Mundo

Virus

Misionero expresó que la situación por el ébola es complicada

Un argentino que se encuentra en la localidad de África occidental de Sierra Leona, aseguró que la enfermedad viral ha entrado en las grandes ciudades y representa una amenaza para todos.


Jorge Crisafulli, un misionero salesiano argentino que trabaja en Sierra Leona asistiendo a niños y familias afectadas por el ébola, aseguró que la situación “es cada vez más complicada” en ese país de África occidental y dijo que diariamente se producen 80 nuevas infecciones. “El ébola ha estado desde hace mucho tiempo en África, ya que apareció en los años ’70 en el Congo, de allí pasó a Uganda, pero nadie le dio nunca importancia porque estaba encerrado en una zona rural y eran pocas las muertes”, dijo a Radio del Plata el sacerdote, que desde hace 20 años realiza tareas misioneras en esa región del continente africano. “Ahora que el ébola ha entrado a las grandes ciudades de Liberia y Sierra Leona, ha cruzado el Atlántico y ha llegado a Europa, las grandes potencias occidentales se han despertado y dicen que es una amenaza para todos”, señaló Crisafulli. “Cuando comienza a ser una amenaza para las grandes potencias de occidente, entonces se acuerdan que África también existe”, dijo, aunque reconoció que, de otra manera, Liberia y Sierra Leona “se hubieran quedado aisladas con el problema y nadie hubiera movido un dedo para ayudarlas”. “El occidente y las grandes potencias se han acordado demasiado tarde y ahora están obrando muy lentamente”, indicó el religioso, y afirmó que al ébola “habría que haberlo parado hace 40 años, sobre todo levantando infraestructura, formando profesionales, creando hospitales y educando a la gente acerca de la importancia de la higiene”. El misionero habló además de los huérfanos del ébola y dijo que en Sierra Leona “existen 530 niños que se han quedado sin padres, hay otros 1.500 que están en cuarentena y un número pequeño acusado injustamente por la gente de brujería por haber contagiado supuestamente a su familia”. “Estos chicos necesitan el apoyo de una familia y cuando el mundo deje de hablar del ébola los huérfanos se van a quedar con nosotros y habrá que alimentarlos, vestirlos y enviarlos a la escuela hasta que puedan reintegrarse a la sociedad”, apuntó.

Comentarios