La concejala socialista Mónica Ferrero recorrió junto a vecinos el complejo habitacional de Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur de Rosario, y manifestó su preocupación: “Los vecinos y vecinas nos transmiten que los programas sociales de la provincia y las obras en el barrio están paralizados, es un retroceso que lleva casi un año y no tienen respuestas. Los problemas de inseguridad se multiplican y están vinculados directamente con la ausencia del estado provincial”.
La edila socialista recorrió el barrio y, tras conversar con integrantes de la vecinal, comerciantes y directivos del club del barrio expresó: “Los vecinos están preocupados por los hechos de inseguridad. Con la intervención del Plan Abre iniciada en 2014, el barrio tuvo una verdadera transformación, no sólo desde lo urbano con la recuperación y creación de espacios públicos, iluminación, agua, cloacas, pavimento, sino también desde lo social con instancias y procesos participativos como la conformación de consorcios, escrituración de viviendas y acciones específicamente vinculadas a la problemática de la violencia. Necesitamos que las obras en los barrios continúen, que los planes sociales se reactiven, en el contexto de crisis económica y sanitaria que atravesamos es imprescindible”.
Los vecinos y vecinas se organizaron para afrontar la situación de la pandemia con gran esfuerzo y compromiso social y asisten con alimentos a los que más lo necesitan. Carina y Andrés, un matrimonio que habita el barrio hace más de 30 años, con colaboración de otros vecinos, entregan todas las mañanas alimentos. “Estamos asustados, nunca hubo tanta inseguridad en el barrio. Muchos vecinos perdieron su trabajo, necesitamos que el club vuelva a ser el espacio donde los más chicos y las familias se encuentren. El barrio está desprotegido y olvidado, nadie nos da respuestas”, lamentó Carina.
La ley Nº 13.896 que creó el “Programa de Intervención Integral de Barrios” (ley del Plan Abre), aún no fue reglamentada. “El gobierno provincial tiene un presupuesto asignado para las obras, la reglamentación de la ley es necesaria para las obras que deben realizarse”, señaló Ferrero.
El barrio fue inaugurado en 1983 en el marco de las iniciativas desarrolladas por el Fondo Nacional de la Vivienda (Fonavi). El complejo está constituido por 33 torres de 10 pisos y 164 monoblocks o núcleos habitacionales de 3 pisos con más de 10 mil departamentos. Es el barrio Fonavi más grande del país y cuenta con alrededor de 85.000 habitantes.
“El Plan Abre es un programa único en el país con obras de alto impacto, llevadas a cabo en 34 barrios de Rosario, que mejoraron positivamente la infraestructura urbana, las condiciones de vida y la convivencia entre los ciudadanos, con un componente social vinculado a la contención de las familias, los jóvenes y especialmente a impulsar proyectos productivos, abordando la salud y la educación. Es una mirada integral de la problemática social que contribuyó significativamente a la reducción de las inequidades sociales y urbanas y, además, colaboró en la disminución de hechos de violencia en los barrios donde se implementó. Las obras están totalmente abandonadas y los vecinos se sienten desprotegidos, necesitamos que el Estado provincial retome la acción articulada para la intervención en los barrios de Rosario”, finalizó Ferrero.
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