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Mercier pateó la pelota afuera

El senador reutemista propuso que el Congreso de la Nación se haga cargo de resolver el proyecto de unión estable de parejas porque, entiende, las provincias no tienen competencia en este tema.

El senador por el departamento La Capital, Juan Carlos Mercier, intentó desembarazarse del debate por el proyecto de unión estable de parejas –o unión civil–, trabado en el Senado, y pidió que sea el Congreso Nacional quien resuelva la cuestión. El legislador reutemista  presentó en el Senado un proyecto de resolución a través del cual propone que los legisladores nacionales aborden el tema; para justificar el pedido, Mercier puso como ejemplo el denominado “Pacto Civil de Solidaridad Francés” y señaló que la competencia para definir cualquier norma referida a la unión de parejas es el Congreso y no las provincias.

La unión civil es una figura que, desde la gestión de Jorge Obeid vienen impulsando los organismos que pelean por la diversidad sexual; consiste en fijar una herramienta –diferente a la del matrimonio– que permita a las parejas estables –más allá de la condición u orientación sexual– acceder a una serie de derechos como obra social, acceso a créditos o a planes de vivienda, pensión, entre otros, que hoy son patrimonio exclusivo de quienes conviven bajo la figura del matrimonio civil. El proyecto fue rechazado dos veces por el Senado y, el año pasado, fue aprobado por tercera vez en Diputados. Ahora está empantanado en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara alta y tiene estado parlamentario hasta noviembre de este año.

En el Senado, a fines del año pasado, el titular de la comisión de Derechos Humanos, José Baucero (reutemista también), elaboró un contraproyecto que fue repudiado por la comunidad gay porque desvirtúa el espíritu del proyecto original. El argumento de Baucero es que la iniciativa, que había sido promovida por la asociación civil Vox, deja abierta la posibilidad de que, en el futuro, las parejas gay puedan acceder al derecho de la adopción. En busca de llevar la discusión a otras esferas, ahora Mercier introdujo un nuevo proyecto para pedir que la cuestión se resuelva en el Congreso de la Nación. “Es competencia exclusiva y excluyente del Congreso, que deberá evaluar la necesidad del dictado de normas que reglen las nuevas modalidades de convivencia”, señaló.

Entre los fundamentos de la iniciativa de Mercier se puede leer: “Ante la diversidad de proyectos obrantes en esta Legislatura provincial, relacionados con uniones civiles de parejas, basados en la existencia de procesos evolutivos en las uniones entre personas que establecen relaciones formales no legisladas hasta la fecha, resulta obvio señalar que, según nuestra Constitución Nacional, la Argentina adoptó un sistema federal de gobierno donde algunas cuestiones legislativas han sido delegadas por las provincias al Congreso Nacional, entre ellas, dictar la legislación civil”. Justamente, en el Congreso se dará este año –si las iniciativas del kirchnerismo prosperan– el debate por el matrimonio gay, una figura que contiene mayores alcances que la unión civil.

Mercier explicó en su proyecto: “Establecer una normativa al respecto es competencia exclusiva y excluyente del Congreso de la Nación, que deberá evaluar la necesidad del dictado de normas que reglen las nuevas modalidades de convivencia, interpretación compartida de hecho por el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo) al remitir a aquel sus sugerencias al respecto, las que fueron reafirmadas por su presidente Claudio Morgado en su reciente visita a la provincia, invitado por la Defensoría del Pueblo”.

La referencia de Mercier en los cánones de la Iglesia no es un hecho aislado; hace menos de un mes mantuvo un fuerte cruce con Juan Carlos Zabalza (socialista, senador por Rosario) que partió de una declaración del ex ministro de Carlos Reutemann sobre las condiciones morales y religiosas del socialismo (ver aparte). Sobre el final de su proyecto de resolución, Mercier apunta: “En los países en los que se han tratado temas como los propuestos, los proyectos y decisiones han sido de carácter nacional. Como ejemplo, dados sus inspiradores principios fundacionales como república, puede tomarse el caso de Francia”.

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