseosas y vino: el pago de entre 5.000 y 7.500 pesos de premio a sus empleados, parte de una deuda mayor que debía materializarse el viernes último, y la reapertura de la fábrica en la capital provincial a la que se había comprometido para ayer. Ni la plata apareció ni las persianas se levantaron, por lo que el Ministerio de Trabajo de Santa Fe labró dos actas por infracciones graves a la empresa Disgrabel, que sin antecedentes y con la cara visible del ex piloto de Top Race Carlos de los Santos es ahora la accionista mayoritaria del emporio fundado por Carlos Galán.

El primer aviso de que se caería el pacto, sellado a mediados de mayo en la sede rosarina de la cartera laboral y homologado a fin de ese mes por una resolución ministerial, ocurrió el viernes pasado. La empresa no abonó, como estaba pautado, los alrededor de 5 mil pesos a los trabajadores de Rosario y Santa Fe y los 7.500 pesos a los 23 de Reconquista. Es parte de una abultada deuda por premios provenientes del fallido gerenciamiento a cargo de los hijos del fallecido Galán. Un total de 248 personas –en todo el país Naranpol tiene 800 empleados– quedaron esperando en vano. Fue allí que el Ministerio de Trabajo le cursó la primera intimación a la patronal, y el Sindicato Único de Trabajadores de Aguas Gaseosas (Sutiaga) abrió el paraguas. “Es terrible y hay un gran disgusto en la provincia, porque una vez que habíamos canalizado las negociaciones después de 39 audiencias, desde la firma no pagaron nada”, se quejó entonces Mario Gaggioli, titular del área de Relaciones Laborales de Santa Fe.

Los malos augurios se ratificaron ayer, plazo máximo para poner otra vez a funcionar la empresa, en particular la fábrica ubicada en la zona norte de la ciudad de Santa Fe. Tampoco esto se cumplió.

Productora Alimentaria había asumido el compromiso de la “apertura inmediata de la empresa previo acondicionamiento de las máquinas en un plazo no superior al 4 de junio (cláusula primera del acuerdo celebrado el 14 de mayo), como también al reingreso de la totalidad de los trabajadores a sus puestos de trabajo, con retractación de los despidos (cláusula sexta)”. Y Disgrabel no honró el pacto. La nueva dueña, desde mediados de abril último, de la marca Naranpol, es una firma con dudoso domicilio legal y nulos antecedentes en el rubro, al igual que su referente De los Santos.

El Ministerio que conduce Julio Genesini envió ayer a la compañía las intimaciones “bajo expreso apercibimiento, en caso de incumplimiento, de ser pasible la empresa de las máximas sanciones emergentes”.

Así se enloda otra vez un largo proceso por mantener lo que fuera la segunda mayor productora nacional de gaseosas. Después de un extenso conflicto, que se extendió durante un año e insumió casi 40 audiencias en el Ministerio de Trabajo de la provincia más gestiones en el orden nacional, representantes de los trabajadores de Productora Alimentaria y el nuevo gerenciador de la firma que perteneció a la familia Galán, Carlos de los Santos, habían acordado una serie de compromisos hasta el 4 de junio, para volver a poner en marcha la planta.

En la mañana de ayer, los trabajadores de la firma en la ciudad de Santa Fe, como lo habían anunciado pese a los malos presentimientos, concurrieron en el horario correspondiente a la puerta de la planta, y se encontraron con los portones cerrados, sin ninguna declaración patronal ante la situación.

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