El flamante ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, designó este viernes a Marcos Romero para reemplazarlo en la Secretaría de Seguridad Pública. Además, este viernes por la tarde asumió como jefe de la Policía de Santa Fe, Martín García, en lugar de Miguel Ángel Oliva. Romero, ex Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y retirado de la Policía Metropolitana de Buenos Aires, estaba desde diciembre de 2019 en Seguridad Deportiva mientras que el director general García era el subjefe de la fuerza provincial.
Romero se formó en la Policía de Santa Fe y fue oficial de la TOE hasta 2008 cuando se sumó a la incipiente Policía Metropolitana de la ciudad de Buenos Aires. En dicha fuerza se jubiló como oficial superior luego de cumplir 30 años de servicio.
Por su paso en la TOE conocía al comisario general Víctor Sarnaglia, quien al sumir en diciembre de 2019 como jefe de la Policía de Santa Fe lo convocó para que ocupara el cargo en Seguridad Deportiva.
Ahora, Brilloni lo eligió para reemplazarlo como secretario de Seguridad Pública y fue uno de los primeros nombres que surgieron para integrar su equipo en el Ministerio de Seguridad, desde su asunción de este miércoles. Resta que se informe la persona que estará en el cargo de Romero.
El otro nombre que se conoció fue el del jefe de la Policía de Santa Fe, el ministro designó al director General Martín García en reemplazo de Miguel Ángel Oliva, quien asumirá este viernes por la tarde, aunque aún resta saber quién ocupará la subjefatura.
García estaba como subjefe de la Policía santafesina y había asumido en agosto del año pasado junto con Oliva en la gestión del saliente ministro Rubén Rimoldi. El reciente jefe de la fuerza provincial ingresó en 1991, fue jefe de la Unidad Regional I del departamento La Capital; de la Dirección General de la Policía de Acción Táctica (PAT); de la Unidad Regional III (Belgrano) y de la Unidad Especial de Casa de Gobierno.
También, prestó servicios en la Dirección General de Seguridad Rural y en diversas unidades operativas de la ciudad capital. “Un jefe con voz de mando y aceptación en las tropas”, lo definió Brilloni para agregar que espera “el acompañamiento de los jefes de Unidades Regionales”.
Con estos nombramientos, el comandante retirado de Gendarmería empieza a darle forma a su gabinete para llevar a cabo las metas de su plan de seguridad pública que incluye “desplegar toda la actividad operativa y de prevención”, la colaboración con el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y jueces federales“, fortalecer el liderazgo policial y mejorar la capacitación de los agentes para, en el corto plazo, bajar la tasa de criminalidad altamente lesiva.
El ministro Brilloni recorrió la instalación de nueva tecnología en el ingreso al penal de Coronda
Este viernes, el ministro también recorrió la Unidad 1 de Coronda, para supervisar la instalación de los nuevos dispositivos de seguridad y vigilancia. Luego, ya este viernes al mediodía, presidió la primera reunión con su equipo en la sede del Ministerio de Seguridad en Rosario.
Del encuentro, el funcionario expresó que “se dieron los lineamentos de trabajo conforme la política pública de seguridad delineada por el gobernador y el plan de seguridad que he presentado oportunamente. Los ejes estratégicos tienen que ver con la prevención policial, la investigación judicial, el análisis criminal y por sobre todas las cosas el trabajo en equipo, teniendo como objetivo llevar adelante todas las acciones tendientes a brindar seguridad, paz y sosiego a la ciudadanía”.
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Por último, el ministro remarcó que “la Policía y el Servicio Penitenciario provincial son los pilares fundamentales de esas políticas públicas en seguridad”, describieron voceros oficiales.
Brilloni es el cuarto ministro de Seguridad en el gobierno de Omar Perotti en estos tres años de gestión, la misma cantidad de jefes de la Policía de Santa Fe mientras que diez fueron los titulares de la Unidad Regional II, del departamento Rosario, donde las estadísticas muestran que la escalada de violencia lesiva y criminalidad organizada que lleva una década agravándose con el pasar de los años no encuentra una respuesta efectiva en materia de políticas públicas de ningún poder ni nivel del Estado.
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