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En debate

Multarán a negocios que vendan medicamentos

El Concejo analiza endurecer la ordenanza que prohíbe la venta de remedios por fuera de las farmacias.


El Concejo Municipal comenzó a debatir ayer un proyecto mediante el cual se multará a los comercios que, sin ser farmacias, venden medicamentos. La propuesta fue presentada por la edila del oficialismo Verónica Irízar y tuvo una repercusión favorable entre los integrantes de la comisión de Salud y Acción Social.

Si bien ya existe la prohibición, la iniciativa –presentada por inquietud del Colegio de Farmacéuticos–, introduce un artículo para la inclusión de sanciones económicas. El expediente retornó a Gobierno, la comisión original, para su despacho definitivo.

Por lo pronto, la mesa de trabajo integrada por Agustina Bouza, Carlos Cossia, Osvaldo Miatello, María Eugenia Schmuck y Pedro Salina le dio el visto bueno.

Esta práctica viene de vieja data, y cada tanto se renueva la queja de los farmacéuticos por esta situación que no logra corregirse. La venta de cualquier tipo de droga está prohibida por leyes nacionales, provinciales y también por ordenanza local. Lo que se busca ahora es aplicarle una sanción económica, a definir, al comercio que incurra en esta ilegalidad.

Negocios como quioscos, minimarkets o supermercados manejan entre un 20 y 30 por ciento de la venta, liderada por analgésicos, antiácidos y antiinflamatorios. En el ambiente de los farmacéuticos se denomina esta práctica comercial como “canal K”, en referencia a la venta en “kioscos”.

Cannabis medicinal

En la reunión de ayer de la comisión de Salud, los ediles recibieron a dos integrantes de la organización no gubernamental denominada Mamá Cultiva.

Las mujeres relataron su experiencia en el uso reciente de aceite de cannabis para tratar las patologías que sufren sus hijos, uno de ellos con epilepsia retractaria y el otro con espectro autista. Ambas aseguraron que el tratamiento “arrojó resultados muy positivos” que incluyeron el abandono de otras drogas que se les administraban y que los sometían a numerosos efectos secundarios.

“Queremos que se nos permita el autocultivo y que se nos brinde protección porque nosotras no somos narcotraficantes, estamos intentando mejorar la calidad de vida y la salud de nuestros hijos”, expresaron.

Una de ellas explicó que para lograr la producción de aceite de cannabis se necesita una importante cantidad de plantas, que los tratamientos incluyen diferentes cepas, no sólo porque no todas sirven para todas las patologías sino porque se deben alternar.

“No estamos en contra de los laboratorios pero también queremos que se nos permita cultivar en nuestros hogares sin ser perseguidas, además de elegir cuál es el tratamiento mejor para nuestros hijos”, señalaron.

Al respecto, Schmuck recordó que en el Congreso Nacional se está tratando un proyecto para que los laboratorios puedan producir el aceite de cannabis. “La gran apuesta es incluir el autocultivo, justamente porque se hace de una producción de manera natural, y la protección de las mamás”, consideró.

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