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CANDIDATAS Y CANDIDATOS

Mónica Fein: “Pullaro tendría que tener más humildad y Losada debería vivir acá” en Santa Fe

La ex intendenta de Rosario y precandidata a gobernadora asegura ser la única con experiencia en gestión para resolver los problemas de la sociedad. Criticó al gobierno provincial, se mostró preocupada por la antipolítica y señaló como ejes de su propuesta la educación, la seguridad y el trabajo


Foto: Franco Trovato Fuoco.

Mónica Fein eligió que su pasión por la política marcara los tiempos de su vida. Empezó a militar en el socialismo apenas ingresó a la Facultad de Ciencias Bioquímicas, un año antes de la última dictadura cívico-militar. Con el retorno de la democracia, pospuso rendir su última materia para sumarse al Centro de Estudiantes y eligió casarse un miércoles de enero para no interrumpir su actividad militante. La política se coló en el cotidiano de su familia. Sus hijos repartían votos y su hija menor jugaba a presidir actos cuando era chica. Hoy la política la encuentra con el antecedente de dos mandatos como intendenta de Rosario y como precandidata a gobernadora de la provincia por Unidos Para Cambiar Santa Fe, en una disputa con los radicales Carolina Losada y Maximiliano Pullaro. En diálogo con El Ciudadano, la actual diputada asegura ser la única con experiencia en gestión para resolver los problemas de la sociedad. Criticó la “falta de plan” del gobierno de Omar Perotti, se mostró preocupada por las ideas vinculadas con la antipolítica y señaló como ejes de gestión a la educación, la seguridad y el trabajo.

—¿Cuándo decidiste dedicarte a la política?

—A los 17 años me vine a estudiar. Mi hermano estudiaba medicina y pertenecía al brazo universitario del Partido Socialista. Ingresé en primer año de la facultad y me sumé. Durante la dictadura nos reuníamos clandestinamente. En el 82 empezó la vuelta al debate democrático y yo dije: «No me voy a recibir si ahora viene la mejor etapa», así que postergué las dos materias que me faltaban y me sumé a la actividad por el Centro de Estudiantes. Fui la primera presidenta del Centro de Estudiantes de Bioquímica, faltándome una materia, así que fue una experiencia hermosa de recuperación democrática, de participación estudiantil. Después me recibí y ya pasé a ser parte de los equipos de graduados del socialismo, estuve en el equipo de salud de Hermes Binner. Elegí una gran pasión que marcó toda mi vida y sigo programando cosas importantes de acuerdo al cronograma de política. 

—¿Cómo te encuentra ahora la política? 

—Me encuentra con mucha experiencia. Haber sido intendenta de Rosario me permite entender que gestionar el Estado no es una improvisación sino que es necesario conocer. Tuve la oportunidad de estar en los equipos de Binner y de Miguel Lifschitz, y me permitió aprender, conocer y asumir nuevos desafíos. Esa experiencia es la que me permite sentirme capaz de enfrentar la gobernación de Santa Fe. Me encuentro también con pérdidas y dolores como la ausencia de Lifschitz: si bien todo su equipo está trabajando con nosotros, su ausencia duele. También me encuentra muy preocupada por lo que vive la ciudadanía en general, la dificultad económica, la desesperanza, un futuro mejor, la falta de perspectiva de tener una vivienda propia o de llegar a fin de mes. 

Estamos en un momento donde por falta de respuestas, por errores, quizás por malos gobiernos, la sociedad no encuentra en la política un lugar de respuestas y aparece el enojo, muy entendible, que es aprovechado por aquellos que siempre tuvieron una posición antidemocrática y buscan debilitar la política para hacer la política de los grandes grupos concentrados y de los intereses económicos. Hacen política pero solapadamente diciendo que la política está mal. Me preocupa ese crecimiento de los sectores de la antipolítica, que aprovechan este enojo de la sociedad para construir la idea de que hay que destruir todo, sobre todo el Estado, para construir algo nuevo. Yo reivindico la política. Soy crítica pero estoy convencida de que es la herramienta. 

—¿Cómo ves el panorama nacional? ¿Creés que estas ideas pueden arraigarse en la sociedad? 

—Han aparecido y tienen una existencia real, por lo tanto requiere de todos los que participamos en política ser serios, inclusive a la hora de las críticas entre nosotros. Podemos perder y ganar elecciones, podemos mejorar los procesos de la ciudadanía, pero creemos en las instituciones democráticas que hay que modificar, mejorar y hacerlas más participativas. No defiendo este Estado que es muy burocrático y muy lejano, pero creo en el rol del Estado. Deberíamos buscar algunos acuerdos básicos y creo que está lejos, sobre todo en los partidos mayoritarios, el entender que esta crisis pone en riesgo, de alguna manera, a las instituciones democráticas. 

—¿Cómo analizás la interna en Santa Fe?

—Elegimos ir a Unidos para Cambiar Santa Fe. Fue una gran decisión porque queremos ser gobierno; porque fuimos gobierno sabemos lo que queremos hacer. Tenemos un gran equipo para hacerlo y experiencia. Trabajamos mucho en las coincidencias básicas y estoy convencida que es un buen espacio para construir una alternativa a un muy mal gobierno de Omar Perotti, a la inexistencia de planes, de proyectos y de diálogo con la sociedad. 

No estoy de acuerdo en que nuestra interna se convierta en una interna como la (nacional) del PRO, de descalificación, de poner en dudas sin fundamentos la transparencia o la acción de cada uno de mis dos adversarios. 

