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Entrevista

Moreau: “El esfuerzo hay que ponerlo en cuidar el empleo”

El líder del MNA pasó por Rosario en la víspera del Día de los Trabajadores y criticó duro las políticas del gobierno de Macri. El ex dirigente alfonsinista, cercano al kirchnerismo, encabezó un acto este sábado en las escalinatas del Parque de España


El dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista, cercano al kirchnerismo, Leopoldo Moreau consideró que “la decisión que ha tomado el gobierno de Mauricio Macri de avanzar en un camino que conlleva a la destrucción del mercado interno es suicida”. “Efectivamente, estamos en una etapa en donde el esfuerzo hay que ponerlo en cuidar el empleo, la industria nacional y los sectores productivos”, sostuvo en diálogo con El Ciudadano el ex senador nacional al cuestionar las medidas implementadas por la administración nacional.

En su paso por Rosario, donde realizó un acto el sábado en las escalinatas del Parque de España –del que participaron también como oradores, entre otros, el ex ministro de Defensa kirchnerista Agustín Rossi, el dirigente de Los Irrompibles Leandro Santoro y el secretario general de La Bancaria de Rosario, Matías Layús–, Moreau advirtió sobre la necesidad de conformar un frente ciudadano como el que impulsa la ex presidenta Cristina Kirchner entre todas las fuerzas progresistas, porque hoy “no solamente está en juego la discusión de un modelo económico” sino que “este proceso de endeudamiento al que pretende llevarnos el macrismo” tiene como “condicionalidades” la  “apropiación de los recursos naturales, del acuífero guaraní, de las minas de litio, de Vaca Muerta”.

—¿La urgencia de estos tiempos pasa por defender el empleo?

—Efectivamente, estamos en una etapa en donde el esfuerzo hay que ponerlo en cuidar el empleo, cuidar la industria nacional, cuidar a todos los sectores productivos, cuidar la educación pública. En definitiva, cuidar la sociedad y la patria. La decisión que ha tomado el gobierno de Macri de avanzar en un camino que conlleva a la destrucción del mercado interno es suicida. Corresponde a un fanatismo ideológico fuera de época porque este no es el mundo de la década del ‘90, este es un mundo agresivo para los países emergentes. Los países centrales no te quieren comprar nada, todos te quieren vender porque están sobreofertados precisamente por la crisis en los países capitalistas. Brasil está atravesando un momento muy complejo con una recesión muy profunda. Entonces, frente a esas dificultades en el sector externo, que son insalvables, haber decidido destruir el mercado interno es un desatino.

—¿Cómo se lo “combate” al gobierno de Macri? ¿La alternativa es el frente ciudadano que impulsa Cristina Kirchner?

—Creo que sí porque más allá de construir un espacio político, que a mi juicio lo debiera integrar lo mejor del peronismo, del radicalismo, del socialismo y de los sectores progresistas de la Argentina, es imprescindible sumar a los sectores sociales que van a resultar agredidos por esta política que se está llevando adelante. En primer lugar, los trabajadores y también las pyme, los intelectuales, los docentes, los estudiantes, las organizaciones sociales, las organizaciones religiosas porque no solamente está en juego la discusión de un modelo económico sino factores mucho más significativos, por ejemplo los recursos naturales. Este nuevo ciclo de endeudamiento al que pretende llevarnos el macrismo no va a tener como objetivo apropiarse, como ocurrió en la década del ‘90, de empresas nacionales. Las condicionalidades que van a acompañar esta vez el endeudamiento es apropiarse de los recursos naturales, del acuífero guaraní, de las minas de litio, de Vaca Muerta.

—¿Es Cristina la figura que pueda agrupar a todos esos sectores?

—Lo que los debe agrupar y articular a todos esos sectores es un proyecto común de Nación, la idea de desarrollar un país autónomo, que lleve adelante políticas de inclusión y que además se fije como meta un desarrollo industrial que hasta aquí no hemos podido alcanzar ni siquiera los movimientos populares. Los frentes populares necesitan referencias y en este caso la referencia de Cristina es ineludible pero esto no significa, porque ni ella se lo planteó, que la tenga como única referencia.

