Por Ana C. Berdicever
MSR, la constructora y desarrolladora que en abril cumplirá 22 años en Rosario, tiene como activo su participación en proyectos que la posicionan en un lugar especial: una empresa ligada a la ciudad, a su patrimonio y cultura. Ofreció restaurar el edificio Baker para luego instalar sus oficinas en uno de sus pisos. Participó de la restauración de Museo Estévez, fue partícipe de un yacimiento arqueológico, hoy convertido en una ventana al pasado y restauró el icónico edifico de La Favorita. Hay otros ejemplos y, próximamente, habilitará un nuevo espacio para los Bomberos Voluntarios de la ciudad.
Restauración de edificio patrimonial en Rioja al 1500
El edificio Baker data de 1930. Allí estaban las oficinas de Entel y luego las de Telecom, tras la privatización del gobierno de Carlos Menem. El inmueble quedó como remanente de los bienes del Estado y lo compró un inversor que lo mantuvo unos 30 años. Ahí ingresó en su historia MSR. Gabriel Redolfi, dueño de la constructora, cuanta que le propusieron al propietario transformar los espacios en oficinas. Y comenzó el proceso de transformación.
El edificio es patrimonio histórico. Tiene cuatro pisos, de los cuales hoy están ocupados tres. Uno de ellos pertenece a MSR. Además, tiene cocheras y bauleras.
El inicio, en un galpón
MSR comenzó en un galpón en la zona oeste, en Pasaje Guido y Mendoza. Funcionó allí durante nueve años y en 2011 se mudó a Rioja al 1900 a la par que utilizaba otras oficias sobre calle Dorrego. Fueron otros nueve años, hasta que en 2020 centralizaron todas sus operaciones en un mismo lugar: el edificio Baker de Rioja al 1500.
La casona de los Estévez
El proyecto Baker, encarado en 2018, le añadió un perfil a la empresa por asumir el desafío de un reciclaje de alta escala. Y con ese antecedente, fue que a Redolfi lo convocaron para la restauración del Museo Estévez, ubicado frente a la plaza 25 de Mayo.
“Al museo lo conozco muy bien porque me gusta mucho el arte y lo he visitado varias veces. En coordinación con la Dirección de Museología, se confeccionó un pliego con las especificaciones para que las refacciones duren 300 años. Teníamos listo los perfiles, las patas extensibles, toda la cañería eléctrica para hacerla a nuevo, pero pasaron eventos inesperados”, relata en tono de suspenso. Es que cuando comenzaron las obras de restauración de los desagües pluviales, se encontraron con vestigios de un pasado que afloraba: antes de que la casa fuera de los Estévez, vivían allí los Ibarlucea, y lo que después fue el hall era el patio de los anteriores propietarios. Y allí estaba: el brocal de un posible pozo de agua.
Los trabajos de restauración se iniciaron en 2020, al detectarse roturas en caños de desagües pluviales que prácticamente habían generado un río debajo del piso de roble de Eslavonia. La constructora MSR estuvo a cargo de las obras. El daño se convirtió en regalo: el descubrimiento del pasado que esperaba bajo tierra y reponía parte de los orígenes de la ciudad.
“Nos encontramos con una parte del sistema hídrico de acequias y canales que iba al viejo pozo de agua. Dentro del pozo, había objetos que han sido utilizados para justamente taparlos, que datan de 1870, de 1800, cuando Rosario era una villa”, repasó Redolfi. Entonces surgió la idea de esa ventana al pasado, que hoy puede visitarse en el Museo.
La Favorita
“La Favorita tiene otra historia”, reconoce el dueño de MSR. “Participé de la evaluación y entré en sociedad con esa inversión”, cuenta sobre la restauración del histórico edificio ubicado en Sarmiento y Córdoba. La construcción que después de un tiempo sin ocupación ni actividad volvió a iluminarse y reconvertirse en el tradicional edificio comercial.
Redolfi conocía Guillermo Nudemberg, quién llevo adelante las negociaciones con los hermanos García para la compra de La Favorita con la condición de que volviera a su primer nombre icónico. Los dos trabajaron: Redolfi en el plano de la construcción y Nudemberg en el comercial. Fueron seis meses de obra y a Redolfi se le figura una gran sonrisa en la entrevista al recordar su participación y donde volvió a ser competente consciente (se trata de una de las cuatro fases del aprendizaje y de la competencia donde el individuo entiende o sabe hacer algo. Sin embargo, demostrar la habilidad o el conocimiento requiere concentración y gran participación consciente en la ejecución de la nueva habilidad).
Escuela de indumentaria
MSR también recicló la escuela municipal de indumentaria de Rosario. El trabajo no tuvo difusión, pero fue de alto impacto para los docentes y los chicos que concurren allí para aprender un oficio y adquirir herramientas para su futuro laboral.
La constructora se hizo cargo de restaurar el edificio, que tiene un patio de ingreso, dos baños y una oficina delante. Fueron dos meses de obra a las que MSR se comprometió como una acción social.
Construcción y arte
En la época de pandemia, la constructora dispuso en un página web una sección de arte donde los artistas de la ciudad, que no podían exhibir sus obras en museos por las restricciones para contener los contagios de coronavirus. “Sacaban fotos de sus obras y se exponían en la web”, recordó Redolfi, que se presenta como un apasionado del arte y agrega que pinta y exhibe en sus oficinas algunos de sus cuadros.
Bomberos Voluntarios
Hace unos 15 días, la empresa firmó la donación de un proyecto de los nuevos cuarteles para los Bomberos Voluntarios. Para eso, el municipio cedió en comodato por 99 años un terreno en avenida Presidente Perón y Suipacha, a espaldas del cementerio.
Hace dos meses que venían trabajando en opciones. “Ellos (Bomberos Voluntarios) se acercaron para ver si le donábamos chapas y otras cosas. Yo les dije: muchachos, les voy a donar lo más valioso que tenemos, que es la creación de la obra”, relató Redolfi.
Habrá en breve una conferencia de prensa para contar más detalles. Por lo pronto, Gabriel mostró los borradores y los avances de este proyecto.