País

murió el viernes a la noche

Militante y dirigente del gremio docente de Ushuaia se estrelló en Esperanza


Dos ciudades santafesinas conmocionadas por una muerte. Carlos Valinotti era oriundo de Santa Fe pero vivía en Tierra del Fuego. En la tarde del viernes, partió en un avión de bajo porte Cessna 150 desde la localidad de Gálvez hacia Esperanza, a 85 kilómetros, donde aterrizó, estuvo 10 minutos y emprendió el regreso. Pero nunca llegó: en la mañana de este sábado confirmaron que se había estrellado a sólo mil metros.

La avioneta quedó incrustada en un árbol.

El Cessna quedó incrustado sobre un árbol de un campo que pertenece a la familia Moerch. Está a unos 1.500 metros de la ruta 70, y a 200 de otro sitio conocido en la zona, el bar de Copes.

La búsqueda de la aeronave comenzó apenas se dio por desaparecido el piloto, pero recién con las primeras luces del sábado la ubicaron. A las 9 de la mañana, vecinos, baqueanos y policías de Esperanza dieron con el cuerpo de Valinotti, que estaba a unos 30 metros del Cessna.

El presidente del Aero Club Gálvez, Claudio Bortolozzi, confirmó que la aeronave estrellada en Esperanza pertenecía a esa entidad. Su secretario, Horacio Pagani, agregó que se activó el Protocolo de búsqueda y salvamento por la noche. El Cesna de matrícula LV-LFD partió del aeródromo galvense, en el departamento San Jerónimo, y aterrizó en el de Esperanza, en Las Colonias. Allí estuvo poco. Despegó a las 19.45 del viernes. A Gálvez debía llegar entre las 20.15 y las 20.30. Su hermano y su hija lo esperaban allí para regresar juntos a la ciudad de Santa Fe, donde vivían. Pero jamás lo volvieron a ver.

Era un reconocido militante docente y peronista.

Valinotti residía en Ushuaia, era profesor de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y secretario general de la Asociación Fueguina de Docentes Investigadores, además de conocido militante del peronismo. Se había graduado en la  carrera de  Ciencia Política de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, antecesora de la casa de estudios donde dictaba clases. Viajaba seguido a la provincia de Santa Fe porque tenía familiares.

El siniestro ocurrió a dos kilómetros de la pista del Club de Planeadores de Esperanza, que a diferencia de su par de Gálvez no tiene balizamiento nocturno. Una de las hipótesis es que Valinotti pudo haber tenido un desperfecto e intentó un regreso fallido a Esperanza. El informe de las casas de la fatal caída está a cargo de los peritos de la Administración Nacional de Aviación Civil –Anac–, a los que esperaban en Esperanza este sábado. La Unidad Regional XI de Policía, junto con la Justicia local, tuvieron las primeras intervenciones.

 

Una coincidencia

Hilario chocó contra un tendido de alta tensión.

El mismo apellido, la misma pasión, relación cercana con el peronismo pero sin vínculos. El 11 de octubre pasado, otro avión de bajo porte cayó en una zona cercana a Tacural, en el departamento Castellanos. El siniestro acabó con la vida a Hilario Valinotti, un experimentado piloto de 82 años que estaba radicado desde hacía años en la ciudad de Sunchales.

El Piper PA-32 matrícula LV-IOL que comandaba se precipitó a tierra pasadas las 17 del miércoles 11 de este mes tras embestir una línea de alta tensión e incendiarse en el aire.

Sunchalense por adopción, Hilario era un referente de la aviación argentina: fue pionero en los vuelos transpolares en junio de 1980, cuando comandó el Boeing 747-200 matrícula LV-MLR con el cual se concretó el primer vuelo transpolar efectuado por una aerolínea comercial como Aerolíneas Argentinas, que unió Ezeiza con Auckland, Nueva Zelanda, tras una escala en Río Gallegos y el cruce por el Polo Sur.

Valinotti había nacido en la ciudad cordobesa de San Francisco, se jubiló en 1982 luego de 36 años, y tras radicarse en el noroeste de Santa Fe, se desempeñaba como instructor de vuelo en Sunchales, actividad que continuaba desarrollando pese a su edad.

Valinotti, además, fue quien llevó de regreso al Vaticano a Juan Pablo II, tras su visita de urgencia a la Argentina en la fase final de la Guerra de las Malvinas. Ese vuelo se realizó el 12 de junio de 1982. “Hasta la vista”,  fueron las palabras de despedida del Papa. Regresaría al país cinco años más tarde, con el conflicto de Malvinas.

Como piloto de Aerolíneas, Hilario Valinotti también llevó al tres veces presidente Juan Domingo Perón, una anécdota que solía repetir en las reuniones de amigos.