Tengo para ellos una mirada crítica política. Me parece muy bien que Carolina Losada se haya sumado a la política. Trae frescura pero también creo que hay que prepararse y que para ser gobernadora de Santa Fe no se empieza un año antes. Es como ser directora de escuela sin haber sido maestra. Me parece que hay algo de falta de valoración de lo que significa gobernar Santa Fe. Además, debería vivir acá y creo que le falta tiempo en su formación.

Pullaro tendría que tener más humildad. Él fue un colaborador de Miguel Lifschitz en un área que es la que más nos critica la sociedad, el área de seguridad, y por lo tanto debe reconocer que tuvimos problemas, que aprendimos, que podemos hacerlo mejor. Creo que es faltar a la verdad que se ponga como sucesor de Miguel Lifschitz. Nosotros somos el legado de Miguel, tenemos su equipo y nos sentimos orgullosos de nuestros doce años de gobierno en la provincia, con errores y con aciertos. 

—¿Cómo es la actualidad del Partido Socialista?

—Tuvimos varios golpes. Perdimos la elección en Santa Fe y en Rosario, la pérdida primero de Hermes y después de Miguel. Pese a eso, lo veo de pie, luchando, sin bajar los brazos, que siguió adelante con sus ideas y valores. Tiene distintas miradas y hoy tenemos el desafío de ordenarlas en diálogos productivos, pero veo un socialismo con un cambio generacional y construyendo futuro con lo mejor de lo que pudimos hacer, pero también con el desafío de enfrentar los nuevos problemas que tiene la sociedad. 

Foto: Franco Trovato Fuoco.

—¿Cómo analizás la gestión actual provincial y qué propuestas tenés para Santa Fe?

—Omar Perotti asumió el 10 de diciembre y en enero cerró el gobierno de la provincia, después vino la pandemia y siento que no hubo gobierno. Tiene un gabinete, que más allá de Seguridad, que cambió cuatro veces (de ministro), abandonó Rosario. Ahora hay reuniones de seguridad, pero él no viene. 

Yo pienso retomar la idea de que debe haber un gobierno en todas las áreas. Me preocupa mucho la educación. Tenemos chicos de tercer grado que no están alfabetizados. Hay una falta de conducción. Se manejan por órdenes de circulares a los supervisores. Tiene que retomar el plan “Vuelvo a estudiar” y nadie tiene que quedar afuera del sistema educativo.

Me preocupa la seguridad. Nos despertamos y buscamos en las noticias si hubo tiroteo, balaceras, si murió alguien, como si esa noticia indiscutiblemente fuera a estar ahí. Es dolorosísimo ver que no hay nada que al gobierno lo haga reaccionar. Hay que mejorar la presencia del Estado en los barrios más violentos y definir cuál es el rol de la Policía, hacer un cambio y mejorarla. Quiero un fiscal en cada barrio para saber qué está pasando. No puede ser que en 4 años no se resolvió el sistema penitenciario. Quizás pecamos un poco de ingenuos al pensar que presos los cabecillas podía bajar la violencia. 

Por último, el trabajo, la falta de posibilidades, de perspectiva de trabajo en Santa Fe, de acompañar a los productores en un año de sequía, de hacer algún proceso que acompañe la posibilidad para que las pymes tomen más trabajadores, de cómo generar una política más cercana, de escucha y abierta. 

—¿Cómo llegamos a estos niveles de violencia y qué responsabilidad tiene el Estado nacional? 

—Hemos tenido gobiernos nacionales que han descuidado el problema del narcotráfico. Eligió nuestro país, no sólo para el mercado interno, sino para exportación. Ese proceso no fue tomado en serio, ni en la frontera, ni en la Hidrovía. Los gobiernos nacionales miraron para otro lado. Prefirieron decir que era un problema de Rosario como si el narcotráfico eligiera una ciudad. Nos adjudicaron a los socialistas alguna responsabilidad. Creo que faltó una estrategia hacia el narcotráfico del gobierno nacional, seria, responsable, de entendimiento de la situación, de repensar inclusive a las fuerzas policiales y a las fuerzas nacionales de seguridad porque el narcotráfico tiene mucho dinero, maneja muchos recursos y cambia la lógica de las policías provinciales y de todas las estructuras.

A esa falta de políticas nacionales se agregaron inexperiencias, dificultades, falta de coordinación de los gobiernos provinciales. En nuestro caso, no estábamos preparados para el grado de violencia que hubo. Fue un proceso que llegó, se instaló y nos encontró, quizás, no con todas las herramientas de investigarlo. 

A todos los que hablan desde Buenos Aires y me preguntan cómo está el narcotráfico en Rosario, les digo que el narcotráfico está en Argentina. En Rosario se expresa violentamente y nos lleva muchas vidas, pero mientras no entendamos que está instalado en el país y hagamos algo coordinado, va a empeorar. 

Creo que tengo una función porque fui intendenta de Rosario. Ninguno de los candidatos de Juntos Avancemos (el frente oficialista) ni mis competidores en Unidos para Cambiar Santa Fe han tenido experiencia de gestión de gobierno y se necesita mucha decisión, mucho tiempo y trabajo para poner en marcha las acciones que modifiquen esta realidad. Voy a tener un plan, pero voy a escuchar el aporte de todos los sectores porque en esto se va la vida de la gente.

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