Espectáculos

Foro de Cine y Perspectiva de Género

Mujeres cineastas se hicieron escuchar en Mar del Plata

En el marco del 33° Festival Internacional de Cine, unas trescientas mujeres se reunieron para visibilizar la enorme desigualdad que existe en la industria con respecto a las mujeres y elaborar estrategias para solicitar al Estado la garantía de políticas con perspectiva de género


La 33ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se acerca a la mitad de su recorrido y quizás la historia algún día lo recuerde bajo el liderazgo de Cecilia Barrionuevo, primera directora artística mujer del encuentro, como el que comenzó a oficializar una problemática muy profunda en la industria del séptimo arte (y de todas las industrias en general): la desigualdad de oportunidades entre varones y mujeres.

Así nació el primer Foro de Cine y Perspectiva de Género que entre domingo y lunes reunió a unas trescientas personas de todo el país y el mundo en el Tronador Concert con un llamado colectivo a repensar y empezar a mirar hacia adentro para institucionalizar el debate, repensar la subjetivad de las mujeres y construir el feminismo sin negar al varón sino al machismo. Un foro que no sólo buscó sensibilizar, concientizar y visibilizar la enorme desigualdad que existe hoy en la industria del cine con respecto a las mujeres sino que trabajó para elaborar nuevas estrategias para solicitarle al Estado que garantice políticas de discriminación positiva con perspectiva de género. Entre las propuestas surgió la necesidad de implementar una ley de cupos y paridad e iniciar la participación de las mujeres en espacios de poder para que se establezcan marcos normativos que garanticen la igualdad que las mujeres del cine vienen reclamando en diversos encuentros nacionales desde hace más de tres décadas.

“Hace 33 años que las mujeres venimos juntándonos en los Encuentro Nacionales de Mujeres y en el año 33 del festival recién se institucionalizó este espacio que antes se daba de manera informal”, dijo en ese sentido la moderadora del panel Analía Barrionuevo.

Por la paridad y la inclusión de la mujer en el cine

La propuesta fue histórica y conmovedora para sus participantes y como hecho simbólico desde Argentina al mundo. Histórica no sólo en su espíritu y marco en que se llevó a cabo sino por sus objetivos y resultados que abrieron el debate para reflexionar acerca de los estereotipos en la industria cinematográfica delante y detrás de cámara y plantear acciones transformadoras. Y conmovedora porque el encuentro, en tiempos de individualidad, logró forjar la resistencia en la unión, la fuerza, la sororidad y la solidaridad. La causa es común y no distingue sexos; une, invita y reafirma una lucha que debe ser colectiva.

Una de las más importantes acciones que quedó como conclusión fue una carta de intensión para el 2020 firmada por el vicepresidente del Instituto Nacional de cine y Artes Audiovisuales (Incaa) Fernando Juan Lima y Cecilia Barrionuevo, para favorecer la inclusión y la paridad en el cine en línea con lo que ocurrió este año en otros festivales internacionales categoría A como el de Cannes y San Sebastián.

La carta por la paridad y la inclusión de la mujer en el cine indica que el Festival de Mar del Plata asumirá el compromiso de compilar estadísticas desapegadas por género tanto las que se refieren al número de películas recibidas para su selección como a las elegidas y programadas. Esto apuntará a disponer de datos fiables sobre la presencia de proyectos liderados por mujeres en el festival. Asimismo se compromete a hacer pública la lista de miembros de comités de selección y programación, establecer un calendario de cambios en los órganos ejecutivos del festival para alcanzar la paridad en el actual período de mandato y realizar una comunicación anual sobre los progresos realizados.

“Desde el Incca venimos trabajando, hay mucho camino andado y resoluciones concretas más allá de lo mucho que seguiremos andando. Todas las resoluciones que salieron este año tienen establecido que haya una diversidad en cuanto a los géneros que conforman los cuerpos colegiados. No basta la igualdad en el número, hacen falta medidas positivas a través de puntajes y mayores fondos. Hay que favorecer la participación de las mujeres en nuestro cine. La curva positiva tiene que ser más brusca, más evidente”, dijo Fernando Juan Lima en la jornada de cierre del foro.

