Policiales

Juicio por el caso Los Patrones

Monos: los líderes hablaron y pidieron ver a sus hijos

El debate oral que tiene a 39 acusados de conformar una organización dedicada al tráfico y comercialización de estupefacientes bajo las órdenes que impartían desde la cárcel, Guille Cantero y Chamorro, a sus respectivas parejas continuó este lunes con la identificación de cada uno de los acusados


La tercera jornada del juicio oral Los Patrones comenzó este lunes por la mañana con el rechazo por parte del Tribunal Oral Federal 3 (TOF3) a los planteos de nulidad que planteó la defensa. Luego se pasó a la etapa de la identificación de cada uno de los 39 procesados. Los primeros en hablar fueron las dos parejas –Ariel Máximo “Guille” Cantero y Vanesa Barrios, junto a Jorge “Ema” Chamorro y Jesica Lloan– sindicadas como líderes de la organización dedicada al tráfico y comercialización de estupefacientes desbaratada a fines de 2015. Si bien Cantero dijo que no tenía apodo y decidió no declarar, pidió la palabra para pedir “por favor” que lo trasladen de regreso al Chaco, al argumentar que no puede recibir las visitas de sus hijos y familiares. “Nos hacen levantar a las 6 para estar acá sentados por horas, no comemos. Nos dan un sándwich en una jaula y hace tres meses que no veo a mis hijos”, dijo el líder de Los Monos, quien agregó: “No quiero estar presente en este juicio”. Este mismo reclamo fue el de Chamorro. Tras su solicitud, el presidente del tribunal, Ricardo Vázquez, le aclaró a Cantero que no podía volver al penal federal de Resistencia y le permitió que se retirara de la videoconferencia.

La audiencia estaba prevista para las 9, pero comenzó una hora más tarde, ya que algunos de los 22 imputados que están en el penal bonaerense de Ezeiza y presencian el debate por videoconferencia pidieron hablar con sus defensores.

La primera cuestión que trató el tribunal –integrado por Ricardo Vázquez (presidencia), Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez, que cuenta con la colaboración del camarista Germán Sutter Schneider– fueron las cuestiones premiliminares al juicio que se trataron el viernes pasado y se basaron en dos pedidos de nulidades presentados por uno de los abogados de Guille, Carlos Edwards, y cuyos pares, tanto públicos como privados, suscribieron.

“La ausencia física de Cantero condiciona la inmediación y comunicación con la defensa”, había sido uno de los planteos de Edwards de la jornada anterior. El otro pedido de nulidad se basó en la falta de un funcionario judicial en la sala del penal de Ezeiza para garantizar el derecho de defensa.

En ese sentido, el fiscal de juicio Federico Reynares Solari rechazó los pedidos y dijo que con estos reclamos la defensa busca la no realización del debate.

Con respecto a la presencia de funcionarios, el tribunal contestó que en ningún punto de la acordada 20/2013 puntualiza que deben ser funcionarios judiciales. “En la sala hay tres funcionarios identificados desde el primer día que tienen comunicación directa con este tribunal y cuentan con la obligación de garantizar la presencia y la identidad de los acusados”, contestó el tribunal para resolver rechazar los planteos de nulidad, que consideró reiterados.

En el mismo escrito, los magistrados del TOF 3 hicieron una advertencia tanto a los defensores como a sus clientes por su actitud y los reproches que ocurrieron en la jornada del viernes pasado, cuando tres de los acusados que estaban en Ezeiza se quejaron porque hacía 15 minutos que querían comunicarse con sus defensores y no lograban concretarlo.

“Las tres personas que querían conversar con sus defensas lo hicieron en el momento en que el doctor Edwards estaba haciendo su exposición y no se podía interrumpir. Este tribunal hace un fuerte llamado de atención a las conductas dilatorias del debate e insta a los acusados para que se abstengan de interrumpir los actos procesales”, concluyó el tribunal.

 

Guille y Chamorro pidieron la palabra

 

Este lunes, luego de tratar las cuestiones preliminares, el debate continuó con la identificación de los 39 acusados, 22 están en el penal de Ezeiza y 17, en su mayoría mujeres, entre las que se encuentran la madre de Guille Cantero, Celestina “Cele” Contreras, Vanesa Barrios y Jésica Lloan.

Los llamados para la identificación comenzaron con los sindicados cabecillas de la organización dedicada al tráfico y comercialización de estupefacientes desbaratada en 2015.

