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Moyano todavía no logra unificar a los gremios con vistas al proyecto 2011

Por:  Carlos Burgueño

La intención de reunificar al sindicalismo detrás de Moyano parece fracasar.
La intención de reunificar al sindicalismo detrás de Moyano parece fracasar.

La intención del gobierno de encomendar a Hugo Moyano la reunificación del sindicalismo detrás del proyecto kirchnerista de 2011 parece fracasar antes de empezar. En los últimos días la iniciativa quedó descartada para las 62 Organizaciones y el grupo de los “gordos”. En el primer caso, fue Gerónimo Momo Venegas el que aclaró que esa agrupación histórica formalizará en los próximos días su apoyo a la candidatura de Eduardo Duhalde. En el segundo caso, uno de sus voceros, el titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, insistió que los “gordos” se consideran independientes para apoyar a quien consideren apropiado en el momento justo. En el gobierno temen que haya un nuevo rechazo, el de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Antonio Caló, que también se declararía independiente, rechazaría el convite de Moyano y comenzaría incluso a coquetear con el duhaldismo.

El más explícito fue Venegas. Estimó que la gente “no quiere más inventos” y pide para la próxima presidencia a quien “realmente haya tenido resultados, como el compañero Eduardo Duhalde”. “Estamos trabajando para volver a ganar el peronismo en la provincia de Buenos Aires, estamos reorganizándolo, y también estamos trabajando para que Duhalde sea presidente”, detalló el titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Hasta ahora, el sindicalista había hablado de su apoyo a Duhalde (acompañó la lista de Francisco de Narváez y Felipe Solá en las elecciones del 28 de junio pasado), a título personal. Pero ahora Venegas anunció que trabajará por el duhaldismo como representante de las 62 Organizaciones.

Los primeros movimientos en este sentido comenzaron a notarse la semana pasada, cuando en Capital Federal y en el conurbano se colocaron afiches recordando a Lorenzo Miguel y emparentando los reclamos del sindicalismo peronista ortodoxo con Duhalde. Para fundamentar su oposición al gobierno, Venegas volvió a criticar la política agropecuaria oficial: “Se ha llenado de soja el país y si no se les bajan las retenciones al trigo y al maíz, la soja solamente se come la fertilidad de la tierra”, dijo para terminar con un mensaje casi clasista contra el gobierno: “Todo esto se debe a un proceso de enfrentamiento que ha llevado el gobierno adelante, de no producir, de hablar de una oligarquía que ya no existe. La oligarquía hoy está en los pools de siembra”.

Duhalde tiene desde ya el apoyo explícito de otra agrupación sindical: la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, esposo de Graciela Camaño, candidata a volver al Ministerio de Trabajo en una eventual gestión del bonaerense.

Tampoco hubo buenas noticias para el gobierno sobre un eventual acercamiento de Moyano a los “gordos”. Entre otros, integran este grupo Armando Cavalieri (Mercantiles), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Carlos West Ocampo (Obras Sanitarias), el por ahora procesado Juan José Zanola (bancarios) y José Pedraza (Unión Ferroviaria). El primero en blanquear que el proyecto K con Moyano como interlocutor no tiene destino fue Lescano, quien en su segunda jornada de declaraciones en contra del gobierno aclaró que él y su grupo “elegirán el camino que deseen” seguir en 2011, cuando sea el momento de respaldar a un candidato presidencial. Lo mismo –advirtió– en lo que tenga que ver con inflación y salario.

Lescano y sus colegas vienen criticando abiertamente desde hace varios meses la falta de participación que los “gordos” tienen en la conducción del justicialismo nacional que digita Néstor Kirchner. Según el sindicalista, “tendría que tener más valor de participación de los gremios. Yo no tengo participación”. Lescano y el resto de los “independientes” le critican al gobierno la falta de avances en la repatriación a los gremios de los casi 3.500 millones de pesos que en su momento “pisaba” (según la jerga sindical) Graciela Ocaña en el Ministerio de Salud, y cuya salida fue fomentada y aplaudida por los “gordos”.

Otros dos gremios se mantienen equidistantes tanto del gobierno como de Moyano, y consideran cualquier posibilidad de diálogo sobre 2011 como algo demasiado distante. Sin embargo, desde Olivos se cree que ya están en conversaciones con algunos referentes duhaldistas, a la espera de definiciones políticas favorables. Se trata de la UOM de Antonio Caló y del sindicato de encargados de edificios de Víctor Santamarina. El metalúrgico tiene largos vínculos con el bonaerense, ya que fue uno de los primeros sindicatos que acompañaron al duhaldismo en la devaluación de 2001 y la gestión presidencial de 2002-2003. Santamarina tiene sus problemas y proyectos: quiere armar una lista justicialista propia en la Capital Federal, separada de Kirchner, que eventualmente cuente con el apoyo duhaldista.

Por ahora, Moyano puede así mantener cerca del proyecto oficial a sus colaboradores más íntimos: el judicial Julio Piumatto, el taxista Omar Viviani, el panadero Abel Frutos y, eventualmente, al constructor Gerardo Martínez. En realidad, este grupo tiene su propio proyecto, que por ahora se maneja en silencio y con discreción: aventuran un 2011 perdido, por lo que creen que en los cuatro años posteriores sería el momento de preparar, por primera vez en la historia argentina, un candidato presidencial que «provenga del movimiento obrero, una especie de Lech Walesa o Lula nacional», según la definición del propio Viviani.

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