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Tenía 90 años

Murió el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, Nobel de la Paz por su lucha contra el apartheid

Además de su activismo contra cualquier forma de racismo, fue un activista por los derechos LGTBIQ y apoyó el reclamo argentino por la soberanía en las islas Malvinas


El arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu murió este domingo a los 90 años en Ciudad del Cabo, después de haber pasado un mes internado por una infección y tras años de complicaciones en la salud.

Tutu había nacido en 1931 en Matlosana, Sudáfrica. Era hijo de una trabajadora doméstica, Aletta Tutu, y de un maestro, Zachariah Tutu. Se recibió de maestro en 1953 y en 1958 ingresó al St. Peter’s Theological College de Rosettenville para formarse como sacerdote.

Fue ordenado en 1961 y seis años más tarde se convirtió en capellán en la Universidad de Fort Hare. Después vivió en el pequeño reino africano de Lesotho y en Gran Bretaña. Volvió a Sudáfrica en 1975, y allí emprendió un contundente activismo contra la segregación racial.

Tutu viajó por el mundo y se reunió con los principales líderes políticos, el secretario general de Naciones Unidas, el Papa y otros líderes religiosos. En 1986, se transformó en el primer arzobispo anglicano negro de Ciudad del Cabo.

 

El neutral está del lado del opresor

En sus discursos, Tutu proponía construir “una sociedad democrática y justa, sin divisiones raciales”, con igualdad de derechos civiles para todos. “Si eres neutral en situaciones de injusticia, es que has elegido el lado opresor”, decía.

En 1994, el arzobispo fue encargado de presentar al primer presidente negro de una Sudáfrica sin el régimen del apertheid: Nelson Mandela.

Durante el Gobierno de Mandela, Tutu fue designado presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, organismo creado por la ley para la Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación, de 1995, que tenía el objetivo de llevar justicia a quienes fueron víctimas de las políticas del Apartheid. El primer informe de ese cuerpo fue terminado en 1998 y entregado a Mandela.

El sistema racista había sido impuesto en Sudáfrica en 1944. Fue el presidente Frederik de Klerk –fallecido el mes pasado y Premio Nobel junto a Mandela– quien en 1991 puso fin a ese sistema después de reunirse con representantes de las comunidades étnicas del país.

En 2010, Tutu anunció que se retiraba de la escena pública para pasar tiempo con su familia. “Ha llegado el momento de frenar, de beber té con mi adorada esposa por las tardes, de ver cricket, de viajar a visitar a mis hijos y nietos en vez de asistir a conferencias y convenciones”, dijo en ese momento.

Sus últimas palabras públicas habían sido en un breve video emitido el día de su 90 cumpleaños (el 7 de octubre último) durante una conferencia virtual en su honor de la que participaron, entre otros, el máximo líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, y la activista mozambiqueña y viuda de Nelson Mandela Graça Machel.

 

Dolor en Sudáfrica y el Vaticano

“El fallecimiento del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de duelo para nuestra nación que despide a una generación de sudafricanos excepcionales que nos legaron un país liberado”, afirmó este domingo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al anunciar la muerte del religioso anglicano.

Desmond Tutu fue uno de los cinco premios Nobel que en 2012 presionaron a Reino Unido para que negocie con la Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

Las autoridades de Ciudad del Cabo iluminarán de púrpura, a partir de la tarde-noche de este domingo y durante toda la semana que viene, el Ayuntamiento y la emblemática montaña de la Mesa que domina la ciudad, en honor del arzobispo emérito.

“Mientras nuestra ciudad lamenta el fallecimiento del Arzobispo Desmond Tutu, el “Archi” (como se le conocía cariñosamente), también queremos celebrar al hombre que dedicó su vida a hacer de nuestro país un lugar más justo, humano y pacífico para todos”, declaró el alcalde de Ciudad del Cabo, Geordin Hill-Lewis.

El papa Francisco expresó su “tristeza” por la muerte de Tutu y destacó su rol en la “promoción de la igualdad racial y reconciliación” en su país, al recordar la figura del Premio Nobel que fue una de las inspiraciones para su última encíclica.

“Su Santidad el papa Francisco se entristeció al conocer la muerte del arzobispo Desmond Tutu, y ofrece condolencias de corazón a su familia y seres queridos”, planteó el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, en un telegrama enviado este domingo al nuncio apostólico de Sudáfrica, Peter Wells.

“Consciente de su servicio al Evangelio a través de la promoción de la igualdad racial y la reconciliación en su Sudáfrica nativa, Su Santidad encomienda su alma al amor misericordioso de Dios todopoderoso”, agregó la misiva dada a conocer por la oficina de Prensa de la Santa Sede.

Luchador contra la homofobia

Tutu fue un activista comprometido con los derechos humanos y un activo defensor de los derechos de las comunidades LGBTIQ, lo que le valió la crítica de muchos de sus pares en el mundo eclesiástico.

“No adoraría a un Dios que fuera homófobo”, aseguró en 2013 durante el lanzamiento de una campaña a favor de los derechos de las personas LGBTQ en Ciudad del Cabo. también se había expresado en favor de la eutanasia.

 

Las Malvinas

Tutu adhirió en 2012 a una campaña impulsada por el también Nobel Adolfo Pérez Esquivel que buscaba reunir a quienes habían recibido el mismo premio, de cuatro continentes, para exigir al entonces primer ministro británico, David Cameron, que atendiera el reclamo argentino de soberanía de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.

La solicitada fue firmada también por la irlandesa Mairead Corrigan Maguire, la guatemalteca Rigoberta Menchú, la estadounidense Jody Williams y la iraní Shirin Ebadi.

 

Inspiración prar el Papa argentino

El papa Francisco destacó que Tutu fue una de las personas que lo inspiró al momento de escribir su última encíclica, Fratelli tutti, en 2020.

“En este espacio de reflexión sobre la fraternidad universal, me sentí motivado especialmente por san Francisco de Asís, y también por otros hermanos que no son católicos: Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma Mohandas Gandhi y muchos más”, afirmó el pontífice.

 

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