Policiales

Puerto General San Martín

Muerte de Lucas Toneatti: queda impune resonante crimen

La Cámara de Rosario le sacó responsabilidad a una mujer que había sido acusada por homicidio. La víctima fue increpada por ella y su ex pareja por haberle robado la moto a su hijo. El hombre está prófugo desde enero de 2015.


Del auto bajaron tres tipos desencajados y con armas de fuego. Conducía la ex mujer de uno de ellos y madre de sus cuatro hijos. El día anterior le habían robado la moto a uno de sus hijos y esa noche fueron a buscar al ladrón. Estacionaron frente a la vivienda de Lucas Toneatti, un pibe de 21 años que estaba parado en la puerta de su casa. Primero lo agarraron a golpes entre dos, mientras que el tercero retuvo a su amigo Juan, quien terminó siendo uno de los testigos directo del feroz homicidio. El crimen ocurrió momentos después, cuando Lucas, amedrentado a golpes y culatazos logró zafarse y corrió. Fue en vano. Su matador lo siguió a tiros hasta que un plomo le atravesó la espalda. Luego, con la mujer al volante, los cuatro huyeron del lugar.

El asesinato, perpetrado la primera semana de 2015 en Puerto General San Martín, continúa impune. Porque desde entonces el gatillero permanece prófugo, la Justicia nunca logró identificar a los otros dos verdugos y ahora, la Cámara de Apelaciones de Rosario confirmó el fallo que le quita responsabilidad a la mujer en el homicidio y convalida su condena domiciliaria por el delito de amenazas.

Según la acusación, el siete de enero de 2015, alrededor de las once de la noche, Mariela Verónica Varón, quien hoy tiene 45 años, le hizo de chofer a Pato, como le dicen a Carlos Zanoni, con quien había tenido cuatro hijos y desde entonces se encuentra prófugo. Mariela condujo un Ford Focus gris con vidrios polarizados al que subieron otros dos matones, que para la Justicia continúan como NN. La Fiscalía dijo que los tres hombres estaban armados y que la mujer los llevó hasta un domicilio de calle Pte. Perón y Venezuela de Puerto General San Martín, donde vivía Lucas Toneatti, de 21 años. La finalidad, según la acusación, era amedrentar al pibe con armas y golpearlo hasta que confiese el paradero de una moto Yamaha modelo 03-XTZ 125 E, que le habían robado a uno de los hijos del Pato la noche anterior en el domicilio de su mamá de Sargento Cabral al 900, de la misma ciudad. Y también, según la Fiscalía, quitarle la vida si se negaba a hablar.

Y más o menos fue así. Juan, uno de los testigos, fue retenido por uno de los hombres mientras los otros dos golpeaban Lucas, lo acusaban y lo interrogaban sobre la moto. El pibe logró zafar y en la huida, el Pato lo mató. El tiro le entró por la espalda y le salió por el pecho. Para el fiscal Juan Ledesma, luego de eso se subieron todos al auto, con Mariela al volante que posibilitó la huida, ocultó el auto y las armas usadas.

Por eso pidió 18 años de cárcel por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de partícipe necesario”. Pero los jueces de primera instancia Juan José Tutau, Ignacio Vacca y Carlos Pareto la condenaron a cuatro años y medio de prisión domiciliaria por “amenazas coactivas” por el uso del arma de fuego en calidad de partícipe necesario.

Esta semana, los camaristas Carolina Hernández, José Luis Mascali y Gustavo Salvador confirmaron la resolución en su totalidad. Es decir, no dieron lugar al pedido de la Fiscalía de revocar la prisión domiciliaria de la mujer, reincidente por segunda vez. En la apelación, el fiscal Ledesma había planteado que Mariela, al trasladar en su auto a todos los coimputados, era partícipe necesaria del homicidio ya que su aporte fue útil porque era quien conocía previamente a la víctima. Y que si fue útil para las amenazas también lo fue para el homicidio, ya que debía representarse lo que podía suceder al llevar a tres hombres armados, entre ellos su ex pareja con la que convivió 17 años.

Además de insistir en que se la condene por homicidio, pidió que se le revoque la prisión domiciliaria por ser reincidente por segunda vez y por “la banalidad del motivo por el cual murió Toneatti, la cantidad de armas utilizadas, la hora nocturna, la violencia y el desprecio por la vida que se demostró en la acción del homicidio”.

Pero la Cámara lo rechazó. Sobre el aporte de la mujer dijo que según los testimonios, la primera intención que tuvo tanto el Pato Zanoni como su ex fue “amedrentar a Lucas Toneatti”. Y que desde un principio el propósito era recuperar la moto robada y no matarlo. u citan al padre de la víctima, quien vio cómo mataban a su hijo, que dijo haber escuchado que le pedían la moto y que luego la mujer gritaba: “No Pato, no tires que no tiene nada que ver”. Para los jueces eso demuestra que la intención de Mariela fue frenar la agresión y que fue Pato quien “eligió disparar” cuando el pibe entró a correr.

“Disparar contra la humanidad de Lucas fue una decisión pura, exclusiva y unilateral de Zanoni, sin ninguna intervención de Varón”, concluyeron.

En relación al planteo defensista de la mujer sobre esa noche, que Pato la sacó de los pelos de su casa y la obligó a conducir el auto, los camaristas no lo creyeron: “La versión no puede prosperar. Los testigos presenciales coinciden en que Zanoni -junto con otros dos masculinos- arribó a la escena del hecho en un vehículo conducido por la acusada. A ella la identificaron (dos testigos) que la conocían porque ella les vendía droga y ninguno advirtió que se encontrara en estado de shock, angustiada o llorando”.

En relación a revocar la prisión domiciliaria se opusieron amparándose en la ley, ya que la mujer tiene hijos menores de cinco años.De esa manera, la mujerquedó desvinculada del delito de homicidio doloso, y su ex pareja, continúa prófugo de la Justicia.