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Moyano dijo que hay un “Rodrigazo en marcha”

El camionero advirtió que "la inflación se viene dando" y que "se está perdiendo poder adquisitivo del salario". Aunque no coincidió con De Mendiguren, evaluó que esa combinación "es perjudicial".


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“No podemos hablar de Rodrigazo, pero algo está en marcha”. A diferencia de sus pares y exaliados, Hugo Moyano se sumó a la polémica iniciada por los dichos de José Ignacio De Mendiguren y avaló la idea de que el Gobierno nacional se encamina a una situación de alta inflación, escasos aumentos de sueldos e incontrolable conflictividad gremial, como en 1975.

“Con la inflación que se viene dando, se está perdiendo el poder adquisitivo del salario. Pero no se puede hablar del ‘Rodrigazo’ como se dio en 19075, cuando en una semana subieron las cosas. Pero sin duda, si hablamos de ‘Rodrigazo’, ahora esta en marcha”, sostuvo el sindicalista.

Moyano cuestionó al presidente de la Unión Industrial Argentina, quien la semana pasada instaló el recuerdo del “Rodrigazo” al hacer referencia a la inflación. “Quiere meter miedo. Siempre actuaron de la misma forma los empresarios. La Presidenta se ha cansado de decir que la han juntado en pala. Como ahora a la inflación nadie la puede tapar, ellos quieren que el salario pierda poder adquisitivo”, enfatizó.

El “Rodrigazo” se bautizó a la implementación de las políticas de ajuste de Celestino Rodrigo, el ministro de Economía de Isabel Perón desde mayo de 1975. Luego de una etapa de fuerte crecimiento económico con agravado déficit fiscal, en junio de ese año la Argentina devaluó 150%, duplicó el valor de las tarifas de los servicios, como la luz, las naftas y el transporte público, a la vez que los salarios solo subieron 45%. Ante ese escenario, la CGT lanzó un duro plan de lucha con paros y movilizaciones y Rodrigo dejó el cargo a 51 días asumir.

El primero en comparar la situación de la Argentina de 1975 con la de 2013 fue José Ignacio De Mendiguren. La semana pasada, el titular de la UIA advirtió por el fraccionamiento de los sindicatos y los pedidos de aumentos salariales, donde una central obrera pide más que la otra y compiten entre sí para ver quién saca más incrementos. “Eso terminó en el ‘Rodrigazo'”, dijo De Mendiguren, y estalló la polémica.

• Críticas

Las repercusiones al industrial fueron inmediatas. Héctor Recalde, diputado K y exaliado de Moyano en la CGT, cuestionó al titular de la Unión Industrial. “Hacer esa comparación es disparatados, inconsistente e irresponsable”, fustigó el abogado laboralista de Azopardo 801.

Carlos Kunkel, compañero de banca de Recalde, negó la posibilidad de que se produzca otro “Rodrigazo”, como en 1975. “Es una expresión poco feliz. Por supuesto que no la comparto”, dijo el dirigente oficialista. Para Kunkel “no estamos” en la misma situación porque “los gremios han tenido una actitud bastante responsable” en sus negociaciones salariales.

Otro gremialista que rechazó la comparación fue Hugo Yasky, titular de la CTA oficialista. “Estamos lejos de aquella situación. No se puede comparar la Argentina del Rodrigazo con la de ahora. La experiencia y la cultura del movimiento sindical y de los trabajadores ha cambiado, uno aprende de los errores”, afirmó el docente.

Yasky agregó que no cree en las “catástrofes que vaticinan algunos” y precisó que la negociación salarial promedio de este año estará “en torno al 25 por ciento”, al tiempo que aseguró: “Y no va a haber una negociación cada seis meses, como se anda diciendo”.

El titular de la CTA cuestionó a los empresarios que “la hacen muy fácil”: no invierten un peso para mejorar la manera de producir y el volumen, y después “piden a gritos” la devaluación para poder volver a ser competitivos.

Sorprendió la opinión de Julio Piumato, quien coincidió con Kunkel, pero ahora contrasta con Moyano, su jefe. Para el judicial las palabras del industrial son “poco felices” y “un disparate total”.

“Pensé que tenía un costado más sensible o por lo menos más democrático en su visión del trabajador como un ser humano y no solamente como un medio de producción cosificado”, sostuvo Piumato al conocer esas declaraciones.

“Hay que decirle a De Mendiguren que en un país donde la actividad más rentable es la financiera quiere que decir que a nivel empresarial y a nivel gobierno hay cosas no andan bien”, lanzó el dirigente moyanista.

• Paritarias 2013

Ámbito Financiero reveló que Moyano tomará como “caso testigo” a la Asociación Bancaria, que acordó con los bancos un anticipo de 1.700 pesos hasta marzo y un incremento del 24,2 por ciento, con la posibilidad de reabrir la paritaria en el segundo trimestre del año, de acuerdo con el impacto de la inflación en los sueldos.

En tanto, para la CGT Azul y Blanca, que lidera Luis Barrionuevo, y la CTA opositora de Pablo Micheli, el piso para las discusiones salariales deberá oscilar entre el 30 y el 35 por ciento.

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