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Mujeres con derecho a voto

“No queda sitio para los recalcitrantes”, afirmó en Arabia Saudita el rey Abdalá al conceder el sufragio femenino, en un acto que busca modernizar el país y procura eludir las revueltas que agitan la región.

El rey Abdalá de Arabia Saudita concedió ayer el derecho de voto a las mujeres, una decisión histórica en este reino ultraconservador donde no pueden conducir y necesitan a un tutor para viajar y donde, de todas formas, las votantes sólo se pronunciarán en las municipales.

Las saudíes tendrán que esperar, eso sí, a las próximas elecciones municipales parciales, previstas en 2015, para depositar su voto en las urnas.

El monarca, que intenta modernizar una sociedad ultraconservadora, también decidió que las mujeres estén representadas en el Majlis al Shura, una asamblea consultiva cuyos miembros son designados por las autoridades.

“A partir del próximo mandato, las mujeres tendrán derecho a presentarse a los concejos municipales y tendrán derecho de voto, en el marco de los principios del Islam”, declaró el rey durante la apertura de la nueva sesión del Majlis al Shura en Riad, refiriéndose a las municipales de 2015.

El jueves de esta semana habrá elecciones municipales en el reino, las segundas en la historia del país, pero las mujeres están excluidas de las mismas. En estos comicios se elegirá a la mitad de los 285 miembros de los concejos. La otra mitad es nombrada por las autoridades.

“Hemos decidido además que las mujeres puedan participar en el Majlis al Shura, en calidad de miembros, a partir del próximo mandato”, agregó el rey, alzándose así en contra de la “marginación” y a favor de “una modernización equilibrada” de la sociedad saudí.

Según fuentes oficiales, el Majlis al Shura había recomendado autorizar el voto de las mujeres, pero sin que pudieran presentarse a los comicios locales dentro de cuatro años.

“Una modernización equilibrada, conforme con nuestros valores islámicos que defienden los derechos, es una demanda importante en este siglo en el que no queda sitio para los recalcitrantes”, afirmó el rey en una aparente alusión a los fundamentalistas islámicos que, en nombre de la religión, se oponen a toda mejora del estatus de las mujeres.

“Es una decisión histórica”, reaccionó Manal al Sherif, una joven militante saudí que pasó diez días detenida en mayo por haber defendido el derecho de las saudíes a conducir un coche en el reino.

“Por primera vez, las mujeres compartirán la toma de decisiones”, dijo, y añadió: “Lo esencial, es que esas decisiones se apliquen”.

Los activistas de derechos humanos llevaban años reclamando el derecho de voto para las mujeres en el reino, cuya legislación se inspira en una versión rigorista del Islam.

“Es por el bien de nuestra patria y de los ciudadanos que no nos detenemos ante los avatares del siglo. Debemos echar mano de nuestra determinación y de nuestra paciencia (…) para superarlos”, declaró el rey en su breve intervención ante el Majlis al Shura.

“Rechazamos la marginación del papel de las mujeres en la sociedad saudí en todos los ámbitos”, dijo, y aclaró que decidió conceder el derecho de voto a las mujeres “tras consultar” con varios ulemas.

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