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Estreno

Mercedes Morán: “Cuando te convocan a contar historias de gente grande se agradece mucho”

La destacada actriz habla de su personaje en "Empieza el baile", película que protagoniza junto a Darío Grandinetti y Jorge Marrale, con la dirección de la argentina radicada en España Marina Seresesky, que desde este jueves se puede ver en los complejos de cine de Rosario


Una relación que se mantiene a pesar del exilio, los viejos rencores, la distancia y los malos entendidos entre una pareja de bailarines de tango, junto a un bandoneonista, es la historia que cuenta Empieza el baile, película protagonizada por Mercedes Morán, Darío Grandinetti y Jorge Marrale, con la dirección de Marina Seresesky que desde este jueves se puede ver en los cines de Rosario, ciudad donde además se rodaron algunas de sus escenas.

“Me gustó mi personaje porque era bien distinto a lo que venía haciendo, tenía que indagar en ese universo que para mí era un poco extraño, porque no soy una consumidora de tango”, contó Mercedes Morán a la agencia de noticias Télam sobre Margarita, una mujer con pasado de gloria en las pistas del 2×4.

https://youtu.be/kf5VYS-bM70

La película, que se alzó con el Premio del Público y el galardón al mejor actor de reparto para Jorge Marrale en la reciente edición del Festival de Málaga en España, es una tragicomedia, centrada en Margarita y Carlos (Grandinetti), que vuelve a Buenos Aires desde Europa.

Allí se encuentra con una situación insólita que lo obligará a viajar en una camioneta destartalada con su antigua compañera de baile y Pichuquito (Marrale), a Mendoza, en una road movie que revelará historias cruzadas, secretos del pasado e incertidumbre hacia el futuro.

“De lo que se trata es de hablar de la amistad”, reflexionó la actriz, y agregó que los personajes siguen manteniendo la pasión a pesar del paso del tiempo y “todos tienen una fragilidad muy grande y al mismo tiempo son muy poderosos”.

Respecto de qué fue lo que le interesó para involucrarse en esta historia con tres personajes mayores que reavivan una vieja amistad, Morán evaluó: “Me gustó la historia, me gustó mi personaje porque era bien distinto a lo que venía haciendo, tenía que indagar en ese universo que para mí era un poco extraño, porque no soy una consumidora de tango, pero sí he tenido mujeres referentes e icónicas que me resultaban siempre muy inspiradoras, como Tita Merello. Y me resultó muy atractivo hacer un tándem con Darío (Grandinetti) y con Jorge (Marrale), en un rodaje en plena pandemia, hacer una road movie con equipos en Buenos Aires, Rosario y Mendoza, y lo que significó crear una burbuja por el virus, que al final colaboró un montón porque estuvimos muy cerca y de eso se trata la película, de una historia de vínculos”.

La destacada actriz habló también acerca de cómo fue el trabajo con Grandinetti y Marrale, que se conocen de años, para lograr esa relación tragicómica que se establece en la película: “Por más conocimiento que tengas, igual era contar una historia de amistad con caracteres que no son los nuestros, y que parecen extraídos de una época de las que ya sólo quedan recuerdos. Pero a los tres nos interesaba indagar en estos personajes un poco mayores que nosotros, en ese diálogo que se establece con la muerte, con la idea de la muerte, sin solemnidad, que pudimos apreciar en el guion y después en el rodaje, que espero que se vea en la película que imaginó Marina (Seresesky), una directora argentina que se fue a vivir España hace muchos años y tiene esa distancia melancólica pero dulce, sin esa cosa «bajoneante» que dice que «todo tiempo pasado fue mejor». De lo que se trata es de hablar de la amistad que perdura, en cualquier época y en distintas situaciones a pesar del paso del tiempo. Personalmente me gustaba mucho esta actitud, porque uno siempre dice que la gente mayor se pone muy conservadora y que quiere que nada se mueva y que todo se mantenga igual, y ellos no; sobre todo mi personaje, que tiene esa intención de revelar aquellos secretos que no habían sido revelados, para lo cual siento que se requiere de una valentía muy grande. Todos tienen una fragilidad muy grande y al mismo tiempo son muy poderosos”.

Y en el mismo sentido, respecto de un relato que rescata la pasión de personajes ya mayores, un tema que en general está reservado a protagonistas más jóvenes, planteó: “Cuando te convocan a contar historias de gente grande se agradece mucho, porque no sucede frecuentemente a pesar de que todos tenemos hermosos recuerdos de películas de gente mayor que nos han conmovido muchísimo”.

