Policiales

Noche de viernes

Morir en los pasillos: acribillaron a un hombre de 34 años sobre el final de bulevar Seguí

El crimen fue perpetrado alrededor de las 22 a pocos metros hacia el oeste de avenida Circunvalación y la Terminal 6 del puerto. La víctima falleció media hora después del ataque en el Hospital Roque Sáenz Peña. Un año atrás su hijo había sido baleado en medio de una balacera en la misma zona


Un nuevo asesinato cerró la jornada de este viernes donde bulevar Seguí no parece ni por lejos un bulevar, pocos metros al oeste de la avenida Circunvalación y de los silos de la Terminal 6 del puerto. La víctima fue un hombre de 34 años, alcanzado por varios proyectiles que le costaron la vida minutos después del ataque en el Hospital Roque Sáenz Peña.

La zona del asesinato está, como otra de las periferias de Rosario, caracterizada por los angostos pasillos que permiten acceder a casas precarias.

El puente 

El Pasaje 409, en Villa Manuelita o en el puente, como le dicen a ese sector de la zona sur, se identificó con ese número hasta mayo de 2018 cuando por una iniciativa del Concejo pasó a llamarse Piceda en homenaje a Amelio Piceda, campeón argentino de boxeo de la categoría welter en la década del 40, además de concejal y dirigente del Sindicato de Trabajadores Municipales.

Por Piceda, a metros de bulevar Seguí, estaba Juan Martín “Gula” o “Martincito” Zuviría alrededor de las 22 de este viernes. Fue cuando, de acuerdo a las primeras declaraciones recolectadas por los pesquisas, una persona ingresó al corredor, mantuvo una discusión al cabo de la cual le disparó repetidas veces y escapó a pie, como había llegado.

Los policías llegaron a la zona tras un llamado al 911 y encontró a Zuviría tendido en el suelo, herido con múltiples impactos en el tórax. Los efectivos lo trasladaron hasta el Roque Sáenz Peña, donde los médicos de guardia advirtieron la gravedad de las heridas. Media hora después, informaron su fallecimiento.

El caso quedó a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, quien ordenó las medidas de rigor al personal del Gabinete de Criminalística y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para establecer autores y motivos del crimen.

En ese marco, los pesquisas recolectaron en la escena seis vainas servidas, de un calibre que no precisaron, y que fueron enviadas a peritajes.

Antecedente de sangre

Zuviría vivía por calle Cepeda al 3700, a unas dos cuadras de dónde lo asesinaron. Un invierno atrás, el 28 de junio de 2020, tiratiros en moto balearon un pasillo e hirieron a dos pibitos de 13 y 8 años. Uno de ellos era L., un hijo de Zuviría que logró sobreponerse a un balazo en la espalda. El de 8 sufrió un impacto en un muslo.

Un nene de 13 años y su amigo de 8 fueron baleados cuando jugaban en Cepeda al 3700: hay un detenido

Esa noche 20 minutos después las balas volvieron a retumbar a casi cuatro cuadras. Personal de la Tropas de Operaciones Especiales (TOE) le hizo señas a una dupla en moto que iba en moto por 24 de Septiembre casi esquina avenida Abanderado Grandoli para que detuviera la marcha.

El conductor aceleró, siguió por 24 de Septiembre y dobló por Biedma con los policías de la TOE por detrás. El motociclista tomó otra vez por Grandoli al 3800, tiró la moto y los dos se metieron a la carrera en un pasillo que sale por Spiro. Los uniformados los siguieron y uno de los sospechosos les disparó, el personal de la TOE contestó y el dúo escapó por los techos.

Lo imputaron por balear a dos nenes en la vereda de Cepeda al 3700 y por tirotearse con la TOE

Horas después un sospechoso del ataque fue detenido cuando iba con su pareja en un remís por Seguí y Entre Ríos. Al requisarlos, los uniformados les secuestraron una pistola calibre 9 milímetros y otra 11.25, las dos cargadas. Este joven, Brian V., más tarde fue imputado por la fiscal Andrea Vega, por los delitos de abuso de armas, lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego, resistencia a la autoridad junto a la portación y tenencia de las pistolas 9 y 11.25.

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