Edición Impresa

Monopolios periodísticos y política, en versión británica

Cameron quiere reformar el sistema de “autorregulación de medios” tras escándalo del News of The World.

La relación, siempre polémica, entre los monopolios de medios de comunicación y el poder político, explotó en el Reino Unido por la crisis del periódico News of The World, del grupo del magnate australiano Rudolf Murdoch, quien decidió cerrar el semanario que violó la ética periodistica al  realizar escuchas ilegales para obtener información. Pero el escándalo salpica también al gobierno del premier conservador David Cameron: en la investigación está apuntado su ex asesor Andy Coulson, ex director del semanario. Además, está en tela de juicio la relación muy cercana que tenía el mega grupo mediático con el gobierno que le había abierto las puertas para quedarse con una de las más grandes cadenas de TV de Gran Bretaña, la British Sky Broadcasting (BSkyB).

Cameron intentó despegarse ayer del emporio: dijo que se investigará a fondo y además, adelantó que propondrá reformar el actual sistema de autorregulación de la prensa británica.

Para Cameron el caso no sólo afecta al diario News of The World, que durante años practicó escuchas ilegales sino a toda la prensa británica, a la clase política y a la Policía por la manera en que se relacionan entre sí (se cree que el diario pagaba también a la fuerza policial para obtener información).

El premier confirmó en una conferencia de prensa ayer en Londres que pondrá en marcha dos investigaciones: una, liderada por un juez, se centrará en las escuchas ilegales y la manera en que la Policía trató el caso. La otra, más genérica, reunirá a un panel de expertos independientes y abordará la cuestión más filosófica de las relaciones entre la prensa y la política.

Cameron afirmó que el escándalo del News of The World “es una llamada de atención” a toda la clase dirigente del país y aseguró que “no quedará piedra por remover”, según publicó el diario El País de España.

Además, Cameron dio por muerto el actual sistema de autorregulación de la prensa a través de la llamada Comisión de Quejas de la Prensa, un organismo gestionado por los propios medios y, que a su juicio, “ha fracasado” y ha estado “totalmente ausente” en el caso de las escuchas.

Esta instancia será sustituida por un organismo regulador independiente.

La oposición también se unió a las críticas por el pasivo papel jugado por la comisión en esta crisis.

En tanto, Cameron intentó despegarse del grupo mediático.

Al ser consultado sobre si James Murdoch, hijo del patriarca y responsable de sus negocios en Europa, debía ser interrogado después de que admitiera que la empresa había engañado involuntariamente al Parlamento, el primer ministro declaró: “La Policía tiene los recursos y la habilidad necesaria para perseguir las pruebas que tiene. Para interrogar a quien quiera, con independencia de lo alto o lo bajo que esté situado”.

“La declaración (de James Murdoch) deja todo tipo de preguntas sin respuesta. La Policía ha de tener en cuenta que puede ir allí donde quiera para interrogar a quien quiera”, señaló el premier británico.

Comentarios