Por las semifinales del torneo luso, el de Sant Carles da Rápita realizó una gran actuación y dio el golpe del torneo al dejar afuera de la definición al número uno del mundo.
El español apoyó su juego en su movilidad para anular las habilidades del suizo que lució muy apagado durante el partido pese al apoyo del público.
Durante el primer set los roles se invirtieron. Montañes parecía Federer y viceversa. Con total autoridad, el español rompió varias veces el servicio del suizo que se mostraba impotente ante el juego rival y cedió el parcial por un inapelable 6-2.
En el segundo parcial, el número uno forzó la máquina y se pareció en algo a lo que su real potencial puede ofrecer. Claro que para ese entonces, el español estaba muy confiado en su juego y aguantó cada embate para forzar el desempate en tie-break, donde no perdonó para terminar concretando la gran sorpresa del torneo lusitano.
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