Estuvo a un paso la gloria de Estudiantes, pero no pudo ser. Jugó de forma muy inteligente el primer tiempo en donde sacó la ventaja. Aguantó casi todo el complemento y cuando parecía que la Copa se vendría a la Argentina, a dos minutos del final apareció Pedro y llevó todo al alargue.
Ahí los dos dieron muestras de cansancio pero los mejores relevos del Barca, la categoría de sus figuras y la aparición de Messi para con una delicia poner el 2-1 hicieron que todos los sueños Pinchas se esfumaran a sólo diez minutos del final.
Estudiantes hizo que Barcelona no fuera el de siempre, pero los catalanes fueron más a lo largo de los 120 minutos de juego, por decisión de salir a ganar el partido, por dominio de la pelota y por calidad de jugadores.
En la etapa inicial el juego de Barcelona se diluyó con el correr de los minutos, Henry abrió la cancha, fue alternativa por la izquierda pero no terminó una jugada bien, Xavi alternó buenas y malas y Barcelona, pese a tener el dominio del balón chocó una y otra vez con un firme fondo de Estudiantes.
A los 36 minutos, llegó el gol que abrió el marcador. Tras un centro desde la izquierda de Juan Manuel Díaz, Boselli anticipó en las alturas a Abidal para poner en ventaja al conjunto argentino. El balón entró ajustado contra el palo derecho de Valdés.
Con ese resultado se fueron al descanso, justificado por la inteligencia con la que se movió Estudiantes dentro de la cancha, sin meterse demasiado atrás y jugando por momentos de igual a igual al mejor equipo del mundo.
En el segundo tiempo la historia fue diferente, porque desde el minuto cero Barcelona arrinconó a Estudiantes contra su propia área y no lo dejó salir más.
Ibrahimovic fue una máquina de perder goles. Messi se vistió de Iniesta, le dejó la derecha o la izquierda a Pedro, quien entró derecho, y así Barcelona encerró a Estudiantes contra su área.
De tanto ir, tanto buscar, de perder tantas situaciones, Barcelona llegó al empate, gracias a una aparición por sorpresa de Pedro, quien de cabeza entrando por el segundo palo superó a Albil para mandar el partido al alargue.
Ya sin piernas, sólo con el amor propio de todos, Estudiantes salió a aguantar, a tratar de llegar a los penales. Y estuvo muy cerca de lograrlo. Pero en el segundo tiempo suplementario, llegó el gol: Messi empujó un centro con el pecho y decretó el triunfo de Barcelona, ese equipo que no deja de ganar y nunca pierde la esperanza.
De ahí al final sólo la vergüenza deportiva del Pincha para ir y la tranquilidad del Barcelona para esperar el festejo. Final para una temporada de ensueño. Difícil, por no decir imposible de repetir. Seis títulos de seis torneos jugados. Liga, Liga de Campeones, Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Sin dudas, el mejor equipo del mundo.
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