Sociedad

Gordofobia

Meritocracia existencial: Moriste por tu culpa


Por Romina Sarti*

Hay varios temas que nos gustaría poner en tensión, sin embargo los reels se están llevando nuestra atención. En esta suerte de publicidades que no venden ningún producto aparente, (insistimos, aparente) se van gestando los arquetipos simbólicos que dan sostén al entramado cultural que atraviesa a nuestra sociedad. Desde una secuencia compulsiva de desafíos de dietas y ejercicios, hasta sketchs burlescos que poca risa dan, los reels retroalimentan los gustos personales a partir de lo replicado en ellos, y por lo replicado en los reel se asientan los gustos personales.

Como en las publicidades que aparecen en la tele, son muchos los reels, videos cortos, y demás  que vienen a instalar la idea de autocuidado de manera compulsiva. Los tiempos cambian, las generaciones nacidas hasta los 80´, 70’, consumimos un híbrido de tv y redes sociales, por lo que casi sería comprensible porqué la mayoría de las publicidades que aparecen en la TV son de vinos y de multivitamínicos (¡sic!). En las redes es distinto, hay segmentaciones, algoritmos y bla, que nos bombardean donde más nos duele (porque buscamos lo que queremos o lo que pretendemos) y ahí nos van minando.

En este contexto, si bien hay una suerte de publicidad/reel creado ad hoc, ciertamente son masivos aquellos que nos explican, incitan, venden e insisten en que seamos sanos-bellos-flacos. Esta trilogía quimérica que nos permitiría alcanzar la felicidad, metáfora de la ruedita giratoria de la rata, sólo alimenta la frustración e infelicidad que, como sabemos, nos llevará a consumir más y más. Así nos venden dietas, desafíos, competencias; nuevxs popes aparecen tratando de dar un mensaje positivo al que sólo le sobran buenas intenciones (haciendo un análisis naif), creyendo que la gordura es atorarse con harinas y grasa; echarse en un sillón, no bañarse, y demás tipos ideales negativos que ponen de manifiesto que gordx=fex, gordx=pasivx, gordx=enfermx

Hermosa representación nos toca cargar. En una sociedad occidentalista, heteronormativa, individualista y meritocrática, enmarcada en un video que dura 5 segundos y que se impone como el habitus a representar, socavándonos la poca libertad que creemos tener; representar todo lo que está mal por fofos, vagos y demás concatenación de sinónimos de la flojera, no hacen más que exponernos como objetos del linchamiento de la opinión. Tanto valor tiene la palabra del resto sobre nuestros cuerpos, que siquiera somos protagonistas portadores de nuestra diversidad corporal, anulada por el consejo jamás pedido de la dieta del cuarto menguante mientras hacemos la fila en el rapipago.

Como en Harry Potter, el que no debe ser nombrado increíblemente nunca pierde. Paradoja singular, el señoro capitalismo que no corre ni vuela, se teletransporta, te instala la gordura mainstream banalizando todo, instalando la modelo “curvi” como representante de esa otredad invisibilizada. Estrategia de confusión, todo se mezcla, se corre el foco de atención y vos, oprimido, fuiste nuevamente anulado. En algún momento habrá que ayudar a la rata, habrá que romper la rueda.

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*Gorda, aprendiz de las diversidades en todos sus niveles, mamá, docente, con pretensiones de escritora y columnista radial. Siempre rockera o como diría mi amiga laRomiPunk. IG: @romina.sarti

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