Ariel Máximo Cantero se sentó primero. Si bien en la causa lo presentan como Guille, dijo que no tenía apodo y se negó a declarar. Luego de que el secretario terminara de leer sus antecedentes, Cantero pidió la palabra y el presidente del Tribunal se la concedió.

“Quería decir que estoy disconforme con este juicio. Estoy mal, nos levantan a las 6 o 7 hasta las 18. Estoy sin comer. Nos meten en una jaula y nos dan un sándwich. No quiero formar parte de este juicio. Quiero volverme al Chaco porque recibía visitas”. A esta declaración el presidente del tribunal le contestó que tenía que estar en Ezeiza hasta que culminara el debate.

“Desde que empezó esto no puedo ver a mis hijos, son chiquitos. Hace tres meses que no los veo, por favor se lo pido. En el Chaco me daban el horario de visita desde las 9 a las 17; acá en Ezeiza me dejan verlos dos veces por semana de 15 a las 17. No van a hacer 400 kilómetros para estar dos horas. Este juicio va a durar cinco meses”, se quejó Cantero.

Vázquez reiteró la imposibilidad de que regrese a Chaco hasta que no termine el juicio. “Ha resultado imposible realizar las visitas con las frecuencia que las tenía antes. En esta instancia, va a tener limitadas las visitas. Cuando el tribunal pueda enviar a su pareja y su familia, lo hará. El juicio no va a durar cinco meses; la culminación está prevista para principios de noviembre. Su defensa y su señora han solicitado el traslado pero no hemos logrado la coordinación con el Ministerio de Seguridad (de la Nación)”, explicó el magistrado.

“Se lo agradecería por el tema de mis hijos. No quiero estar más en la audiencias”, dijo Cantero y se retiró de la sala.

Luego llegó el turno de Jorge Emanuel “Ema” Chamorro , quien también se abstuvo de declarar pero pidió la palabra al tribunal. “Quiero que sepa que me interesa mucho este juicio. Es un antes y un después en mi vida, pero necesito como padre de mis hijos ver a mi familia, no cuento con su apoyo y es muy importante para mí”, dijo.

Chamorro, condenado a 12 años de prisión por integrar una asociación ilícita y ser partícipe de un homicidio en la Justicia provincial en abril pasado –sentencia que aún no está firme–, hizo referencia a las secuelas que le quedaron de su paso por la cárcel de Neuquén en enero de 2016, cuando terminó gravemente herido de dos puntazos, uno de ellos en el tórax. “Tengo hijos chiquitos y uno en camino. No puedo ver a mi abogado. No tengo derecho a la defensa. Esto me provocó un daño psicológico y social. El ataque que sufrí me dejó secuelas físicas”, dijo Chamorro para resaltar que no le permitieron terminar el quinto año de la secundaria como tampoco tuvo acceso a los trabajos que pueden realizar los internos.

“Todo este tiempo estuve aislado, me cortaron el vínculo familiar. Mi abogada pidió visitas para mi pareja que está embarazada cuando me mandaron a Rawson, pero nunca la trajeron. Ahora que estoy acá, en Ezeiza, tampoco”, agregó Ema de 28 años.

Con respecto a sus respectivas parejas, Vanesa Barrios fue la tercera en identificarse y se negó a declarar. Lo mismo hizo Jésica Lloan.

Estaba previsto que las entrevistas a los acusados continuaran a lo largo de esta tercera jornada hasta culminar con los 39. Para la siguiente audiencia, está estipulado que comience el desfile de los 269 testigos, en su mayoría uniformados que intervinieron en los procedimientos que se realizaron en la causa que comenzó en noviembre de 2014 con el seguimiento a un punto de venta de drogas de Chávez y Laprida y que dio inicio a la causa Los Patrones. De la investigación a ese búnker, la Justicia federal estableció roles y responsabilidades en la cadena de abastecimiento y comercialización de estupefacientes que llegó hasta el proveedor de la marihuana en Corrientes y de la cocaína en Rosario. En el expediente, los líderes eran Guille y Ema, quienes impartían las órdenes desde el penal de Piñero a sus respectivas esposas, quienes también quedaron consideradas en la línea de mando. En debate están otros cuatro procedimientos vinculados, que añaden siete imputados a los 32 procesados en Los Patrones.

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