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este miércoles

Murió Justina, la niña que esperaba trasplante de corazón

Mientras esperaba el donante, el estado de Justina empeoró y sufrió una trombosis en una de sus piernas, le amputaron los cinco dedos del pie y tuvo que ser trasladada a la sala de cuidados intensivos. Allí estuvo hasta este miércoles cuando su vida se apagó.


Luego de estar casi tres meses internada en la Fundación Favaloro a la espera de un trasplante de corazón, murió este miércoles Justina Lo Cane, la niña de 12 años que había sido diagnosticada a los 18 meses con una cardiopatía transgénica.

El corazón que esperaba la nena no llegó a tiempo. Desde hacía más de 60 días estaba primera en la lista de urgencias del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

Mientras esperaba el donante, el estado de Justina empeoró y sufrió una trombosis en una de sus piernas, le amputaron los cinco dedos del pie y tuvo que ser trasladada a la sala de cuidados intensivos. Allí estuvo hasta este miércoles cuando su vida se apagó.

La solidaridad no alcanzó

El caso de Justina sensibilizó de tal manera que los padres de Abigail Bogado, una nena de su misma edad que fue asesinada en La Plata durante una entradera, ofrecieron el corazón de su hija pero no resultó compatible.

Paola, la mamá de Justina, publicó a través de las redes sociales una conmovedora carta en la que contaba la delicada situación de su hija y apelaba a la solidaridad de la gente y a la importancia de ser donantes.

“Hoy necesito de todos ustedes, les pido que nos ayuden.

Mi hija está internada en la Fundación Favaloro a la espera de un trasplante de corazón. Su estado es crítico, día a día su cuerpo se debilita, cuesta más verla sin que los ojos se me empañen.

Al año y medio le descubrieron a Justi una cardiopatía, fue un momento doloroso, pero con la medicación, el verla crecer y disfrutar la vida, aun alertada por los médicos de que esto podía suceder, pensé o quise pensar que ella siempre estaría bien. Pero hace tres meses todo cambió.

Aún recuerdo, terminando las vacaciones de invierno en casa, cuando se descompensó. El 31 de julio pensé la llevamos la compensan y listo. Pero la realidad nos golpeó duro, más duro que al año y medio. Justina no podía seguir viviendo con su corazón, necesitaba un trasplante. Llegó la internación, y Justi pintaba corazones llenos de esperanza, se interesaba por otros chicos, como ella a la espera de un órgano, siempre optimista, y yo con ella.

El 7 septiembre entró de urgencia a terapia intensiva, el 9 de septiembre estaba en un quirófano luchando por su vida. Todos sus órganos se descompensaron. Los médicos lograron estabilizarla, conectada a un ECMO. Aunque sufrió una trombosis en su pierna derecha, de la que recuperó todo salvo los dedos de su pié. Que se los tuvieron que amputar.

Ella pelea poco a poco y sigue adelante, en estado crítico, cada día más. Ha superado todo tipo de inconvenientes.

Lleva tres meses en cama. Su piel tiene ampollas. Le duele el cuerpo, el alma. Cuesta contagiarle esperanza, pero ella es una leona y se aferra a la vida. Lucha. Espera.

Estoy desesperada, como toda madre lo estaría. Porque la veo ahí, en esa cama, le cambiaría el lugar y daría mi vida por volver a verla despertar en casa, rodeada de sus amigas, escuchando música y pintando.

Justina hizo que muchos se inscriban como donantes de órganos en el INCUCAI. Les agradezco enormemente a todos los que verificaron y se registraron. A todos los que difunden su campaña. A todos los que rezan, envían buena energía. Pero necesito que todo se multiplique, una y mil veces más, que todos seamos donantes de órganos, que todos piensen en ella.

Y especialmente te pido a vos, de mamá a mamá, si te toca vivir el dolor más terrible de perder un familiar, acordate de mi hija Justina y de todos los que esperan. Podés tener el gesto de amor más grande que pueda existir y multiplicar ese familiar en 7 vidas.

El 9 de diciembre Justina cumple 13 años, sueño con ese día recuperándose en casa con el corazón ya trasplantado. Necesito creer en esa imagen, necesito saber que mi hija después de tanto sufrimiento va a tener un final feliz.

Se los suplico. Desde el lugar que les toque y como puedan piensen en ella.

Muchísimas gracias

Paola, la mamá de Justina”.