Entre lágrimas, cánticos de apoyo y demostraciones de afecto y congoja, miles de personas realizaron una vigilia en los alrededores de la Casa de Gobierno para dedicarle el último adiós a Néstor Kirchner. Al mediodía, se cerraron las puertas de la capilla ardiente y una hora más tarde partió el cortejo fúnebre rumbo al Aeroparque, desde donde serán trasladados los restos del ex presidente hacia Río Gallegos.
En principio, el horario de cierre de la capilla ardiente se había estipulado para las 10, pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió extenderlo hasta el mediodía debido a la gran cantidad de gente que todavía esperaba para ingresar al Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa de Gobierno.
Desde la madrugada, miles de personas realizaron su vigilia para despedir los restos del ex presidente, con demostraciones de afecto, llanto y mensajes de apoyo para la Jefa de Estado. “Fuerza Cristina” o “Ahora más que nunca Cristina”, eran algunas de las frases de hombres y mujeres que esperaban para entrar a la Casa Rosada.
En forma continua, la gente –muchos, antes de ingresar a su trabajo- desfiló por el velatorio durante toda la noche e hizo cola desde la madrugada dentro del vallado dispuesto en la Plaza de Mayo para entrar a la Casa de Gobierno.
En tanto, agrupaciones sociales y jóvenes que estuvieron apostados desde ayer en la plaza hicieron una vigilia, mirando la pantalla gigante instalada en ese lugar, que reproducía las imágenes del interior del Salón de los Patriotas Latinoamericanos.
Después del mediodía, las puertas de la capilla ardiente se cerraron, mientras un cordón de militantes espera el cortejo fúnebre que partirá desde la explanada de la Casa de Gobierno y recorrerá las avenidas Paseo Colón, Córdoba, 9 de Julio, Libertador, Salguero y Costanera Norte, hasta el Aeroparque metropolitano.
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