El temporal que azotó a la Región Pampeana en las últimas horas también trajo inconvenientes en la región. Una de las localidades cuya población resultó más afectada fue Villa Constitución, donde hubo que evacuar a unas 100 personas. En total, fueron 130 en toda la provincia. Con todo, donde más agua cayó fue en la zona de la localidad del Centeno. Allí llovieron 250 milímetros.
En el Gran Rosario hubo municipios que debieron pedir ayuda a la provincia para poder retirar con las llamadas bombas de achique el agua que se había acumulado en varios barrios y el interior de algunas viviendas. Esa situación se dio en Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria y Fray Luis Beltrán.
En el caso de Baigorria el escenario más crítico se vivió en el barrio Los Robles. En la municipalidad de esa localidad (siempre con la ayuda de la provincia) se implementó durante el día un plan de emergencia para asistir a las viviendas en las que el agua ingresó. Los trabajos abarcaron también a los sectores conocidos como San Fernando, San Miguel y Martín Fierro.
Con todo, lo más dramático se vivió en Villa Constitución. El municipio de esa localidad debió evacuar a unas 100 personas cuyas viviendas resultaron anegadas. La gran mayoría de esos habitantes pertenecen al barrio 9 de Julio, quienes aceptaron dejar sus propiedades recién cuando los inconvenientes llegaron al límite. Hasta ese momento se negaban a hacerlo por miedo a los robos.
En todo el territorio santafesino fueron 130 las personas que debieron irse de sus casas de forma provisoria hasta que baje el agua. Es decir, también hubo casos de evacuación puntuales en localidades como Centeno y Carlos Pellegrini.
En Centeno fue precisamente donde cayó la mayor cantidad de agua. Allí llovió desde la madrugada hasta la tarde de ayer 250 milímetros, lo que trajo inconvenientes en la ruta nacional Nº 34 a la altura de esa localidad, la cual fue interrumpida al tránsito y dejó a Centeno aislada. Anoche esa vía aún estaba cortada, pero los inconvenientes ya se estaban superando, detallaron autoridades provinciales.
A diferencia de lo ocurrido el 19 de diciembre del año pasado (cuando ambas localidades quedaron en buena parte bajo agua), tanto Funes como Roldán no sufrieron grandes anegamientos. Igualmente, tuvieron varias zonas afectadas.
Funes recibió unos 170 milímetros en menos de diez horas ayer. El secretario de Obras Públicas de ese municipio, José Luis Páramo, consignó que aún había zonas en las que se necesitaba hacer drenar el agua, como en los barrios Los Solares, Villa Elvira y el sector de la garita 5. “Esas zonas suelen ser siempre las más castigadas y tuvieron algunos inconvenientes”, admitió. Tras eso el funcionario también señaló que en esta oportunidad “no hubo muchos problemas en el casco urbano, salvo casos puntuales”.
En Roldán los anegamientos más importantes se detectaron en el ingreso al casco urbano por ruta A012, en el extremo este de los barrios Tierra de Sueños 1 y San Andrés y en zonas aledañas a la ruta 9. Además se registraron desbordes en cuadras de los loteos Las Acequias, Tierra de Sueños 2 y 3 y Villa Flores. De modo preventivo se debieron encender dos bombas de desagote en esa ciudad.
El miedo mayor
Desde la provincia señalaron anoche que lo único que restaba esperar era el drenaje de las aguas que llegarán de la provincia de Córdoba, donde la lluvia fue más intensa. Ese caudal desembocará en el Paraná. El área que podría ser más afectada por esa situación es la que comprende los departamentos del centro, San Martín, Iriondo, Belgrano, donde las autoridades están monitoreando el drenaje de las cuencas de agua.
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