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Estreno teatro

Mitos, contradicciones y desencuentros de lo que podría ser una familia, pero no lo es  

El director Ricardo Arias adelanta detalles de “Dos viejos judíos”, que se conoce este viernes en el CEC, donde actúan Naum Krass y Martín Fumiato. La obra está dedicada a la memoria de David Edery, quien falleció en mayo pasado y formó parte del proyecto original


La partida en los últimos meses de uno de los más destacados maestros, actores y directores que ha dado Rosario, referente de los orígenes del movimiento independiente en la ciudad, dejó trunco, en principio, un proyecto que lo involucraba junto con otro peso pesado de la escena rosarina.

David Edery murió en mayo cuando ensayaba junto con Naum Krass, bajo la dirección de Ricardo Arias, Dos viejos judíos, obra en la que dos amigos comparten algo que podría ser una familia, pero no lo es. “Lo trascendente y lo cotidiano entramado en una convivencia obligada y necesaria”, dicen acerca de esta propuesta que se conocerá este viernes en el CEC, ahora dedicada a la memoria del querido y recordado David, con la actuación de Naum Krass, en su esperado regreso a los escenarios, junto al talentoso Martin Fumiato.

Esta obra fue concebida en tiempo de pandemia, en encuentros virtuales desde abril 2020 entre Naum Krass, David Edery, Ricardo Arias y Eva Ricart. Los protagonistas son dos viejos amigos, uno religioso, el otro comunista. Todo comenzó con un rastreo en sus memorias de recuerdos vinculados a la judeidad, chistes, anécdotas, relatos familiares, canciones, recetas de comida, oraciones religiosas que se fueron articulando en torno a la historia compartida; años de amistad se ven confrontados por la posición de cada uno frente a la vida, su condición de judíos y el amor por una mujer.

“Dudas, incertidumbres y años de rencor complejizan la trama en un intento por resolver conflictos que acarrearon a lo largo de sus vidas”, expresan.

Producir en pandemia

“Antes de la pandemia, me llama David y después Naum, y ambos me comentan que tenían entre manos un trabajo juntos; lo habían estado intentando y me estaban llamando para ver si yo podía dirigirlos. Les dije que sí de entrada, me encantaba la idea; David fue mi primer profesor en la Escuela de Teatro y Naum fue profesor mío en taller. Los dos muy queridos y respectados y la idea de dirigirlos era algo hermoso. Cuando nos estábamos poniendo de acuerdo para juntarnos y empezar a pensar en el proyecto surge el tema de la pandemia”, contó Arias a El Ciudadano.

Y sumó: “En ese contexto, a pesar de todo, tratamos de continuar haciendo algo; empezamos con los encuentros virtuales y de la videollamada pasamos al meet y al zoom buscando adaptarnos a lo que se podía. Una vez que nos adaptamos, trabajamos todo el año pasado y los primeros meses de éste, hasta mayo, cuando fallece David. Fue un momento muy duro sumado a todo lo que venía pasando porque para nosotros el teatro es algo vital y no sólo estaba el aislamiento sino también los teatros cerrados y todos los proyectos detenidos”.

En ese recorrido, como pasó con otros grupos y colectivos de trabajo, el teatro se convirtió, como lo ha sido siempre a lo largo de otros tiempos de tragedias y padecimientos, en un lugar de refugio y resistencia. “El contexto y el proceso han sido durísimos, pero al mismo tiempo, seguir del modo en el que se podía, seguir a pesar de todo, fue vital para poder pensar en un futuro, pensar en un proyecto, pensarnos en relación con los demás y en cómo seguíamos adelante. Pero la muerte de David, como la de Mica (Micael Genre Bert, quien falleció en octubre del año pasado e integraba, entre otros, el elenco de la versión de Hamlet, de Arias), nos llevó a preguntarnos cómo seguimos, qué hacíamos con eso. Y fue determinante la relación con los hijos de David, particularmente con Martín, que nos dijo que quería que la obra se haga de todos modos e incluso participa en la producción y el vestuario”, dijo Arias acerca de la propuesta que cuenta además con música de Charli Pagura, vestuario de Martín Edery, producción de Luciana Evangelista y asistencia de dirección de Eva Ricart.

