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Presionado por Trump

México desplegó 15.000 soldados en la frontera para frenar la ola de migrantes

Fue la respuesta del gobierno López Obrador a las amenazas de Washlington de imponer aranceles a la importaciones si México no logra contener el arribo de miles de centroamericanos que buscan pasar a los Estados Unidos. Dudan de la capacidad de la Guardia Nacional para intervenir en asuntos civiles


“México desplegó 15.000 soldados o miembros de su nueva Guardia Nacional (GN) en la frontera con Estados Unidos”, dijo este lunes el jefe del Ejército mexicano, quien admitió que las fuerzas están deteniendo a migrantes que intentan cruzar.

Bajo presión del presidente estadounidense, Donald Trump, para frenar la inmigración de centroamericanos, México prometió este mes reforzar su frontera sur con 6.000 efectivos de la GN, pero aún no había aclarado el alcance de sus acciones en la frontera norte.

“Tenemos un despliegue total, entre la Guardia Nacional y unidades del Ejército, de casi 15.000 hombres en la parte norte del país”, dijo el ministro de Defensa Luis Cresencio Sandoval en conferencia de prensa junto al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sandoval confirmó que había una orden de detención a migrantes para impedir que cruzaran la frontera.

“Considerando que la migración no es un delito sino una falta administrativa, entonces nada más lo detenemos y los ponemos a disposición de las autoridades” en el Instituto Nacional de Migración, agregó, citado por la agencia de noticias estatal Notimex.

La semana pasada, el gobierno fue criticado luego de que medios internacionales tomaran fotos que mostraban la violencia que usaron miembros de la GN en Ciudad Juárez para impedir que dos mujeres y una niña cruzaran el río Grande hacia Estados Unidos.

El despliegue de la Guardia Nacional ha sido duramente criticado, pues se trata de militares a los que solo se les ha colocado una insignia de “GN” sin haber recibido la preparación que legalmente deben tener para intervenir en asuntos civiles.

La mayoría de los centroamericanos que cruzan desde México carecen de documentos. Casi todos huyen de la pobreza o la violencia criminal o política en sus países.

Sin embargo, las leyes internacionales protegen el derecho de los migrantes indocumentados que cruzan la frontera para pedir asilo. Los tribunales estadounidenses han mantenido su derecho a poder hacerlo en cualquier punto de la frontera, sin importar si es o no un puerto oficial de ingreso.

Trump quiere que México haga más por contener un reciente incremento en los arribos de migrantes.

El mes pasado, el mandatario amenazó con imponer aranceles a las importaciones mexicanas, logrando una promesa del gobierno de López Obrador de reforzar la frontera y ampliar su política de recibir de vuelta a migrantes mientras tribunales estadounidenses evalúan sus solicitudes de asilo.

El acuerdo, alcanzado el 7 de junio, da a México 45 días para mostrar resultados.

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