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Méndez es optimista con el ascenso directo

El volante canalla piensa que el equipo todavía tiene chances concretas de subir a la máxima categoría en forma directa. Guizasola, el elegido del Chulo

La última derrota sufrida a manos de Atlético Rafaela, uno de los sólidos líderes de este torneo, desbarató el sueño de los canallas de acercarse al ascenso directo. A quince puntos de distancia de los que hoy ascenderían en forma directa, con 39 puntos en juego, la chance canalla asoma como una quimera.

Sin embargo, el discurso del plantel está lejos de la resignación. Y una muestra de ello la dio uno de los referentes del grupo, Jesús Méndez. Para el mendocino, “la chance de subir en forma directa sigue latente”. Y según Méndez, “recién cuando las matemáticas digan lo contrario, se apuntará al segundo objetivo, la Promoción”.

—Con los líderes a quince puntos de distancia, ¿se puede seguir soñando con el ascenso directo?

—Seguimos soñando con el ascenso directo hasta que las matemáticas digan lo contrario. Si en algún momento ya no se puede llegar, apuntaremos al segundo objetivo, que es la Promoción. Sabemos que los dos equipos que le sacaron diferencia al resto están sólidos. Pero todavía quedan varios partidos por delante.

—Te parece entonces que, más allá de la decepción que originó la derrota ante Rafaela, ¿todavía están a tiempo de terminar entre los dos primeros de la tabla general?

—Nosotros creemos que todavía se puede. Estamos esperanzados en que el equipo empiece a ganar y arribemos a un final feliz. Vamos a dar pelea hasta que dejemos de tener chances.

—La irregularidad que han mostrado los equipos en el torneo, ¿ayuda para que mantengan esta esperanza de ascender en forma directa?

—Seguro, y ojalá que se mantenga así. Para recuperar posibilidades y alimentar la esperanza de subir necesitamos ganar cuatro o cinco partidos seguidos. La realidad es que hoy estamos lejos, pero no hay que bajar los brazos. Es la única forma de lograr que esto cambie.

—Sin apuntar responsables directos, Central ha fallado mucho en las áreas.

—Sí. Pero también nos está faltando esa cuota de suerte que a veces te permite sacar adelante un partido. Fijate que el otro día, Rafaela nos llegó un par de veces y nos convirtió, y nosotros tuvimos como diez situaciones y no pudimos hacer ninguno. Nos está faltando un poco de suerte y eso impide que tomemos confianza.

—¿Pensás que le suerte y la confianza van de la mano?

—Seguro. Hemos hecho buenos partidos, y de todos modos no podemos ganar. Pero me parece que el déficit más importante que tenemos es no poder convertir en los primeros tiempos. Siempre creo que los partidos se abren en los primeros treinta minutos. Y nosotros hemos generado muchas situaciones en cada partido durante ese lapso de tiempo, pero no las podemos concretar.

—¿Duele más cuando se pierde un partido después de haber superado al rival?

—Sí, por supuesto. Creo que en todos estos partidos fuimos más que los rivales. Inclusive, me animo a decir que fuimos más que algunos sin haber tenido un gran rendimiento futbolístico. Nadie fue más que Central. Y lo que más duele es que hacemos el desgaste, generamos situaciones, y no podemos meterla.

—¿Notás que el equipo está ansioso?

—Lo que pasa es que considero que uno sabe para qué está el equipo en un partido a partir de lo que hace en los primeros treinta minutos. Y el otro día, ante Rafaela, hicimos todo para sacar ventaja en la primera media hora. Es más, creo que si hacíamos un gol antes de los 30, el primer tiempo lo podríamos haber terminado dos o tres a cero arriba.

—El equipo jugó bien ante Rafaela y perdió. ¿Preferís que el equipo juegue mal pero que empiece a ganar?

—Y… sí… yo quiero ganar. Lógicamente que me gusta que se juegue bien. Trabajamos para eso, pero no siempre las cosas te salen como querés.

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