Repensar el vínculo  

Tras la partida de David y el deseo de continuar con el proyecto, aparece el nombre de Martín Fumiato como el posible “reemplazo”, algo que en el teatro nunca es tan taxativo, porque cada actor o actriz arma un nuevo personaje, quizás con algunos elementos cercanos al anterior, pero al mismo tiempo, con la claridad de que es indispensable repensar el vínculo.

“En términos de pensar en lo que hoy hace Martín, prefiero verlo como otra cosa, no como lo que iba a hacer David, porque creo que eso, de algún modo, es lo más desafiante. Porque este es un trabajo que surge de David y de Naum, era algo de ellos. Así fueron apareciendo alternativas, incluso hasta que yo lo reemplazara pero en ese caso debía correrme de la dirección. Y Martín fue una de las primeras personas en las que pensamos; trabajé con él en Primer aviso (su versión de esa pieza de Strindberg estrenada a mediados de la década pasada), compartimos otros espacios de trabajo y es alguien a quien respeto mucho, por lo tanto no dudé para nada de convocarlo. Más allá de la diferencia de edades y del gran interrogante a la hora de pensar cómo poder abordar esa idea de la vejez, Martín está siempre entre los actores que pertenecen a mi campo de referencia, pero además también está el dato de la tradición judía dentro de su familia materna”, expresó Arias, quien espera reponer, cambios mediante, su elogiada versión de Hamlet entrado el año próximo.

Acerca de lo judío

“Respecto de la «judeidad», acá el que queda afuera soy yo, de todos modos, por diversas cuestiones, es una cultura que siempre me atrajo, particularmente en lo vinculado a los universos de creencias y tradiciones. Hablar de judíos tiene una impronta cultural más fuerte que hablar de italianos, españoles o franceses, pero creo que de algún modo todo opera de la misma manera. Hay un cuidado en el tratamiento que hacemos de las distintas temáticas que se abordan de lleno, como de las que se soslayan o se tocan tangencialmente; pero en todo momento las dejé en manos de ellos. Y si me pongo a pensar, creo que no se nos escapó nada. De hecho, la obra empieza con un chiste judío y dispara para un montón de lugares pero con algunas problemáticas puntuales: la visión de la mujer, la visión de la madre, la visión religiosa de la tradición, las cuestiones ideológicas, la comida. Todo, de algún modo, aparece”, detalló Arias.

En tiempos de deconstrucciones varias, el director apeló a una forma de trabajo que le es propia y que tiene que ver con poner el cuerpo y la mirada en eso que de un modo u otro se puede volver incómodo. “En términos de significación, sabemos con qué material estamos trabajando y depende muchísimo de la lectura que se haga de la obra. En el presente, hay una serie de problemáticas donde opera el binarismo pero como todo, depende de la lectura que se haga, también estamos en un tiempo donde podemos cuestionarnos todo. Ese tipo de posiciones, en lo ideológico, a mí me ubican mucho más claramente frente a la toma de posiciones fuertes y juicios críticos. Hago esa aclaración porque me parece que éste es un trabajo donde se asumen ciertos riesgos, o en todo caso ese riesgo estará en quién lo vea. De todos modos, en el material hay textos que son fuertes en relación con lo ideológico, con lo político y religioso y todo quedará a criterio de los espectadores”, expresó contundente Arias.

Y concluyó: “Más allá de la temática, es un riesgo que corro yo también que soy el que estuve viendo todo este proceso desde afuera. Obviamente, y como pasa con todo estreno, estamos tranquilos pero expectantes, a la espera de ver qué es lo que pasa. Es un trabajo provocador hasta desde la puesta en escena porque no hay absolutamente nada, donde la espectacularidad y la teatralidad pasan por otros lugares. Hay una atención en el vínculo y en lo que deviene de eso; decidimos que todo lo superfluo quede afuera”.

Para agendar

Dos viejos judíos tendrá su estreno en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Paseo de las Artes y el río), este viernes a las 20.30, donde seguirá en cartel los restantes viernes del mes. Las entradas anticipadas se pueden reservar comunicándose al 3412139964 o a través de las redes sociales.

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