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Giro en la causa

Muerte en el hotel: según peritaje Nara Acosta mandó mensaje a su pareja cuando éste se había ido

La mujer fue encontrada sin vida en el jacuzzi. Su pareja fue imputado por femicidio pero este viernes fue liberado tras pedido de su defensa, que acompañó estudio pericial donde figuran mensajes que ella le mandó luego de que el hombre abandonara la habitación


La pareja de Nara Giselle Acosta, cuyo cuerpo fue hallado en el jacuzzi de la habitación de un céntrico hotel de la ciudad en abril pasado, fue excarcelado este viernes tras una audiencia de medida cautelar solicitada por su defensa, la cual mostró una prueba pericial telefónica que lo ubicó fuera del hotel al momento de la muerte de la mujer. El juez Pablo Pinto aceptó el pedido de los abogados del hombre y le dictó la libertad con restricciones para el empresario, quien sigue vinculado al proceso.

En la audiencia de este viernes que comenzó a las 9 el equipo de abogados, integrado por Lautaro Dentone, Facundo Ruilopez y Christian Saragusti, presentó como evidencia el peritaje al celular del imputado, que se hizo en un principio en forma privada por la defensa, y determinó que la víctima había mandado mensajes a su pareja luego de que el hombre abandonara el hotel.

En ese marco, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que esa pericia coincide con lo constatado por la Fiscalía tras el análisis del celular de la mujer, el cual encontraron en la habitación el 18 de abril pasado cuando encontraron el cuerpo. “Dichos mensajes fueron corroborados por pericias de impacto de antena y sectorización de telefonía celular, corroborando que el imputado se encontraba en su automóvil al momento de que dichos mensajes fueron enviados”, agregaron fuentes judiciales.

El caso 

El mediodía del 18 de abril pasado el cuerpo de Nara Giselle Acosta, de 33 años, fue hallado en el jacuzzi de un hotel ubicado en Santa Fe al 1600. El caso quedó en manos del fiscal Adrián Spelta y de las primeras investigaciones los pesquisas determinaron que la mujer había llegado con su pareja el 13 de abril, cuando se hospedaron hasta el lunes 18. Cerca del mediodía, una empleada de limpieza encontró a la mujer sin vida en el jacuzzi lleno de agua, a más de 36 grados centígrados.

De acuerdo con la pesquisa, ambos ingresaron a la habitación la tarde del 16 de abril y, al día siguiente, a las 11.49 las cámaras de seguridad tomaron que sólo se retiró el sospechoso, identificado como Ezequiel Maximiliano M., de 45 años, en el Volkswagen Vento en el que habían arribado.

Según relató la Fiscalía, ambos convivían en un country en Ingeniero Maschwitz, en la provincia de Buenos Aires, y mantenían una relación conflictiva que llevaba años.

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El fiscal dijo que tras retirarse del hotel el hombre volvió a su casa y luego se escondió en un departamento de la -Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), donde fue detenido el 4 de mayo. Esta versión fue desmentida por su defensa, la cual argumentó que el hombre fue encontrado en el departamento que está a su nombre y cuya dirección figura en su documento de identidad. Además agregaron sus abogados que las dos propiedades, el departamento y la casa del country, le pertenecen.

Los defensores contaron que, al enterarse de lo que pasó con su pareja, consultó con un abogado en Buenos Aires que hizo una presentación en aquella jurisdicción, la que era incompetente para intervenir, pero que hizo lo que cualquier persona hubiera hecho: “Contratar un abogado”.

La tesis fiscal

Para la Fiscalía, Ezequiel Maximiliano M., antes de salir de la habitación agredió a Nara Acosta que estaba en el interior del jacuzzi y luego se retiró. El 13 de mayo pasado, Ezequiel M. fue imputado por el delito de homicidio doloso calificado por el vínculo y por haberse cometido en un contexto de violencia de género: femicidio y el juez Pinto le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.

Entre las medidas que se llevaron adelante en el caso, el fiscal dispuso la correspondiente autopsia que constató que la mujer murió el 17 de abril, es decir entre 24 y 36 horas antes del hallazgo del cuerpo al mediodía del 18 de abril. Además, el informe forense indicó que no se pudo determinar la causa de muerte debido al avanzado estado de descomposición en que se encontraba el cadáver, ya que estuvo sumergido en ese lapso a una temperatura de 36 grados centígrados. A la vez, se solicitó una pericia de diatomeas, contó una fuente fiscal.

Los exámenes toxicológicos dieron cuenta de la presencia de estupefacientes en el organismo de la víctima. En cuanto a ello, la defensa a cargo de Dentone y Ruilópez dijeron que el hombre se retiró tras un desencuentro con la mujer y resolvió volverse a Buenos Aires el domingo.

El celular del hombre estaba en su poder y el de Acosta estaba secuestrado, ya que fue encontrado junto al jacuzzi. Entonces, la defensa resolvió hacer una estudio pericial en forma particular, porque la Fiscalía la solicitó por los canales normales y ello llevaría tiempo, dijeron.

Tras conocer los resultados, “se la presentamos al fiscal y propusimos hacerlo conjuntamente”, contaron los abogados.

De la información del celular surgió que entre la pareja hubo una serie de mensajes, que fueron enviados el 17 de abril a las 11.49, 12.39 y 12.39: los envió la mujer al hombre cuando éste ya se había retirado. Dichos mensajes fueron corroborados por peritajes de impacto de antena y sectorización de telefonía celular, corroborando que el imputado se encontraba en su auto al momento de que dichos mensajes fueran enviados y no en el interior del hotel, informó la defensa en coincidencia con lo informado por la Fiscalía tras la audiencia.

En cuanto a la autopsia, no arrojó causa de la muerte debido al avanzado estado de descomposición en que se encontraba el cuerpo. La defensa refirió respecto de este punto que independientemente de la determinación o no de la causa del fallecimiento, no se encontraron signos de violencia.

Pedido de libertad

Este viernes la defensa pidió una audiencia de revisión de la medida cautelar, en la que solicitó al juez Pablo Pinto el sobreseimiento del imputado al entender que no hubo homicidio en el caso y la consecuente libertad. El fiscal Adrián Spelta se opuso al pedido de sobreseimiento, aunque accedió que se morigerara la medida cautelar, con una no privativa de la libertad con reglas de conducta.

Tras escuchar a las partes, el juez Pinto resolvió no hacer lugar al pedido de sobreseimiento y dispuso la libertad Ezequiel M. con restricciones, como la prohibición de salir del país y la retención de su pasaporte por lo que continúa relacionado al proceso.

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