Creativo e inquieto, el artista que fue un inspirado cultor de la música electrónica pero además se asomó a la canción, utilizó apodos como Flav, Flavius, Isla de los estados, Trineo, Ocio, Roken y Resonantes para sus diversos proyectos.
Etcheto residía en Mar del Plata desde hace más de una década, poco tiempo después del accidente cerebro vascular (ACV) que su amigo Cerati padeció en Venezuela.
El destacado músico tuvo activa y protagónica presencia en los discos solistas de Cerati Bocanada y Siempre es hoy y tomó parte en Colores santos, el disco que el autor de “En la ciudad de la furia” compartió con Daniel Melero, otro de los artistas de su preferencia.
El lazo con el líder de Soda Stereo le permitió tocar junto a aquella banda y compartir otros proyectos como Ocio y Roken, en este último también se contaba al tecladista y cantante Leandro Fresco.
En su Instagram, Fresco lo despidió escribiendo “Amigo querido, sé que ahora mismo estás haciendo música junto a ya sabemos quien, lo que sí es seguro, nos volveremos a ver, gracias por todo Fla. Mis condolencias a su familia. Descansá en paz”.
Benito, el otro hijo de Cerati, utilizó su cuenta de Facebook desde donde expresó: “Flavius, qué tristeza me da tu partida. Gracias por hacer de la mejor música que tenemos y por ser hermosa persona”.
De Mar del Plata también es Azul Daffunchio, la mujer con la que vivía hace años y con la que contrajo matrimonio en agosto pasado y allí además se erige Casa del Puente, un activo sello independiente donde entre 2005 y 2019 publicó cinco de sus ocho álbumes en solitario, entre ellos Conjunción, Tríptico y Superbrillantes, su último registro.
El artista nacido en Buenos Aires en 1969 bajo el nombre completo de Flavio Lucio Máximo Fernández Etcheto, también cultivó la ilustración de cuentos infantiles, labor que asumió firmando como Lucio Fernández.
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