Apertura y visibilización

“Estamos institucionalizando un espacio para problematizar cuestiones de género y de diversidad en el cine”, comenzó indicando Barrionuevo el domingo en el inicio del encuentro, reafirmando que “se trata de un camino que se inicia”. Del primer encuentro, además de la propia directora artística, participaron en carácter de expositoras las actrices Calu Rivero, Muriel Santa Ana y Noemí Frenkel, la filósofa Esther Díaz, la realizadora Valérie Massadian y la actriz trans brasileña Julia Katherine en un panel moderado por la coordinadora del Programa de Género de la Universidad de Córdoba, Analía Barrionuevo. Entre las asistentes, además de referentes de colectivos de mujeres, estuvieron las actrices Mercedes Morán, Jazmín Stuart, Marina Glazer y Maite Lanata, y la actriz y directora María Alché.

La jornada se destinó a revisar los estereotipos en los contenidos del cine y su posible deconstrucción. “La sociedad aceptó que la mujer tiene el papel de segundona”, fue una de las reflexiones de Esther Díaz, filósofa y protagonista de la película Mujer nómade de Martín Farina. Y opinó que el machismo, “de ninguna manera es un problema de los varones, sino que es una categoría que atraviesa a toda la sociedad”.

La filósofa y docente universitaria recordó que la lucha de las mujeres viene del siglo XIX pero, desde hace unos años, “creció el involucramiento de la gente joven”. En relación con la discusión en el Senado por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, afirmó que se perdió “frente a un grupo de reaccionarios” pero se ganó en visibilidad y en la sociedad. “Estamos luchando por la equidad y el cine tiene mucho que ver en eso. Yo me subjetivé con el cine estadounidense pero nunca me enganché con los modelos que le asignaban a la mujer”, expresó.

A su tiempo, la brasileña Julia Katherine (Lembra mais dos corvos) tuvo una intervención conmovedora: “Desde muy chiquita quise ser actriz y lo pude lograr hace poco. Cuando pienso que el año que viene no lo podré hacer más me produce mucha tristeza. Todos los logros en Brasil de la población trans, travesti y LGBTI están en riesgo de dejar de existir (tras el triunfo de Bolsonaro en las elecciones presidenciales). Las mujeres trans en el cine de Brasil tienen una participación muy reciente y somos pocas; estamos viviendo una pesadilla. Me venía sintiendo muy mal, ahogada y ahorcada, pero estar acá fue el aire que necesitaba para seguir respirando”.

Por su parte, la cineasta franco-armenia Valérie Massadian invitó a todas las realizadoras a utilizar la sensibilidad para hacer un cine consciente, y habló de la construcción colectiva como arma para enfrentar el machismo en la industria y en otros ámbitos. “Cuando quise hacer mi primera película, primero me acosaron, después me trataron de explicar cómo se hacía; entendí que la única manera era aliándome con otras mujeres, creando un sistema dentro del sistema”, repasó.

“Los hombres realizadores muchas veces tienen estos retratos simplificados a la estupidéz que muestran a la mujer como una función, reduciéndola a la pequeñez”, continuó la cineasta que resaltó que si se analiza el cine entre los años 30 y 60 se verá que hay muchísimos roles de mujeres fuertes como Bette Davis: “Son mujeres que tienen sexualidad, cerebro, ambigüedad y matices”, dijo.

Noemí Frenkel, que integra el colectivo Red Federal de Actrices Argentinas, destacó que el 66 por ciento de las mujeres argentinas son acosadas al querer ingresar al mundo laboral e instó a las actrices a animarse a contar otras historias: “Las actrices, unidas y empoderadas, tenemos la posibilidad de hacer foco en otro tipo de personajes, dirigirnos a un público que busca otros discursos”, dijo. Y reafirmó: “Estamos tratando de ocupar nuestro legítimo lugar de sujetos de la experiencia, de la producción de contenidos que manifiestan un mensaje propio distinto que implica repensar lo que venimos experimentando en el contexto del cine en donde se juega la disputa por los lugares de poder hacer y decir”.

La actriz Calu Rivero aportó parte de su experiencia de participar en castings. Dijo que los roles disponibles para mujeres “eran terribles”. “Mi primer papel fue una chica divina, malcriada, que sólo quería comprar ropa. Más tarde, estuve cinco años sin actuar porque me crucé con una persona que no pudo valorarme como actriz. Y ahí empezó el crecimiento”, dijo.

