Últimas

Moyano y la UIA sellan un pacto de “paz social”

Por Sergio Dattilo (Ambito Financiero) El líder sindical se reunió con Héctor Méndez y José Ignacio de Mendiguen, presidente y secretario de la unión industrial, respectivamente. Ensayaron los tres un preacuerdo de "paz social" a partir de ahora entre ambos sectores. Como muestra de esa paz, los industriales consiguieron la promesa sindical de posponer algunas semanas el tratamiento del proyecto de ley que reparte ganancias de empresas.

¿Tregua por la nueva realidad política? Ayer, tras asistir al velorio del ex presidente Néstor Kirchner, tres figuras clave se fueron a tomar un café, y allí comenzaron a sellar lo que podría ser un período de «paz social» en las hoy muy complicadas relaciones.

Los que compartieron pocillos y vasos de agua fueron Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, el secretario de esa entidad, y Hugo Moyano, secretario general de la CGT. El encuentro -propuesto por el líder sindical- se produjo en la sede que tiene el Sindicato de Camioneros en la calle San José, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo.

Horas antes, en duras declaraciones radiales, Méndez había prometido que no tolerarían pasivos los embates de la aplanadora sindical, y que se alinearían junto a la Presidente para defender el orden institucional.

Moyano, que viene haciendo demostraciones de poder tanto en lo gremial (bloqueos de empresas, reclamos salariales que los empresarios consideran desmedidos) como políticos (masiva asamblea en la cancha de River) les dijo a los dirigentes industriales que la muerte de Kirchner marca el inicio de una nueva coyuntura, un tiempo no de confrontación sino de acuerdos, un momento de dejar de lado la lucha cotidiana. Un tiempo de construir alianzas de cara a los difíciles días que se avecinan para el país.

Estudio

Los industriales no podían creer lo que escuchaban; Mendiguren -según pudo averiguar este diario- le habría respondido a Moyano que el proyecto de ley que -según los empresarios- apunta a la cogestión patronal-sindical de las compañías, hacía poco por crear ese clima de paz social.

Moyano habría retrucado proponiendo retomar los talleres de estudio conjuntos CGT-UIA, que habían comenzado a funcionar sin mayores éxitos ni trascendencia antes de que la avalancha de conflictos salariales los sepultara debajo de decenas de paritarias y aumentos acordados a regañadientes por las cámaras patronales. Uno había versado sobre comercio exterior, y el próximo -que nunca se realizó- debía tratar el trabajo informal. El temario se modificaría de cara a la coyuntura.

Quejas

Está claro entonces que el camionero no prometió desactivar la iniciativa que obra -por ahora- en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, que preside el abogado de la CGT Héctor Recalde. Sin embargo, una de las principales quejas de los empresarios (no sólo de la UIA sino de sus compañeros del Grupo de los Siete) es que la iniciativa denominada popularmente «Ley Moyano» había sido elaborada sin consultar a nadie.

La idea lanzada por Moyano, de retomar los talleres conjuntos, fue interpretada por los empresarios como una posibilidad de que sea el ámbito donde se afinen los detalles de una ley que sólo no es conflictiva en un punto: la distribución del 10% de las utilidades de las empresas entre sus trabajadores.

Con este preacuerdo de «paz social» en la mano, Méndez y Mendiguren se encontraron ayer a última hora con Recalde, a quien le relataron la reunión con Moyano y le pidieron que, atento al duelo que vivía el país y a los términos de la charla que habían mantenido con el camionero, pospusiera por algunas semanas el tratamiento de su proyecto de ley. El letrado laboralista les prometió que así lo hará.

Estaba previsto que las cámaras empresarias concurrieran a Diputados el próximo martes, para plantear en público sus numerosas objeciones contra la iniciativa. Por ahora, esa convocatoria quedó suspendida «sine die», y todo hace pensar que podría no producirse nunca. Sería la primera señal de que algo verdaderamente profundo comenzó a modificarse en el clima político-sindical en la Argentina.

Comentarios

10