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Mujica, “dispuesto a parar el fútbol” por la violencia

El presidente de Uruguay analiza parar el fútbol por la violencia en los estadios de su país, agravada tras los incidentes en el partido de Nacional ante Newell’s del último miércoles, por la Copa Libertadores de América.


mujica-dentroLa actividad del fútbol uruguayo está al borde de la suspensión luego que el presidente José Mujica ordenara retirar a la Policía de los dos principales estadios de fútbol del país por una violenta trifulca entre hinchas y fuerzas de seguridad el pasado miércoles.

“El que calla otorga. Y nos parece que llegó el tiempo de no seguir otorgando, que llegó el tiempo de poner la verdad verdadera por más fea que sea arriba de la mesa y poder enfrentarla porque el fútbol es demasiado importante para el subjetivo del pueblo uruguayo”, dijo el viernes Mujica en su audición radial semanal

“Habla el presidente”, al explicar su decisión, anunciada en la noche del jueves.

Mujica ordenó en la noche del jueves retirar a la Policía de los dos principales estadios de fútbol de Montevideo, el Centenario y el Parque Central, utilizados por los “grandes” Peñarol y Nacional, por incidentes ocurridos en el duelo entre Nacional y el argentino Newell’s Old Boys en la noche del miércoles por la Copa Libertadores de América.

La medida adoptada por el presidente fue cuestionada por los clubes del fútbol uruguayo.

“No soy partidario de que los poderes del Estado se inmiscuyan en el deporte, mucho menos en el fútbol. Este debe gozar de su libre albedrío. Tiene su política, su gente, su especialidad. Hay camadas de militantes por sostener el deporte, particularmente el fútbol, que es para los uruguayos algo así como una tarjeta de identidad. Pero todo tiene límites y en definitiva a veces la realidad nos impone sacudones fuertes”, añadió.

El mandatario indicó que hay que “empezar a reaccionar como sociedad, como país”.

Al finalizar el encuentro por la Copa Libertadores, en el que venció el conjunto argentino 4-2 a Nacional de Montevideo, un grupo de hinchas del local se enfrentó con efectivos policiales provocando destrozos en el mítico estadio Centenario con un saldo de 40 detenidos y decenas de policías e hinchas heridos.

Más de 700 butacas fueron arrancadas, entre otros destrozos.

“Acudimos a que la policía nos dé seguridad, pero cuando la policía tiene que reprimir… ¿dónde se ha visto que toda represión de masas sea pura? Es imposible. Terminamos inculpando a trabajadores que están allí como estacas cumpliendo su obligación y esto no tiene fin, nos perdemos en una multitud de acusaciones y futilidades”, opinó el viernes Mujica sobre la polémica que se generó sobre la represión aplicada por la Policía.

“Mala señal”

Mientras la Asociación uruguaya de Fútbol (AUF) analiza si suspende un partido entre Defensor Sporting y Racing previsto para la noche de este viernes, la decisión presidencial fue rechazada por los clubes.

“Es una mala señal que se detenga el fútbol por 200 delincuentes disfrazados con la camiseta de Nacional. Si paramos el campeonato por falta de guardia policial esta gente se va a sentir cada vez más protagonista”, dijo a El Observador el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani.

En Nacional, que deploró en un comunicado “los hechos repudiables” ocurridos en el Centenario y los “desbordes de la fuerza pública”, el presidente Eduardo Ache sostuvo al mismo diario que “si bien hay hechos condenables de los hinchas, la Policía debería prestarle más atención a ciertas cosas que pasan en los procedimientos”.

Damiani y Ache fueron citados por Mujica, junto al presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, para un encuentro esta tarde para analizar el tema.

“La idea es que los actores que tienen algo que ver con este tema de la violencia en e deporte tomen algún tipo de medida que sea efectiva”, dijo a periodistas el viceministro del Interior Jorge Vázquez.

“Nosotros hicimos un gran esfuerzo: del otro lado tiene que haber una respuesta, y no la hay”, criticó.

En enero de 2013, la actividad en el fútbol se suspendió durante 10 días por incidentes en el primer clásico amistoso del año. Un mes más tarde, los destrozos ocurrieron durante un partido entre Peñarol y el argentino Vélez Sarsfield.

Pese a que se anunciaron muchas medidas para mejorar la seguridad en los estadios, desde entonces hasta ahora solo se aprobó una ley de faltas y se puso en marcha un plan de venta de entradas con identificación.

En enero, la justicia uruguaya procesó sin prisión a nueve jugadores de Nacional y Peñarol, que quedaron impedidos de participar o presenciar encuentros durante 60 días, por participar de una pelea en un clásico amistoso.

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