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Mundo Spurs: un viaje a la intimidad de la franquicia

Por Rodrigo García Squetino.- Vivir dentro del universo de un equipo de la mejor liga de básquet puede resultar una experiencia única. El fanatismo por Manu Ginóbili


Por Rodrigo García Squetino, especial para El Hincha*

“Son parte de la vida real”, dice el conductor del remis que me lleva al aeropuerto de San Antonio, en el final de mi estadía. Estamos hablando de los jugadores de los Spurs. “Los podés ver en el supermercado o en el shopping, siempre bien predispuestos para sacarse una foto o firmar un autógrafo”, amplía.

El aspecto humano es esencial para la franquicia y se refleja en todos sus componentes, desde las máximas estrellas del equipo de básquet hasta el último de los empleados. Calidez que no es tan común en el mundo NBA. En esa misma línea, la continuidad, dentro y fuera de la cancha, de un grupo compacto de talentosos profesionales, que realizan un trabajo de excelencia sin perder la humildad, ha convertido a los Spurs en una organización exitosa.

Marianela Oroño, la esposa de Manu Ginóbili, ejemplifica sobre el valor que le dan a las personas involucradas en esta gran familia. “Cada vez que el equipo clasifica para los playoffs a todas las mujeres nos mandan un ramo de flores y un regalo. Siempre con mensajes: ‘Sin su compañía esto no sería posible’. Son pequeños gestos que suman muchísimo. Están en todos los detalles”.

Todas las facilidades

Esos detalles de los que habla la mujer de una de las tres máximas figuras de la franquicia, se extiende a los seguidores. “Durante el partido hacemos todo en función de los fans. Hay que atenderlos para que disfruten del show. Todos los empleados de la organización tenemos que ayudar si un fan necesita algo”, cuenta Ben Hunt, responsable de la página web y las redes sociales. Es durante la “Social Media Night”, una jornada especial dedicada a los seguidores de las diferentes redes sociales, que tuvieron descuentos en las entradas, remera de regalo y una charla con el alero Danny Green en la previa del partido.

En los tiempos muertos y al finalizar cada cuarto, siempre hay actividad en el parqué o a través del cubo de leds, herramienta fundamental para la interacción con el público. Nunca se detiene el show, entre la voz del estadio, la música, los videos, las Silver dancers y hasta un grupo de abuelas que bailan y se ganan todos los aplausos.

Cuidar a las personas

Esa es la prioridad en los Spurs y bien podría ser la definición ideal para una reflexión final. Todos están contentos y motivados, cada uno desde su rol. Y la gigantesca maquinaria de entretenimiento no falla. La NBA es un show deslumbrante. Entre tantas luces y dinero de por medio, los Spurs, como pocos, priorizan el sentido de pertenencia y las buenas conductas. Alcanzaron la gloria desde la unión de todos sus componentes. Durante una semana de convivencia conocí algunos de los secretos y fui testigo de la generosidad y el trabajo en equipo de una de las franquicias más exitosas del deporte mundial. Agradezco infinitamente que me hayan permitido vivir esta experiencia inolvidable.

(*) Jefe de prensa de la Confederación Argentina de Básquet

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