Un clásico de los escenarios del mundo, el Ballet de Moscú Sobre Hielo, desembarcará esta noche en Rosario con una función de su elogiado espectáculo El Cascanueces sobre hielo, montaje con el que logran la conjunción y el equilibrio entre la danza y el patinaje artístico sobre hielo.
Cascanueces es un cuento de hadas estructurado como un ballet en dos actos, que fue encargado por el director de los Teatros Imperiales Iván Vsévolozhsky en 1891 y se estrenó al año siguiente. La música fue compuesta por Chaikovski, se trata de su op. 71, y es el tercero de sus ballets. En la producción original, la coreografía fue creada por Marius Petipa y Lev Ivanov, aunque con el paso del tiempo, esa estructura clásica sufrió una serie de modificaciones.
El Cascanueces sobre hielo se presentará esta noche, desde las 21, en el teatro El Círculo de Laprida y Mendoza, en una única función
De este modo, uno de los cuentos más hermosos de la historia de la humanidad, se presenta ahora en una combinación atinada de patinaje artístico y ballet clásico logrando un asombroso espectáculo pensado para toda la familia. El montaje incorpora números de patinaje sobre hielo y otros de circo, lo que lo convierte en una versión única de Cascanueces.
Basado en el lirismo y delicadeza artística de la danza clásica del más alto nivel internacional y, sobre todo, sin perder la concepción y estética del más puro ballet clásico ruso, se introducen elementos diferenciadores que enriquecen de una manera sorprendente este clásico eterno del genio ruso por excelencia, el referido Piotr Ilich Chaikovski.
Con un elenco de los más laureados patinadores artísticos rusos, así como equilibristas, el desarrollo del espectáculo no deja de sorprender al público con trucos y efectos que acontecen en un escenario teatral.
Estos patinadores forman algo así como la selección mayor: son campeones mundiales y olímpicos reunidos ahora en un ballet, donde la coreografía está especialmente adaptada y la pista es de hielo ecológico.
El Ballet Ruso Sobre Hielo de Moscú fue creado en 1992 y lo dirige Andrey Zorin.
