En el marco de operativos de prevención y control vehicular realizados durante el fin de semana se remitieron un total de 64 vehículos al corralón, de los cuales 44 fueron al depósito por alcoholemia positiva. El mayor nivel se registró en la madrugada del domingo y fue de 1,88 g de alcohol por litro de sangre.
“La sanción también es prevención”, advirtió Pablo Seghezzo desde la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana. “La Municipalidad de Rosario está totalmente comprometida en erradicar el consumo al volante. No vamos a tolerar que ninguna persona maneje tras haber bebido alcohol, no queremos más muertes por irresponsabilidad”, remarcó.
Los controles se realizaron entre el jueves a la noche y la madrugada del domingo, en más de 300 vehículos que circulaban por las zonas más frecuentadas de la ciudad.
Según datos oficiales, en la madrugada del domingo se remitieron al corralón 35 unidades (28 autos y 7 motos) de las cuales en 22 casos (16 autos y 6 motos) sus conductores arrojaron resultados positivos de alcohol en sus organismos al ser testeados. El nivel más alto registrado fue de 1,88 gramo.
En tanto, en la madrugada del sábado, el resultado fue el de 23 remisiones al depósito municipal (19 autos y 4 motos), con casos de alcoholemia positiva en 15 autos y 4 motos, con una graduación máxima de 1,60 gramo; mientras que en la noche del jueves fueron trasladados sólo 6 vehículos, de los cuales, tres autos fueron por alcohol con 0,75 gramo como la graduación más elevada.
“Continuamos y reforzamos nuestra presencia en las calles a fin de garantizar el cumplimiento de las normas que permitan un tránsito seguro”, indicó Seghezzo.
El resto de las remisiones fueron por infracciones a las exigencias legales de seguridad y documentación al conductor y del vehículo. “Cuando los conductores no pueden acreditar los papeles propios deben ser sancionados, al igual que cuando no poseen los elementos de seguridad reglamentarios”, agregó el funcionario.
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