—Usted dijo que “si Raúl Alfonsín estuviera vivo no habría un acuerdo de la UCR con el PRO”, pero ¿hubiera apoyado su acercamiento al kirchnerismo?

—En primer lugar, no hubiera practicado antikirchnerismo como no practicó antiperonismo cuando en 1983 levantó un mensaje absolutamente abarcativo y que le permitió no solamente llegar al gobierno sino cimentar el proceso democrático junto a figuras como Antonio Cafiero. Y estoy seguro de que en esta etapa donde volvemos a la pesadilla de un modelo neoliberal de endeudamiento, de exclusión social, de destrucción del aparato productivo,  estoy convencido de que Alfonsín hubiera adherido a la idea de un frente ciudadano.

 

“El papel de la UCR en el gobierno de Macri es irrelevante”

—No le voy a pedir un análisis del gobierno de Mauricio Macri sino del rol de la UCR en el gobierno nacional.

—El papel de la UCR es un papel  irrelevante porque este gobierno no es una alianza del PRO, la UCR, la Coalición Cívica, este es un gobierno de los CEO y dueños de empresas corporativas que se han apropiado de las palancas del Estado. Entonces, el papel que le queda al radicalismo es levantar la mano en el Congreso por las decisiones que toman estos grupos concentrados. Ahí hay una contradicción que más temprano que tarde va a aflorar porque estos sectores llevan adelante una prédica que se apoya en la antipolítica, necesitan desplazar a la política para poder llevar adelante sus objetivos. El radicalismo está relegado a un papel muy secundario y la actual dirigencia cometió un pecado enorme al atar la sigla partidaria al carro de la restauración conservadora en la Argentina.

—¿Qué debe hacer la UCR para volver a ser un partido popular y competitivo como para liderar un proceso político?

—Lo que debería hacer es reencontrarse con el yrigoyenismo y el alfonsinismo y abandonar el macrismo ,pero esto no va a ser sencillo. Pero además, el sistema político de la Argentina se ha reconfigurado, ya no estamos en la Argentina del bipartidismo. Hoy la Argentina, y América latina, tiene escenarios de bifrentismo donde los que pensamos parecido, más allá de que provengamos de distintas culturas políticas, tendemos a juntarnos en un mismo espacio. Por eso, los que tenemos una mirada nacional, popular, democrática, humanista y progresista estamos hoy compartiendo un espacio. Y los sectores conservadores, que tienen una mirada vinculada a una sociedad con exclusión, estratificada, a un país dependiente de los humores del imperialismo de turno, también se han juntado en un espacio común, que hoy representa Cambiemos. Por eso, la dirigencia radical al sumarse a Cambiemos dio un paso más hacia el vaciamiento del partido que ya había empezado con la gestión de Fernando de la Rúa.

 

No planea volver a la UCR

Tras su expulsión del radicalismo en 2014, Leopoldo Moreau impulsó el espacio político Movimiento Nacional Alfonsinista (MNA), que ya cuenta con el estatus de partido nacional al tener reconocimiento en siete provincias. Es por ello que el ex senador dice que no le interesa volver a la UCR: “En estas condiciones de ninguna manera. No vale la pena perder el tiempo para luchar por el control de una sigla que ha sido desnaturalizada cuando esta dirigencia resolvió dejar atrás la identidad nacional, popular y democrática del radicalismo”.

“Nosotros creemos que hoy hay muchos más radicales, sobre todo alfonsinistas, fuera de la estructura del partido que dentro. Entonces vamos a buscar a esos hombres, mujeres y jóvenes que se han identificado con esa tradición política pero que además tienen la vocación frentista con otras tradiciones políticas también del campo nacional y popular”, afirmó el ex candidato a presidente por la UCR.