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De estreno

Nahuel Pennisi: “Mi tarea es descubrirme y redescubrirme a través de las canciones”

El destacado músico y compositor transita su camino más internacional con el reciente lanzamiento de “Renacer”, su tercer disco de estudio, en el que combina temas propios con algunas versiones de clásicos del cancionero popular a los que aporta su singular estilo interpretativo  


Con el talento y la simpleza de ese pibe que entrando en la adolescente viajaba en colectivo un largo rato para tocar la guitarra y cantar en calle Florida a la espera de unas pocas monedas con la complicidad de su abuela que le hacía el aguante, con 29 años, Nahuel Pennisi acaba de lanzar su tercer disco, acaso el más internacional de una carrera. Se trata de Renacer, su segundo trabajo de la mano de la discográfica Sony, en un momento que el artista vive con plenitud tanto en lo personal como en lo profesional, en un año extraño para el mundo del arte y cuando el último verano le permitía conquistar con honores al siempre difícil público del Festival de Viña del Mar y consagrarse en la categoría folclore. Allí se alzó con dos premios por su tema “Avanzar”. Fue así que Latinoamérica habló de él y de ese modo terminó de hacer contacto con su bella música.

“Siento que este disco me viene a dar un empujoncito más en lo internacional; el impulso de Viña del Mar fue determinante. Si pienso en mi carrera y en un horizonte importante, y más allá de que la pandemia detuvo todos los aviones y debimos esperar más de lo pensado, las cosas pasan por algo y este tiempo que tardé en sacar el disco me ayudó a madurarlo un poco más y a tener más claro hacia dónde voy”, dijo Nahuel a modo de declaración de principios. Y en relación con la carrera internacional, destacó: “Es algo que me interesa y trato de buscar un sonido para abrir ese mercado aunque, de todos modos, las canciones que aparecen en el disco tienen su raíz acá. Hay una zamba como «Canción de lejos», un tinku tradicional como «Mundo» o una chacarera como «Desvío», que vienen a ocupar ese mismo lugar. Con este disco planteo que me gusta volar hacia horizontes que nunca imaginé, pero cuidando y alimentando mi raíz que está en la música argentina”.

Cómodamente plantado en el ámbito de lo popular como en otro más académico y luego del adelanto de “Mundo” junto a Abel Pintos, y de participar en la ceremonia de la 21ª edición del Grammy latinos, Nahuel ofrece en su nuevo trabajo un compendio de trece canciones que van de lo propio a los clásicos revistados que, con su sensibilidad e intuición, también se vuelven íntimos y sobre todo personales.

Además del track con Abel, Pennisi ya había adelantado “Compañera”, “Vuelve” y “Universo paralelo”, eslabones de una cadena donde la candencia de su voz y sus inconfundibles inflexiones y matices van de la mano de la producción de Julio Reyes Copello, quien trabaja habitualmente con Marc Anthony, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Jennifer Lopez y Kanny García, entre otros.

“Para mí la música es como una terapia; cuando canto una canción es como contarle cosas a la gente: qué es lo que me está pasando a mí, qué es lo que siento. Y más allá de que sea una canción que conocemos todos o sea nueva, cada versión de un tema propone emociones diferentes”, expresó el músico acerca de una pasión que ocupa gran parte de su tiempo.

“Renacer” en aislamiento

“En un primer momento, lo del aislamiento y la pandemia eran algo increíble, nunca me lo hubiese imaginado; por suerte estuvimos todo este tiempo conectados a través de la tecnología y fue muy fuerte ver cómo repercutía en todas partes del mundo. En lo personal, atravesé algunos momentos de angustia por no poder ver a los amigos, a los seres queridos, pero después me fui acostumbrando y siento que un poco nos reinventamos buscando hacer lo que veníamos haciendo pero dentro de este nuevo formato. En ese sentido, la música me ayudó muchísimo para canalizar y profundizar en cosas importantes”, dijo el artista en relación a cómo atravesó y atraviesa este tiempo de pandemia.

“Renacer es la palabra que me representa en este tiempo. Aprendí mucho en estos meses y en este proceso. El nacimiento de mi hijo, el impulso que le dio a mi carrera ganar en Viña del Mar, son cosas que me han cambiado. Siento que he renacido en varios sentidos”, expresó en el mismo sentido.