Rivero reveló que, mientras trabaja en una ficción de Telefé, prepara una nueva película que será dirigida por su madre: “Ya tenemos el guión. Hablando con ella, dijimos ¿por qué no la hacemos nosotras?”.

Muriel Santa Ana dijo poco después que “toda actriz está expuesta a violencias y es muy difícil no ceder ante esas violencias. Ser actriz en algún momento significó libertad porque actuar es una manera de ser libre y puede ser una resistencia”.

Una foto polémica

Tras dos horas de exposiciones, una fotografía conjunta de todas las expositoras y de gran parte de los asistentes generó un hecho inesperado: “A la cuenta de tres gritamos «clítoris»” se escuchó de frente a las cámaras. La ronda de debate se inició sobre ese gesto: “Quiero problematizar con algo que acaba de pasar. Yo como mujer trans no me sentí identificada con el grito «clítoris». Me parece que es importante que tengamos en cuenta que todos somos seres humanos y que la mujer no es, solamente, por una característica biológica u órgano genital”, dijo Julia Katherine. Y opinó: “Éste es un momento clave para que todas podamos unirnos y entender que todas somos mujeres, trans, no-binaria, mujer en sí; tenemos que unirnos para transformar este momento en algo bueno”. Mas tarde, desde el foro se recibieron propuestas para que el próximo “grito” sea «orgasmo», “algo que nos iguala a todas y a todos”, se acordó.

Las desigualdades detrás de cámara

La actividad continuó el lunes con una temática menos visible para las grandes audiencias: las desigualdades que se generan en el quehacer audiovisual desde los roles detrás de cámara que contó con la participación de Lucrecia Martel, Florencia Etcheves y Marina Glezer. Y con la asistencia, entre otras, de Marcela Marcolini (Mujeres Acción), Camila Fanego (Colectivo Técnicas), Silvana Di Francesco (Mua) y Julieta Bilik (Colectivo Cineastas).

“Tenemos negado el acceso a los puestos de poder y toma de decisiones. Y los roles para las mujeres se concentran en asistencia de dirección, jefatura de producción, locaciones, dirección de arte, vestuario, maquillaje y peinado. Las mujeres no accedemos a ser directoras de fotografía y quedan en roles intermedios”, aportó Camila Fanego.

“Son muchas las mujeres que forman parte del audiovisual en Argentina y no tienen acceso. Hay que escuchar a las mujeres de otras provincias que están laburando mucho. Nos encantaría que el año próximo se pudiera hablar del Encuentro Federal de Mujeres Audiovisuales en Mar del Plata”, propuso por su parte la guionista cordobesa Marcela Marcolini.

Experiencia rosarina ovacionada

“Mis compañeras no están acá porque están rodando”, comenzó expresando con orgullo la rosarina Nora Araujo del colectivo Mujeres Audiovisuales de Rosario. Y comentó que el set de filmación de la serie que están filmando está compuesto por cuarenta mujeres cineastas de Rosario. Y que, ademas, temáticamente abordan el amor de las jóvenes lesbianas.

En su participación, Araujo definió al grupo que integra como “una organización política”, y contó que nació en mayo de 2017. “Es un grupo plural que se propone una autoconstrucción y se define como feminista y federal. Hablamos de una doble resistencia”, contó la cineasta.

“Para las Mujeres Audiovisuales de Rosario el tema candente hoy es la búsqueda de paridad. Estamos impulsando un proyecto de ley que ya fue tratado, que tiene sanción favorable, que ya pasó por la Comisión de Cultura y estamos esperando que nos escuchen en la de Asuntos Constitucionales para buscar paridad en los puestos de trabajo”, dijo Araujo a El Ciudadano. Y destacó que el pedido es mundial: “Necesitamos que en la industria audiovisual se refleje la diversidad”.

La cineasta también celebró la realización del primer Foro de Cine y Perspectiva de género y señaló que se trata de una “conquista placentera”, al tiempo que dijo que lo que se expresó durante estos dos días en Mar del Plata forma parte del ADN actual de la sociedad: “Lo que se vivió fue una foto por momentos gloriosa y triunfante de lo que ocurre. Si nosotras miramos el mundo se transformará”, concluyó.

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