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¿Sacará el bisturí?

Momento de decisiones

Américo Gallego inició una semana determinante, sobre todo luego de sus declaraciones post duelo con Arsenal.


Américo Gallego llegó a Newell’s con el enorme desafío de que el equipo recupere el protagonismo perdido en el último tiempo. Un técnico de la casa, de perfil ganador (campeón con la Lepra en 2004) y con autoridad hacían pensar en que era el hombre indicado para hacerse cargo de un plantel con nombres propios de jerarquía.

El Tolo también tenía frente a sí una revancha después de un paso en falso en Independiente y la chance concreta de reinsertarse en la elite del fútbol argentino luego de un largo tiempo sin dirigir. Llegando al primer tercio del torneo, y sumido el equipo en una insoportable irregularidad, Gallego tiene en sus manos el poder de decisión para equilibrar los rendimientos y lograr que la Lepra recupere identidad futbolística.

Por primera vez desde su llegada, el Tolo fue sumamente crítico con el rendimiento del equipo. Por ejemplo, en Córdoba intentó desviar el eje de discusión argumentando 12 minutos de buen fútbol de un equipo que se vio superado por Belgrano en todo momento y luego arremetió contra algunos periodistas cordobeses. Una estrategia clara para defender a los suyos.

Pero en Sarandí, no. Y no sólo apuntó al bajísimo nivel del equipo ante el que era el último de la tabla, sino también a la actitud, una palabra tan común y abarcativa en el mundo futbolero. ¿De qué se habla cuando se refiere a la actitud? A la reacción que se muestra ante la adversidad, a la entrega constante, a sacar ese plus necesario para afrontar momentos difíciles.

Gallego advirtió que no hubo nada de eso en Sarandí y, después de afirmar que no se podía jugar peor y que la actitud no era un bien negociable, adelantó cambios. Y en el aire quedó la sensación de que se trataba de esos que pueden generar ruido. Quizás encuentre allí el primer paso para acomodar la cosa.

La realidad es que la campaña del equipo no es mala, más bien irregular. Está décimo con 14 unidades y a siete de los punteros. Una diferencia descontable si se tiene en cuenta que aún faltan 21 fechas por jugarse.

Pero las críticas llovieron de forma unánime sobre el Parque de la Independencia porque el equipo muestra altibajos demasiados abruptos y, sobre todo, porque fue superado claramente por un rival que no había ganado y tenía a su técnico en la cuerda floja. Está claro que en el fútbol argentino, parejo si los hay, se puede ganar y perder con cualquiera. Pero hay formas que no son aceptables.

Ahora toda la responsabilidad recae en la capacidad y la experiencia del Tolo Gallego para tomar las decisiones acertadas y de los jugadores de demostrar cuál es el verdadero nivel del equipo y cuáles serán, por consiguiente, sus verdaderos objetivos en este campeonato que tiene a la Lepra con muchas irregularidades.

Tras un largo descanso, volvieron a trabajar

Después de 72 horas de descanso luego de la derrota frente a Arsenal del pasado lunes, el plantel rojinegro retomó ayer por la tarde los entrenamientos en el complejo Bella Vista de cara al compromiso del próximo martes a las 20.30 ante Godoy Cruz de Mendoza en el Parque de la Independencia.

Para ese compromiso, Américo Gallego aguarda por la recuperación de Víctor López, Hernán Bernardello y Víctor Figueroa, quienes se perdieron el partido en Sarandí por distintos problemas musculares.

Y también se espera por las decisiones que el Tolo anticipó iba a tomar respecto a la conformación del equipo que recibirá al Tomba.

Por lo pronto, el plantel trabajó ayer en lo físico, dividido en dos grupos que completaron tareas en el gimnasio y luego en el campo. López hizo algunos ejercicios diferenciados junto a uno de los kinesiólogos, mientras que Bernardello y Figueroa lo hicieron dentro del gimnasio.

El plantel volverá a trabajar hoy en el predio de la zona oeste a puerta cerrada.

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