Morena Yfrán protagoniza Bajo mi piel Morena, film que refleja su vida y que, bajo la dirección de José Celestino Campusano, aborda la cotidianeidad de varias chicas trans, lejos de los prejuicios y estereotipos y más cerca de los deseos y anhelos reales que, aseguró, no se ven “en ningún lado”.
“Más allá de ser una chica trans, soy una persona con expectativas y sueños en la vida y eso no está reflejado en ningún lado. Eso fue lo que me impulsó y es lo que me pasa a mí siendo travesti. Fue muy lindo hacer la película porque sentí que el director me escuchaba y se interesaba por quién era yo”, explicó Yfrán en una entrevista con la agencia de noticias Télam de cara al estreno del film de este jueves a las 22 por Cine.ar TV.
La nueva producción de Campusano se podrá ver también el sábado a las 22 por la misma señal de cable y desde este viernes estará disponible en la plataforma Cine.ar Play, gratis durante una semana.
Morena se interpreta a sí misma en una historia que la cruza con su prima Miriam y su amiga Claudia (personajes basados en contactos de Yfrán), quienes luchan desde sus lugares por vivir con libertad.
Morena trabaja en una fábrica, Claudia es docente y Miriam se prostituye para, sobre todo, poder ayudar a su familia.
Yfrán y Campusano se conocieron durante el rodaje de Fango (2010) y a partir de allí se mantuvieron en contacto para hacer esta película.
“Yo quería contar mi historia a partir de lo que él entendía lo que era ser travesti. Él tenía una noción, y al contarle parte de mi historia entendió que no era lo que él pensaba. Él me fue preguntando y elaborando su película. Algo diferente”, explicó la intérprete.
El film, justamente, se aleja de los estereotipos. Queda muy lejos de la chica trans que recurre al sexo para sobrevivir o que siempre está en el lugar de la víctima. por el contrario, las ubica en un escalón de dignidad, persiguiendo, cada una y a su manera, los sueños que las pueden llevar a la felicidad.
“Muchas veces nosotras inconscientemente nos ponemos en plan de víctimas, por lo que nos pasó y las luchas que llevamos adelante. José decidió mostrar otra cara de los que es ser travesti y le gustó. Por mi parte, siempre trabajé en una fábrica, lo cual me costó un esfuerzo enorme. Fui construyendo mi identidad en el laburo. Al heterosexual le cuesta ver que la otra persona salga de lo «normal». Ese fue un trabajo muy importante y a José le gustó”, sostuvo.
“La dignidad para nosotras es ser respetada y valorada –continuó-. Es ser parte de la sociedad, tener una familia, la posibilidad de salir a trabajar de lo que nos gusta, de poder, querer y tener la libertad, esa libertad que muchas no tenemos y que otros y otras nos quitan, como pasa con muchas mujeres trans que son echadas de sus casas y no tienen lugar donde estar ni una persona que les dé una mano y lamentablemente terminan explotadas como prostitutas. Y ahí se termina la dignidad; cuando nuestros cuerpos son flagelados y descartados como si fueran nada”.
Sobre esta desprotección y el peligro constante que pueden padecer las chicas trans, Yfrán reconoció que muchas de ellas son asesinadas por el simple hecho de ser travesti. “El travesticidio está invisibilizado. ¿Cómo se lo combate, cómo se ayuda a las travestis? La dignidad es muy importante, desde que somos chiquitas y nuestro cuerpo nos pide mostrar nuestra identidad. Eso es dignidad. Mi libertad y dignidad es mostrarme así a la sociedad y que la sociedad me respete”, reclamó.
Además, remarcó que la discriminación surge de la educación que se tuvo de chicos: “Muchos padres tienen una educación heteronormativa patriarcal, así que imaginate cuánto influye en la educación del niño. El padre enseña desde la ignorancia, del que no tuvo otra educación y no busca otra información porque lo han puesto como un tabú. Eso lleva a que el pobre niño también sea ignorante. Desde el adulto se le enseña a rechazar al diferente. Pero muchas veces, el niño es curioso y quiere saber por qué el padre le puso una regla. Y empieza a investigar y se une con el que es diferente y ahí se rompe un poco la enseñanza y ve que no es cómo decían y empieza a educar al padre. Eso es hermoso. Es lindo que también haya una Educación Sexual Integral para que se pueda conocer el niñe y educarse para que haya una sociedad más equitativa. En esta situación tenemos que pelear por un derecho que tienen todos y a nosotras se nos ha cortado”.
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) también tuvo su lugar en el film, como organismo que las protege, mientras tanto Yfrán dio más detalles sobre cómo actúa la entidad en realidad: “El Inadi es medio como una amenaza (al que discrimina) porque cuando yo tuve el problema, sobre mi identidad, en mi trabajo, tuve que recurrir y se solucionó. Pero, por otro lado, no sancionó al dueño de la fábrica por todo el daño psicológico que sufrí durante tantos años peleando por un lugar. Saliendo del tema Inadi, el sistema de salud es deficiente. Tenemos que actuar con recursos de amparo por una cirugía para adaptarnos a nuestra identidad de género. El cupo laboral trans no se implementa. Somos pocas las que tenemos un laburo porque nuestra transición fue ahí. A muchas no las aceptan en ningún lado. Y están los travesticidios. No se investigan nunca las muertes de las chicas que perdieron la vida en la calle. Tampoco hay ayuda a quienes vienen de afuera y quedan como indigentes. Necesitamos una ayuda verdadera del Gobierno que sea. Las travestis estamos en todos los gobiernos y necesitamos contención”.
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