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Murió el renovador del flamenco, Enrique Morente

A los 67 años, murió Morente, el primer cantaor  que ganó el Premio Nacional de Música y Medalla de Oro en Bellas Artes. Lo llamaban el Picasso del flamenco. Del rock de Lagartija Nick a las canciones de Leonard Cohen.

Madrid Enrique Morente, fallecido ayer en Madrid a los 67 años tras una operación de úlcera, fue uno de los grandes renovadores del flamenco y el primer cantaor galardonado con el Premio Nacional de Música (1994) y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2006). Nacido el 25 de diciembre de 1942 en el barrio del Albaicín de Granada, cerca de donde vivía junto a sus tres hijos, sus nietos -los hijos de la también cantaora Estrella Morente– y su mujer, Aurora Carbonell, tuvo afición por el flamenco desde muy chico.

Siendo un adolescente viajó a Madrid para abrirse camino y empezó a trabajar en tablaos clásicos de la capital española, como el Café de Chinitas, donde fue conocido inicialmente como Enrique «el Granaíno». Pero su salto a la profesionalidad tendría lugar al unirse al Ballet de Marienma, con el que actuó en la Feria Mundial de Nueva York en 1964. Pronto se relacionó con maestros como Manolo de Huelva, Pepe de la Matrona o Manolo Caracol, convirtiéndose en uno de los cantaores tradicionales más completos de su generación, como demostró en sus dos primeros discos, «Cante flamenco» (1967), con el guitarrista Félix de Utrera, y «Cantes antiguos del flamenco» (1968), con Niño Ricardo.

Su inquietud lo llevó a experimentar buscando la renovación en la mezcla de las distintas formas de expresión flamenca y desde «Homenaje flamenco a Miguel Hernández» (1971), adaptaciones de poetas como San Juan de la Cruz, fray Luis de León, García Lorca, Alberti, Machado o Guillén se convirtieron en una constante de sus letras.

El cantaor, que se vanagloriaba de ser el único capaz de cantar los «49 palos y medio» del «jondo», volvió al cante puro, con el «Homenaje a Don Antonio Chacón» (1977), por el que recibió el Premio Nacional de Música Popular, y «Morente-Sabicas» (1990). Primer cantaor galardonado con el Premio Nacional de Música (1994), se consolidó en el panorama vanguardista musical con «Omega», grabado en 1997 con Lagartija Nick, y su aproximación a la obra de Federico García Lorca «Poeta en Nueva York» y a las canciones de Leonard Cohen.

En 2002 presentó el espectáculo «África, Cuba, Cai», basado en la fusión de la música africana, cubana y el cante flamenco. Un año después, rindió tributo a la guitarra española en «El pequeño reloj», donde colaboraron guitarristas como Ramón Montoya, Tomatito o Niño Josele. En 2005 presentó «Morente sueña La Alhambra», en él, su gusto por la experimentación y la fusión recibió el Premio de Música (2006) al mejor álbum de Flamenco. Ese mismo año, actuó junto a Sara Baras y Vicente Amigo en el III Festival de Flamenco de Londres, en el que lo bautizaron como el «Picasso del flamenco». En su siguiente trabajo, «Pablo de Málaga» (2008), descubrió al Picasso poeta y puso voz a alguno de sus poemas.

Entre las distinciones recibidas figura la Medalla de Andalucía de 2005, en reconocimiento a su carrera dedicada al Flamenco así como a su divulgación por todo el mundo.

También recibió el Primer Premio del Certamen Málaga Cantaora (1967), el Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces de Jerez de la Frontera (1972), y el Galardón de Honor de los Premios de la Música (1988).

Este año actuó en el Festival de Cante de las Minas de La Unión (Murcia), en el que recibió el honorífico «Castillete de Oro», y actuó en los Jardines de Sabatini. El cantaor se encontraba inmerso en la preparación de un nuevo disco, «El barbero de Picasso», un nuevo homenaje al pintor malagueño.

«Nos ha dejado el cantaor que encarnaba la elegancia del flamenco en su máxima expresión», afirmó la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.

Agencia EFE/ Ambito Financiero.

El cantaor Morente en estado de muerte cerebral

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