El secretario general de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), Pablo Micheli, no descartó la posibilidad de reunificación de esas dos centrales gremiales, aunque señaló que “no será sencillo, ya que existen diferencias con quienes avalaron la Ley Antiterrorista y otras cuestiones”, aunque afirmó “estar abierto al diálogo”.
“En primer lugar habrá que demostrarlo de forma pacífica en la calle, movilizados por objetivos comunes y en defensa de los trabajadores. Si ambas centrales son capaces de hacerlo desde el próximo año, luego será más fácil sentarse a una mesa de diálogo a negociar la posibilidad de que haya una sola CTA”, afirmó Micheli.
El dirigente y ex titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) formuló esos y otros conceptos anoche en el Hotel “Four Seasons”, en el marco de una recepción ofrecida en honor del director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, quien de forma previa había expuesto sobre diálogo social en la 21° Conferencia Industrial de la UIA.
Micheli aseguró también su “esperanza” de que prospere “la reunificación de las tres CGT a partir del plenario de secretarios generales del viernes próximo en la sede de la calle Azopardo, porque si ello se produce para defender a los trabajadores, esa unidad será un muy buen augurio para estos nuevos tiempos”.
El dirigente agregó que “si hay unidad en serio para pelear por el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores y el pueblo en general, bienvenida sea. Pero si solo se realiza a partir de un mero acuerdo entre dirigentes sindicales no tendrá mucho sentido”.
En otro orden, Micheli opinó que “no será sencillo” un diálogo social “serio y honesto” entre el gobierno, empresarios y trabajadores, como proclama desde siempre la OIT.
“El gobierno resolvió muy rápidamente algunas cuestiones a partir de sus primeras medidas en beneficio de los sectores que tienen una mejor condición de vida, como el campo. No está mal ni es una contradicción, pero hay cosas más urgentes, como los trabajadores y los jubilados y el empleo precario, lo que requiere de un esfuerzo de la Nación y del Estado para resolverlas”, subrayó.
Micheli añadió que “si se procura con ese diálogo que haya paz social a cambio de mejoras para los empresarios y en el marco de una paritaria por productividad, ello no funcionará ni para la CTAA, ni para Hugo Moyano ni para cualquiera de las CGT”.
En ese sentido, puntualizó que “ningún sector sindical lo aceptará”, en tanto sostuvo que no desea “ser agorero” y se pronunció por el éxito de ese diálogo social desde “la sinceridad, la madurez, la profundidad, la democracia y el pluralismo para ayudar a continuar construyendo el futuro y no el retroceso”.
“Ya le señalé en persona al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, mi preocupación por el tema de la productividad y del intento de poner un aditamento a las paritarias para deformarlas. La paritaria es un acuerdo de partes. La CTAA fue crítica durante el gobierno de Cristina Fernández sobre la intención de acotarla y de introducir una pauta anual. No dejaremos de ser críticos si, ahora, se procurara continuar aplicando esos aditamentos para hacerla menos democrática, plural y distributiva”, añadió.
Para el dirigente, “la paritaria debe ser para mejor y no para peor, por lo que la CTAA apuesta a que el gobierno nacional deseche esa primera idea para discutir mejor la distribución de la riqueza y no una regresiva distribución de esa riqueza”.
También indicó que “no bastará con pactar solo precios y salarios sino que debe existir un control de precios, ya que esa realidad está desfasada”, a la vez que explicó que “se habla de retrotraer la situación al 30 de noviembre y, en realidad, habría que hacerlo al 1° de noviembre, porque los precios aumentan desde hace más de 30 días de forma impresionante y, además, no se puede dejar librada esa situación al ‘cumplimiento’ de los empresarios”.
“Los trabajadores tienen más responsabilidad democrática que los empresarios. Eso no es una chicana sino que lo demuestra los datos de la realidad y la propia historia. Los empresarios deben arremangarse en función del país y el Estado controlar”, concluyó.
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