Y sobre la etapa previa a este renacimiento personal y musical, profundizó: “La etapa anterior a la de este disco fue importante porque me sirvió para conocerme y descubrirme en un montón de aspectos; en esta nueva etapa tengo mi familia, me toca ser papá que fue la clave y la bisagra de mi vida, y eso me permitió también ahondar en un montón de cosas que antes quizás no tenía tan en cuenta, como madurar emociones, canciones y sentimientos. Siento que la pandemia también sirvió para un renacer de los afectos, para revalorizarlos en un contexto en el que pasamos mucho tiempo encerrados que sirvió para que valoremos mejor muchas cosas, y sobre todo la música”.

Un disco bisagra

“Lo más importante de Renacer a nivel musical estuvo más en lo interpretativo. En este disco me tocó trabajar con Julio Reyes Copello, que es un productor colombiano muy importante de la música latinoamericana contemporánea y que ha trabajado con artistas como Marc Anthony, Ricky Martin o Alejandro Sanz, y en este disco me brindó toda su experiencia. Recuerdo que una de las cosas que me decía al comienzo era que trate de enfocarme en lo interpretativo; seguramente porque en un disco solemos pensar más en lo técnico y todo lo que hay que resolver para grabar para que todo suene bien; solemos dejar un poco de lado la emoción que podríamos transmitir. Un poco fui por ahí, las canciones tienen ese sentimiento, ese corazón desde la interpretación, eso hizo que me sintiera muy contento, muy cómodo, haciendo canciones de música popular argentina y otras que igualmente me representan pero que proponen un sonido más internacional”.

Respecto de su vínculo con Abel Pintos, invitado de lujo en el disco, destacó: “Desde el comienzo del armado del disco sentí que Abel era uno de los pocos invitados con el que tengo como un lazo de amistad y afectivo; es mi amigo, nos conocemos desde hace mucho tiempo y admiro su generosidad, calidad artística y su persona. Por eso lo invité y estoy muy agradecido de que me acompañe en «Mundo»”.

En ese mismo sentido de buscar también un modo para que “renazcan” algunas canciones ya clásicas, como pasa con la conmovedora versión de “Canción de lejos” de César Isella con la que abre el disco, o “Hasta que me olvides”, de Juan Luis Guerra, alejada de la conocida versión que popularizó Luis Miguel, el artista se explayó: “Mi tarea es descubrirme y redescubrirme a través de las canciones. Y no solamente con canciones mías sino también de otros artistas. Por ejemplo: «Canción de lejos» fue la última canción que entró al disco; fue por la ventana, como cuando se esconde el sol y entra el último rayo. Y sin embargo terminó siendo la número uno. Son de esas cosas que sólo las explica la emoción, porque yo sentía que era lindo empezar cantando a capella; sentía que era mi saludo y carta de presentación. Y siempre el desafío es ése: tratar de mejorar las canciones que versionamos pero siempre con muchísimo respeto porque cada canción tiene una esencia”

Y respecto del clásico de Juan Luis Guerra que arranca como una balada y recupera su esencia de bachata, profundizó: “Algo similar me pasó con “Hasta que me olvides», que nunca imaginé que la podía llegar a grabar. Todos la conocemos, es una balada súper famosa, pero de repente me encontré con el dato de que es de Juan Luis Guerra, entonces fuimos a la fuente, al origen de la canción; es un tema del Rey de la Bachata, y la canción quizás salió bachata y después se transformó en balada. Fui por ahí y me sentí muy contento haciendo una bachata diferente, con bandoneón, para traerla un poco para acá”.

Finalmente, el músico habló acerca de la mirada de cierto sector del folclore más ortodoxo que ve cómo muchos nuevos artistas corren el eje de origen hacia un sonido más internacional: “Cada uno tiene su sello para cantar, para decir, para expresar; el mundo, en este siglo, está teniendo una apertura en muchos sentidos, sobre todo con la música, y el folclore ha desarrollado una serie de herramientas para poder convivir con artistas que hagan algo distinto. Siento que es seguir haciendo folclore pero con una identidad más propia. Lo importante es decirle a la gente del folclore más tradicional que nosotros ponemos nuestro corazón sobre la mesa para que se sientan identificados con un sentimiento que muchas veces escapa a la formas”.

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