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Muro subterráneo para impedir fuga radiactiva

La propuesta apunta a frenar filtraciones de agua en la central de Fukushima. Gobernador de Fukushima descarta una reapertura de la central nuclear

El operador de la central nuclear de Fukushima está considerando la instalación de muros subterráneos alrededor de sus averiados reactores para impedir la filtración de aguas radiactivas. En tanto, ayer hubo una manifestación en Tokio contra la operadora de la central, la compañía Tokyo Electric Power (Tepco).

Tepco está estudiando la medida para contener el agua contaminada que se escapa de los reactores de la central averiada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, dijo el canal de televisión Asahi citando  fuentes anónimas.

Los trabajadores deberán cavar a una profundidad de 15 metros para alcanzar una capa impermeable y construir los muros, añadió Asahi TV.

Desde el sismo y el tsunami que interrumpieron los sistemas de enfriamiento de los reactores de Fukushima, Tepco ha vertido miles de toneladas de agua de mar, y luego de agua dulce en los reactores y las piscinas de combustible usado para mantenerlas a buena temperatura.

Una parte de esta agua ahora contaminada inundó las salas de máquinas de varios reactores así como las canalizaciones y las galerías subterráneas. A comienzos de abril, varios centenares de toneladas de esta agua altamente radiactiva cayeron en el océano Pacífico a través de una brecha, la cual fue tapada después.

“Tepco estudia numerosas opciones. La construcción de estos muros subterráneos podría ser una de ellas”, declaró un portavoz.

Tepco intenta actualmente limitar las inyecciones de agua con el fin de no crear cantidades demasiado importantes de líquido  contaminado, pero la temperatura en la piscina de combustible usado del reactor 4 subió a 91º C obligando a nuevas inyecciones, indicó el grupo japonés ayer.

En tanto, hubo manifestaciones contra la energía nuclear no solo en Tokio: en Berlín, Alemania, cientos de personas participaron de una nueva marcha contra las plantas atómicas, después del accidente en la planta nuclear de Fukushima.

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