El canciller de México, Marcelo Ebrard, señaló que ya está en contacto con el gobierno de Estados Unidos para dialogar sobre la posible declaración de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, anunciado por el presidente norteamericano, Donald Trump.
“Ya en comunicación con el gobierno de Estados Unidos, haremos diplomacia de unidad nacional para defender soberanía y las decisiones propias. Saldremos adelante. Les informo avances”, indicó Ebrard en su cuenta de la red social Twitter.
El inicio de un diálogo con Washington se da después de que Trump declarara en una entrevista televisiva que pretende designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas. La calificación implica que Estados Unidos puede plantearse el envío de fuerzas especiales, previa autorización del Congreso, aunque hay más de un ejemplo en el que estas intervenciones se hacen de manera clandestina, sin cumplir con este paso.
La decisión supondría un nuevo frente con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador(Amlo), quien ha rechazado en varias ocasiones el envío de militares estadounidenses para luchar contra el narcotráfico.
Cooperación sí, intervencionismo,no
Durante su habitual conferencia de prensa matutina, el mandatario mexicano se mostró prudente al respecto y prefirió saludar a los estadounidenses en la víspera del Día de Acción de Gracias el 27 de noviembre pasado, luego de que el tema del diálogo con Estados Unidos para declarar como terroristas las organizaciones narcotraficantes se impusiera como una posibilidad para acercar posiciones con la administración Trump y contar con ayuda para combatirlas.
“No es un buen día para confrontación política, mañana es el Día de Gracias; quiero desearles felicidad”, dijo el presidente López Obrador desde el Palacio Presidencial. Amlo, como se lo conoce al mandatario mexicano por las siglas de su nombre, dejó el asunto en manos de su canciller pero dejó bien en claro que fue un tema muy discutido hacia el interior de su gestión y que la conclusión a la que se abordó lleva a decir “cooperación sí, intervencionismo no”.
Una directiva compartida previamente en Twitter por Ebrard, quien afirmó que su país actuará con “firmeza” y no admitirá “ninguna acción que signifique violación a su soberanía nacional”, una bandera que Amlo ha levantado bien alto desde sus primeros días de gobierno. “El respeto mutuo debe ser la base inclaudicalbe de la coope
ración, ninguna otra cuestión de injerencia será permitida”, aclaró.
Crimen sin precedentes
La decisión de calificar a los cárteles mexicanos como “terroristas” fue un reclamo hecho este fin de semana a la Casa Blanca por la familia mexicano-estadounidense LeBarón, víctima este mes de una matanza a manos del crimen organizado en México. Un hecho sin precedentes tratándose de mujeres y niños de origen estadounidense masacrados por mano de obra de grupos narcos.
Sin embargo, Trump dijo contemplar esta opción desde hace meses. “Estuve trabajando en ello durante los últimos 90 días, ya sabes que la designación no es fácil, debes seguir un proceso, y estamos en él, trataremos de hacerlo lo mejor que podamos”, explicó en el programa del periodista conservador Bill O’Reilly, No Spin News. Preguntado por las consecuencias de esta medida, el magnate republicano rechazó dar detalles.
“No voy a decir lo que voy a hacer”, sentenció, como suele ser su costumbre para no dar nunca ningún atisbo de cómo actuará en determinadas situaciones que, como se sabe, generalmente sueles ser muy polémicas se trate de lo que se trate. No es la primera vez que Trump manifiesta su intención de incluir a los cárteles en la lista de “terroristas”.
Ayuda interesada
Ya en marzo el mandatario republicano lo había sugerido en una entrevista con el diario digital de extrema derecha Breitbart y luego los congresistas republicanos Mark Green y Charles Roy lo pidieron formalmente a través de una carta al titular del Departamento de Estado, Mike Pompeo. Tras la masacre de la familia mormona LeBarón, Trump exigió contundencia al gobierno mexicano e insinuó que mandaría al ejército al sur de la frontera si México lo pedía.
Para el Ejecutivo de López Obrador, que mostró siempre su rechazo a medidas intervencionistas, la designación de los cárteles como organizaciones terroristas no es la solución ni mucho menos. “El tema de narcoterrorismo tiene una implicación jurídica, considerando que los actos son gravísimos, pero tiene un impacto jurídico internacional. Es inconveniente e innecesario”, opinó el canciller mexicano.
En las reuniones de alto nivel con las autoridades estadounidenses, los funcionarios mexicanos también buscarán proponer a Washington una hoja de ruta en temas que afectan la seguridad en ambas naciones, como el tráfico de armas de Estados Unidos al sur y los flujos monetarios de las organizaciones criminales, detalló la Cancillería en un comunicado.
Como se ve, se trata de un tema sumamente delicado porque la “ayuda” de Estados Unidos nunca es desinteresada y ha sido usada como una forma de intervenir en otros asuntos internos de los países e, incluso, de aprovechar el asentamiento para sentar bases militares o de inteligencia permanentes.
El gobierno de Andrés López Obrador deberá tomar una decisión firme porque el problema del narcotráfico en México tiene una de las proporciones más grandes del planeta y además se han manifestado como declarados enemigos de las políticas que su gestión está llevando a cabo en procura de restablecer derechos para la población en general y para la más vulnerable en particular.
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