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Hizo el Tubby de la Ópera

Murió el ingeniero químico Francisco Bellotti, amante del jazz y creador de 50 famosas golosinas

Tenía 93 años. Además de en Bagley, trabajó en empresas alimenticias como Fanacoa, Stani y Bonafide. Y durante 30 años condujo los domingos el programa In the Mood, en honor al éxito de Glenn Miller, por Radio Symphony


Apenas se recibió de ingeniero químico en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Francisco Bellotti comenzó a trabajar en un laboratorio farmacéutico y después en empresas alimenticias como Fanacoa, Stani y Bonafide. Y a Bagley, con la tarea inicial de “vestir a la Ópera”, a la que la firma consideraba la mejor oblea del mercado. De ese modo, aparecieron las Tubby, famosas golosinas de los 80 con hasta seis versiones. Su creador, y el de otros alrededor de 50 inventos comestibles, falleció el pasado fin de semana a los 94 años.

Al cabo de sus 60 años de trabajo, Bellotti creó más de 50 productos para Bagley, Fanacoa, Havanna y Stani. Se había graduado de técnico químico en la Escuela Técnica Otto Krause y siguió con la UBA. “Me llamaron y me dijeron «mire, tenemos acá la mejor oblea del mercado, la Ópera, pero es muy sonsa, hay que vestirla», me contrataron como gerente de desarrollo, empecé a probar opciones para vestirla y salió un Tubby”, relató el inicio de su gran derrotero en la profesión.

 

“Varios me dijeron que no iba a funcionar. Un gerente me dijo que no tenía gusto a nada y otro que el sabor era medio fulero. Por suerte no le di bola a ninguno”, contó sobre esa inicial creación, el Tubby. Bagley invirtió cerca de 400 mil dólares para la producción de la golosina y su campaña publicitaria, también recordada. El jingle era del rosarino Rubén Goldín: “Yo soy un Tubby que andaba solo en una ciudad pesada, hasta que un día encontré a una Tubby y quiso que la acompañara”, versaba el estribillo con la voz del músico yla cantante Claudia Brant. El spot se lanzó en 1984.

Hasta los 82 años, Bellotti continuó trabajando en la composición de recetas para golosinas. Luego de firmar su jubilación en Bagley siguió en la empresa hasta que la planta fue comprada por otra empresa. “No estaba de acuerdo con cómo trabajaban. Al alfajor Blanco y Negro siempre le pusimos almendras molidas arriba. Y un día, vienen los nuevos dueños y me dicen «habría que cambiarlo, porque la almendra es muy cara, habría que ponerle maní», y me negué, dije «yo eso no lo hago»”, contó el químico, celoso de la calidad de los productos que ideaba o intervenido.

Bellotti siempre vivió en la ciudad de Vicente López, en el norte del Gran Buenos Aires. En su casa conservaba los dibujos de sus creaciones.

 

Fanático del jazz y el swing, conducía un programa dedicado al género llamado In the Mood, en honor al éxito de Glenn Miller, que mantuvo todos los domingos, durante 30 años, hasta la pandemia, en Radio Symphony. Su pasión estaba centrada en las composiciones de las décadas de 1940 y 1950. Su colección de álbumes del género era impresionante: 19 mil CDs, se ufanaba. Estaban repartidos por segmentos en diferentes “discotecas” dispuestas en varios lugares de su casa.

 

 

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