Empieza el baile habla del paso del tiempo y a partir de la carrera de Morán se puede establecer algo así como una narrativa de cine nacional de los últimos años. Respecto de si siente que está contando la historia reciente a través de su trabajo, analizó: “Sí, es algo que recibo aunque no soy muy consciente, pero sí; cuando empiezan a hacer algunas retrospectivas tuyas con las distintas películas a lo largo del tiempo y las historias que se han contado, de alguna manera me siento parte del cine y siento que el cine está para eso, para contar nuestra cultura. En ese sentido me siento muy privilegiada de poder haber vivido de una profesión que amo y que siempre me mantiene viva la imaginación y el deseo, que me permite ser muchas otras personas. Tanto en el teatro como en el cine me siento muy privilegiada, porque puedo hacer una película de la gran industria y después otra de autor con una producción más pequeña y también la posibilidad de hacer un unipersonal en una sala alternativa o ir con una obra como fue por ejemplo Agosto en la calle Corrientes en un gran teatro con un gran elenco. De todas maneras, todo esto responde a una necesidad personal que ha contribuido a eso, a no quedarme y ofrecerle al público un trabajo honesto y hecho de una manera comprometida. Pero en el cine, puedo decir que las películas me han hecho viajar mucho, me han hecho conocer a mucha gente y, por ejemplo, al acercarme en un festival a alguna directora o algún director que yo admiro como espectadora, descubrir que ellos me conocen. Y más con las plataformas, en donde estrenas acá y va a treinta países diferentes, eso es maravilloso”.

Finalmente, la actriz dio su parecer acerca de la fugacidad que suponen las plataformas, con espectadores que pasan de una película al capítulo de una serie rápidamente, sin la ceremonia que antes significaba ir al cine: “El cine siempre tuvo esa paradoja entre el tiempo que le lleva a un director o una directora escribir y conseguir que se lleve a cabo, que nunca son menos de dos, tres años, y después del estreno que pasa rápidamente, pero lo importante es que queda, a diferencia de lo que pasa con el teatro. A mí me encanta ir al cine, pero bueno, la tecnología y el estar encerrados por la pandemia han contribuido a que todo se vea desde la casa, pero creo que esa ceremonia del cine sigue estando buena y soy optimista, creo que la gente está volviendo a las salas y que se venció esa tendencia que era no ver cine argentino”.

Marina Seresesky: “Me interesaba contar a personajes que fueron y ya no son”
La realizadora Marina Seresesky.

Empieza el baile es el tercer largometraje de la realizadora argentina radicada en España Marina Seresesky, que aborda el valor de la amistad a través del tiempo a pesar de los resentimientos añejos. La directora de Lo nunca visto y La puerta abierta contó que el tango, del que es fanática de toda la vida, fue el principal disparador de la película y es el marco para contar una historia de amistad en el tiempo, con “estos personajes que fueron y ya no son”.

Respecto de cómo nació el proyecto que la tiene como guionista y directora, Seresesky expresó: “Yo vivo hace 24 años en España pero antes escuchaba y bailaba tango, entonces allá extrañaba mucho al país y bajé la persiana de todo eso para no sentir la tristeza de la distancia. Pero en un viaje que hice vi una película que tenía tango, y fue como que se me produjo un tsunami y empecé a pensar de que a pesar de la distancia y de los años que estoy allá, hay algo de la esencia que está acá y necesito recuperar. De eso se trata la película”.

En el mismo sentido, evaluó qué era lo fundamental a la hora de configurar un relato que habla de la amistad y del pasado en común entre los personajes: “Era un poco hablar de una historia de amor, pero no solamente romántico, sino que también del amor a la amistad, sobre todo de los momentos, lugares y las personas con las que fuimos felices. También me interesaba contar a personajes que fueron y ya no son, entonces fue unir estas dos cosas y encontrar a estos personajes con una gloria pasada, que estuvieron separados y que vuelven a unirse, me parecía muy atractivo para contar. El tango es como el marco para contar esta historia, aunque no te guste el tango es la identidad de la Argentina, entonces creía que eso tiene que ver con reconectar con algo muy profundo y que a través del viaje de la película, van abriéndose para encontrarse”.

Finalmente, la directora habló acerca de qué características tienen Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale para que los haya elegido como protagonistas: “Yo tengo mucha influencia del cine italiano y hay una película que siempre me gustó mucho que es Ginger y Fred, de Federico Fellini, con dos personajes que tienen mucha ternura, pero a la vez son muy patéticos en esto de intentar mantener algo que ya no está, con una cosa que se va desarmando ante tus ojos, así que una vez que tuve escritos los personajes, pensé en Mercedes, Darío y también en Jorge, que por suerte me dijeron que sí, porque tenerlos a ellos tres juntos, que además de ser geniales como actores se conocían mucho, se ve que son amigos de verdad y esa complicidad traspasa la pantalla”.

Y cerró: “Darío es un actor que vive acá y en España, sabía que iba a entender bien lo que es eso de estar acá y allá, además de la profundidad que tiene como intérprete. Con respecto a Mercedes, qué puedo decir: es la gran actriz nacional, sobre todo porque sabe estar tan bien entre el tono de comedia y el drama. Y después Marrale, es un actor genial que hace de pegamento entre los protagonistas y aporta una gran ternura a su personaje”.

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