El Hincha

El fin de una era

Messi se fue del Barsa y la noticia impacta al mundo del fútbol de manera extraordinaria

Su imagen con otra camiseta que no fuera la azulgrana o la de la selección argentina no entra en la cabeza de nadie. Ni siquiera en los ilusionados hinchas leprosos que nunca perderán la esperanza de verlo alguna vez con la rojinegra


Messi se fue del Barcelona. La noticia es una bomba que impacta al mundo del fútbol de manera extraordinaria. No importa si las razones pasan por el fair play financiero, como se excusan desde el club, o por el cansancio de la Pulga luego de una vida en el Barsa, o por lo que sea. Messi es Barcelona, su imagen con otra camiseta que no fuera la azulgrana o la de la selección argentina no entra en la cabeza de nadie. Ni siquiera en los ilusionados hinchas leprosos que nunca perderán la esperanza de verlo alguna vez con la rojinegra, fuera de esa icónica foto en homenaje a Maradona.

Messi se va del Barcelona. Y las especulaciones sobre su futuro serán infinitas. Seguramente PSG, Manchester City, Juventus y varios poderosos de billetera harán el intento de convencerlo. Y alguno lo logrará, con mucho dinero en la mesa y una propuesta deportiva que lo acompañe. Y hasta que ponga el gancho nadie se resignará en tener al mejor del mundo vistiendo su camiseta. Una imagen que será dolorosa para los hinchas del Barsa y sumamente excitante para los simpatizantes del club que logre convencerlo.

Messi se fue del Barcelona. Cuesta creerlo, entender que es real. Y en el Parque no faltarán aquellos que sueñen despiertos. Aunque la realidad -económica- luego golpeará a eso corazones que creen en un fútbol donde lo único que importa es el sentimiento. Y entenderán que no es así.

Messi se fue del Barcelona. Justo después de conseguir lo que más deseaba, un trofeo con la selección argentina. Y tal vez ese logro que no le permitía dormir haya sido el impulso para pensar que su carrera todavía podía pasar por algo más. Como ganar otra Champions y por qué no un Mundial. Y seguramente entendió que eso no iba a suceder si seguía en el Barsa.

Messi se fue del Barcelona. Y se abren las apuestas para saber qué camiseta se pondrá. Y sea cual sea su decisión, el fútbol debe estar agradecido de que siga con esas ganas de desparramar su clase por cualquier cancha que pise. Al fin y al cabo, no importa qué camiseta vista, porque Messi demostró con su decisión que aún mantiene viva la llama del fuego sagrado. Esas ganas de jugar que lo hacen único. Y eso nos permite soñar a los argentinos, porque con Lionel inspirado tal vez sea posible ganar ese Mundial que tanto deseamos. Al fin y al cabo, la plata decidirá qué camiseta usará este año, pero lo único que importa es que seguirá usando la albiceleste hasta el final de su vida deportiva.

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