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Misterio y terror en la noche interminable del Ártico

La renombrada serie retoma al dúo de policías con relación difícil que investiga un intrigante caso criminal de ribetes sobrenaturales, pero esta vez se trata de dos mujeres que deberán descifrarlo en una trama que involucra el extractivismo despiadado y la tradición mística del pueblo esquimal


Acaba de terminar, este domingo 19 de febrero, la esperada cuarta temporada de True Detective. Night Country. Nuevamente en la cadena HBO, pero ya sin el creador de la serie, Nic Pizzolatto. Esta vez protagonizan Jodie Foster y Kali Reis, y a cargo de la conducción general, Issa López.

En esta temporada la acción se traslada a Ennis, un pequeño pueblo de Alaska en su zona ártica, justo al comienzo de la larguísima noche invernal. El caso policial en cuestión involucra el hallazgo de varios cadáveres masculinos, congelados unos sobre otros formando una suerte de macabra escultura, y su posible conexión con un caso anterior no resuelto de una mujer asesinada. Las encargadas de la investigación, que mantienen el cásico esquema de  la serie,  son Liz Danvers (Jodie Foster) y Evangeline Navarro (Kali Reis).

Esta cuarta temporada intenta, de algún modo, volver de modo directo al universo y al opresivo clima de la primera, pero a través de un par de  giros que implicarían un cambio renovador de perspectiva. Por un lado se cambia radicalmente de paisaje, desplazando los calurosos paisajes desérticos por la gélida noche ártica.

Por otro lado, aquí la pareja protagónica de policías son dos mujeres, y el caso involucra, en primera instancia, el hallazgo de varios hombres presuntamente asesinados, cambiando el motivo habitual en estas y otras series del descubrimiento de un cadáver femenino por el descubrimiento de esa grotesca escultura hecha con los cuerpos de unos científicos de la zona. Un giro de corrección política que, de todos modos, no llega a desarrollarse.

También, Night Country conecta con la primera temporada de otros modos más o menos explícitos ligando ambas historias. Se vuelve sobre esa atmósfera fantástica jugada muy cerca del terror sobrenatural que aquella primera vez tan bien había construido. Hay por ahí, para quien tenga interés en esas cosas, ciertos detalles relacionados con el caso, y hay también algún personaje, que directamente establece una conexión directa con la situación y los personajes de lo narrado en la primera temporada. El universo es el mismo y se intenta ampliar el tono misterioso estableciendo estos vínculos entre hechos que en apariencia no guardan relación.

Ahora bien, esta temporada intenta entonces recuperar el espíritu de la primera salteando las variaciones propuestas en las temporadas 2 y 3, pero el problema es que, en principio, ya desde  los primeros minutos todo comienza a oler a refrito y a pastiche. Los hilos están a la vista, expuestos con bastante torpeza. Y allí, de inmediato, se hace clara la mezcla de elementos diversos provenientes de distintas fórmulas exitosas.

Se pueden ver claramente elementos de FortitudeMare of Eastown, pero también de muchas otras; revelando de algún modo una construcción que remite al modelo habitual de Netflix, esto es mezclas rápidas de distintitas fórmulas probadas, sin ningún riesgo asumido. En Night Country, lo que supuestamente eran guiños y homenajes a John Carpenter o a Ridley Scott, no pasa de sentirse como una reutilización cómoda de algunos artilugios básicos de otras series recientes de éxito.

Por otro lado, Issa López no logra instaurar una atmósfera insana como la que se plantea. Apenas la bella fotografía nocturna insinúa un tono que nunca termina de cristalizar en el relato. Lo ominoso evocado jamás se intuye sensiblemente, no llega a sentirse en la atmósfera, y las esporádicas apariciones que evocan sesgos sobrenaturales terminan por verse como arbitrarias y pueriles.

Como así también, podría decirse, cae bastante en lo anodino la casi totalidad de lo narrado, con un misterio sobredimensionado que huele a refrito y con unos personaje que apenas son remedos de algunos otros mejor construidos en otras partes. Poco queda como rescatable, tal vez, apenas, una noche buena en la que la soledad de los personajes llega a tener alguna dimensión dramática más elaborada

True Detective: Night Country, de todas formas recibió acogidas diversas. Tal vez funcione como otro thriller sin pretensiones, tal vez también tenga su encanto para quienes son afectxs a construir universos a partir de las conexiones discretas. Pero también es cierto que el mismo Nic Pizolato, el responsable de la temporada original, salió a despotricar en los medios por el atrevimiento que habían tenido al conectar esta pésima temporada con su idea original.

True Detective. Night Country / HBO / 4ta. Temporada / 6 episodios

Creación: Issa López

Intérpretes: Jodie Foster, Kali Reis, Fiona Shaw

 

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