Un hombre de 40 años murió electrocutado en la iglesia San Expedito, de Garibaldi y Colón, cuando agarró el micrófono descalzo y con el cuerpo mojado.
La víctima fatal era una persona apreciada en el barrio, se llamaba Adrián y le decían “Piluso”. Vivíia en situación de calle y los vecinos de la zona le daban ropa y comida.
Adrián entró al templo este miércoles alrededor de las 19 cuando un grupo de personas estaba rezando.
Tras sufrir la electrocución, intentaron hacerle resucitación cardiopulmonar pero cuando llegó el personal médico el hombre ya estaba muerto.
Interviene el fiscal de Homicidios Culposos Walter Jurado.