Una uniformada de la Policía Comunitaria junto a un hermano y otro joven quedaron detenidos este jueves por la mañana luego de que cometieran dos asaltos, uno se registró en La Paz al 6200 y el otro en avenida Provincias Unidas al 2300, según informaron desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe. Voceros de prensa de la cartera indicaron que el ministro Maximiliano Pullaro ordenó a la Secretaría de Control iniciar el proceso de administrativo de destitución de la mujer policía.
De acuerdo con fuentes de la Unidad Regional II, el primero de los asaltos ocurrió alrededor de las 7 en La Paz al 6200 cuando dos desconocidos interceptaron a Sergio O., de 53 años, y tras amenazarlo –en el parte policial no especificaron si contaban con un arma– le sustrajeron su vehículo Fiat Argo. Los asaltantes aceleraron por Barra, hicieron una cuadra y volvieron a doblar por Viamonte hacia el oeste. No conformes con el botín y a los diez minutos, la dupla sorprendió a María Cristina I., de 31 años, cuando esperaba el colectivo por la esquina de Viamonte y la avenida Provincias Unidas. Tras amenazarla de muerte, le robaron su mochila, detallaron los voceros.
Apenas recibieron las alertas de las víctimas al 911, los policías organizaron un operativo cerrojo y lograron dar con la dupla, la cual iba a bordo del Fiat robado por Monte Flores y Colombia (a cuatro cuadras de donde habían cometido el último asalto). Tras una breve persecución de dos cuadras, los uniformados cercaron al automovilista en México y Viamonte. El conductor se bajó e inició la fuga a la carrera mientras que los policías atraparon a un joven dentro del vehículo.
El personal policial fue testigo de cómo el segundo sospechoso –conductor del rodado– se subió a los pocos metros un Peugeot 206 conducido por una joven, quien apenas constató que el muchacho estaba en el asiento del acompañante, aceleró. Con los patrulleros por detrás por tres cuadras, la conductora tuvo que frenar la marcha en México al 2500, donde luego se determinó que era el domicilio del hermano de la joven.
Los policías se llevaron una sorpresa en sede policial cuando descubrieron que la detenida, identificada como Evelin Fleitas, de 24 años, era una colega que estaba en funciones en la Policía Comunitaria. La muchacha fue atrapada junto con su hermano Elías, de 21.
El primero de los apresados resultó ser Gonzalo F., de 19, sin ningún parentesco los hermanos, describieron los voceros para agregar que tras los operativos secuestraron el Peugeot 206, los tres teléfonos celulares de los sospechosos, un Smartwatch, dinero en efectivo, una caja de herramientas, el Fiat Argo y la mochila de la víctima.
Un dato que llamó la atención fue que, por las características de los dos asaltos, los pesquisas no hayan hallado arma alguna, tanto de fuego como blanca.
Con antecedentes similares
Los investigadores también constataron que el hermano de la mujer policía contaba con antecedentes en jurisdicción de la comisaría 32ª en la zona donde los atraparon y en la subcomisaría 22ª por hechos ocurridos desde 2015 hasta junio de 2018.
Entre ellos figuran: portación de arma de fuego, encubrimiento de robo, tentativa de robo calificado y portación de arma de fuego de uso civil –en la sub 22ª de 2016 y por el que obtuvo una condena a tres años de prisión–. Además, tenía una acusación por robo calificado 2017 de la 32ª y en 2018 en la misma sede policial por lesiones mutuas.
En tanto, la joven policía y el otro muchacho no registraron antecedentes penales, de acuerdo con el parte.
El caso caratulado como robo calificado con arma de fuego no hallada quedó a cargo de la fiscal Raquel Almada, de la Unidad de Flagrancia y turno.
La destitución
El procedimiento quedó a cargo de la División Judiciales de la Unidad Regional II, cuyas autoridades dieron intervención a la Secretaría de Control de donde anunciaron que una vez que reciban las actuaciones administrativas y el trámite del pedido del pase a disponibilidad de la empleada policial, comenzarán con el proceso de destitución con las facultades que le otorga al ministro el decreto 3268/18 firmado el año pasado para agilizar los procesos de exoneración y “así poder avanzar hacia una mejor policía, donde quede claro que aquellos que quieran manchar el uniforme formando parte de acciones delictivas no lo puedan hacer, ya que no representan el espíritu de la fuerza”, cerró el parte de prensa del Ministerio de Seguridad.
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